IMFarmacias_96

| 78 monográfico La influencia del insomnio en la salud se ha estudiado poco desde el punto de vista epidemiológico, a excepción de su relación con la psicopatología. No obstante, varios estudios han demostrado una asociación del insomnio con un peor estado de salud en general, y con la percepción de la propia salud como mala. El insomnio casi siempre se presenta asociado a fatiga diurna y alteraciones del humor, tales como irritabilidad, disforia, tensión, indefensión o incluso estado de ánimo deprimido. Incluso algún estudio sugiere que el insomnio crónico no tratado puede ser uno de los factores de riesgo para desarrollar depresión mayor. Además, los pacientes con insomnio suelen presentar quejas somáticas, típicamente gastrointestinales, respiratorias, dolores de cabeza, y dolores no específicos. Durante el día, el paciente con insomnio crónico tiene problemas que afectan tanto a su salud como a su funcionamiento social y laboral. Por una parte, se queja de sínto- mas en el ámbito emocional, cognitivo y conductual y de deterioro en los ámbitos social y laboral, con un aumento del absentismo. Por otra, además, tiene más tendencia a tener accidentes de trabajo y de tráfico. En cuanto al efecto del tabaco y el alco- hol los resultados son claros. Fumar se asocia con más dificultades para iniciar y mantener el sueño, y con más somnolen- cia diurna, mientras que el alcohol se usa con frecuencia como automedicación entre las personas con insomnio. Cerca del 10% de los pacientes con insomnio consumen alcohol varias noches por semana. Hay pocos estudios sobre prevalencia de insomnio en las personas mayores de 65 años. En estudios internacionales, las cifras varían entre un 12% y un 40%. En nuestro ámbito, los estudios muestran que, aunque alrededor de un 32% de los mayores presentan perturbaciones en la esfera del sueño, las cifras se sitúan en torno al 12% cuando se refieren a las clasificaciones del insomnio. Destacan como más prevalentes las que se refie- ren al “despertar precoz” y al “despertar cansado”. En el manejo del estrés y el insomnio a corto plazo, sólo deberían utilizarse sedantes cuando resultan ineficaces otras medidas más conservadoras (relajación, terapia conductual) y el paciente se siente claramente desbordado por su problema de base y necesita ayuda para disminuir sus niveles de ansiedad. Sin embargo, del 10 al 15% de pacientes los toman durante más de un año, y son los fármacos más prescritos en todo el mundo. Por desgracia, con las visitas de 10 minutos (máximo) por paciente, la prescripción de sedantes es más fácil de aplicar que las terapias no farmacológicas. Fitoterapia Los tratamientos fitoterápicos de uso tradicional en ansiedad y depresión han demostrado ser eficaces y más seguros que los tra- tamientos convencionales, cuando se usan de forma correcta. El farmacéutico, a la hora de dispensar estos preparados, aconsejará el más adecuado a cada paciente, elegirá productos de calidad que avalen su eficacia y seguridad y tendrá en cuenta el resto de la medicación para evitar interacciones, etc. Enumeramos aquí los más destacados: • Valeriana. Existen varios ensayos clínicos efectuados con distintos tipos de raíz de valeriana. En la mayoría de ellos, los resultados muestran una reducción del tiempo necesario para conciliar el sueño, así como una mejora en la calidad del mismo. El uso permanente nocturno puede ser más eficaz que las dosis únicas, observándose mejores efectos después de 4 semanas de tratamiento. El médico y el farmacéutico deben informar de ello al paciente, sobre todo al inicio del tratamiento, para que no lo interrumpa prematuramente. Otros estudios sobre EL PACIENTE CON INSOMNIO CRÓNICO TIENE PROBLEMAS QUE AFECTAN TANTO A SU SALUD COMO A SU FUNCIONAMIENTO SOCIAL Y LABORAL

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