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el farmacéutico | 14 Concha Murillo (Cáceres) Esta joven cacereña lleva 23 años entregada a la farmacia. Primero como farmacéutica adjunta y después como titular de una far- macia de barrio. “A pesar de que no provengo de una familia de tradición farmacéutica, mi padre me animó a estudiar farmacia. Fue ahí cuando descubrí mi gran pasión: tratar con la gente, poder ayudarle a resolver sus problemas de salud, es la mayor recompensa a mi trabajo”. Desde entonces los tiempos han cambiado, como también el barrio y las funciones del propio boticario: “La farmacia empezó casi siendo más rural que urbana dada su ubica- ción, pero con el tiempo hemos crecido juntas, y ahora es una farmacia muy dinámica con una clientela constante que hace muy fácil el seguimiento y la atención farmacéutica”. Unas ventajas que han sido posibles gracias a esa labor de renovación y actualización que Concha practica en su día a día: “La evolución en estos 23 años ha sido enorme. Recuerdo que cuando empecé trabajábamos con las tablas de porcentajes de aportación pegados al mostrador. Después llegó la revolución de la informatización, la irrup- ción de los genéricos, el copago, la receta electrónica, etc.”. Cambios que, sin duda, han servido para actualizar la o cina de farmacia, pero que también han supuesto un gran esfuerzo por parte de los farmacéuticos. “En algunos casos han puesto en di cultades a las farma- ciasmás pequeñas, sin embargo también han servido para asegurar un acceso igualitario de todos los ciudadanos al medicamento”. Está claro que la introducción de las nue- vas tecnologías ha contribuido a mejorar las condiciones de calidad del fármaco, de conservación y dispensación al tiempo que ha favorecido un uso racional del medica- mento, pero ¿esto es así en todos los casos? “La farmacia sólo tiene sentido en una dispen- sación racional y razonada con información e indicaciones detalladas y ajustadas a cada paciente y a sus circunstancias especiales sin que jamás prime un interés comercial”. Prueba de ello, apunta Concha, es el apoyo de la administración extremeña en proyec- tos innovadores y avances tecnológicos que potencian una farmacia actual pero conservando el n último: velar por la salud del paciente y ser garantes del medicamen- to. “No entendería que no fuera así y que no apoyara a un sector como el nuestro transpa- rente y comprometido con la población, con el medio ambiente, generador de un empleo de calidad, impulsor de la igualdad y en cons- tante renovación”. La farmacia como centro de atención sanita- ria es el modelo de futuro por el que aboga Concha. “Además del medicamento, también ofrecemos servicios de dermocosmética y de nutrición, especialidades que están ahoramis- mo en alza y de las que no siempre el paciente tiene una información veraz y profesional, por lo que nuestro rol es fundamental”. Por tanto, farmacia orientada al medicamen- to y abierta a las nuevas tecnologías. “Es el sitio perfecto para recibir un asesoramiento real y seguro, sin riesgos para la salud, cues- tión esencial en la sociedad que vivimos”. Felipe Bueno (Cáceres) Con más de 29 años de experiencia a sus espaldas, este experimentado boticario sabe bien cómo ha evolucionado la farmacia rural pues desarrolla su labor diaria en un munici- pio de 7500 habitantes de la comarca de la Sierra de Gata. “La farmacia ha realizado un gran esfuerzo por adaptarse a los nuevos retos como la receta electrónica o la interoperabili- dad entre CCAA, siempre aportando lo mejor para que estos avances pudieranmaterializar- se, esfuerzo que no siempre se le ha reconocido y recompensado”. Dicho esfuerzo es aún mayor en el entorno rural donde algunas farmacias han visto pe- ligrar su viabilidad. “Llevamos sufriendo conti- nuas bajadas de precios desde hace más de 15 años, luego llegaron algunas medidas que se tomaron conmotivo de la crisis, y que llegaron paraquedase”, a rma Felipe, y continúa: “Todo esto hahechoque las farmacias que dependen más del medicamento no sean rentables y hayan requerido ayudas de la administración”. Una situación que en muchas ocasiones se ha visto paliada gracias al esfuerzo de orga- nizaciones colegiales y asociaciones empre- sariales. “Son estas instituciones las que han sabido sensibilizar a laadministración regional sobre la labor queprestamos ennuestra región. Labor, por otra parte, imposible de desarrollar desde una farmacia empobrecida y sin posibi- lidades de desarrollo”. Desarrollo y avance son las palabras clave, y eso pasa por implementar una cartera de servicios profesionales y de calidad. “Laevolu- ciónde la farmacia respondea la incorporación de nuevos servicios como ladermo-cosmética, el asesoramiento dietético, la elaboración de SPD, la ortopedia etc.”. Pero, ¿cómo implan- tarlos? En función de la población y de sus necesidades, y siempre bajo una remunera- ción económica que permitamantenerlos en el tiempo. “En mi botica de Moraleja hemos instalado una zona de ayudas técnicas y orto- pedia debido a que cuento con una población de edad más avanzada, también disponemos de una zona diferenciada donde realizamos asesoramiento dietético, análisis capilar y determinaciones de parámetros sanguíneos”. Ésta es precisamente la gran diferencia de la farmacia con respecto a otros establecimien- >> “Los cambios han servido para asegurar un acceso igualitario de todos los ciudadanos al medicamento”

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