IMFarmacias_91

Sección patrocinada por: Situados en este punto, Ortega piensa que, a pesar de que los farmacéuticos están de- mostrando la idoneidad para el sistema de la implantación de servicios, “no existe una respuesta por parte de la administración que garantice lasostenibilidad. Estamos trabajando en proyectos que demuestran que un cambio de modelo sería coste-efectivo para el sistema sanitario. La farmacia comunitaria es un valor desaprovechado que podría resolver proble- mas relacionados con el medicamento de los pacientes. Sería deseable que desde todas las organizaciones y sociedades cientí cas semar- caranobjetivos comunes, emitiendounmensaje único y claro que respalde al farmacéutico que estáapostandopor la implantacióndeservicios. Ademásdeponerasudisposiciónlasherramien- tas tecnológicas necesarias para el desarrollo de los mismos y departamentos especí cos. Es imprescindible recoger el sentir y la experiencia del farmacéutico, como feedback necesario”. Claves Preguntado por las verdaderas claves para implantar servicios profesionales con éxito, este experto lo tiene claro. “Los servicios profesionales deben plantearse desde la perspectiva de las necesidades del paciente no cubiertas. Como hemos comentado anteriormente, el escenario futuro pone en valor servicios basados en la fragilidad y adherencia. En optimizar el uso de medicamentos, minimizando los problemas que pudieran producir estos. Debemos diseñar proyectos realistas y alcanzables que aporten valor, e ilusionantes para conseguir la implicación de los farmacéuticos”. En este sentido, la formación se convierte en un punto determinante para cualquier profesión sani- taria, y la farmacia no es menos, a rma Ortega. “Se está por una formación de calidad, acredita- da y continuada. De hecho, se apuesta por la re-acreditación del farmacéutico como una garantía de calidad en el tiempo. Una pro- fesión formada es una profesión con futuro”. Con respecto a la remuneración de los servicios, opina que la fórmula ideal sería una concertación pública en convivencia con la práctica privada, y a rma que este modelo ha demostrado durante años gran e ciencia y altas tasas de cobertura, de hecho, “por primera vez en nuestra comunidad se han suscrito convenios con ayuntamientos para la nanciación de SPD dirigido a personas dependientes”. Como proyectos actuales, están trabajando, desde el RICOF de Sevilla enunproyectodominadoNUMA, de lamanode laConsejeríade salud de la JuntadeAndalucía, junto con la universidadde Sevilla, destinado a la prestación de servicios en el ámbito de la fragilidad y la adheren- cia; y desde el Consejo Andaluz se ha apostado por la inclusión de la farmacia andaluza en la red de espacios sanitarios libres de humo (RASSELH), que es una iniciativa pionera a nivel mundial. + “LA CLAVE ES CAMBIAR A UN MODELO CENTRADO EN EL PACIENTE, SÓLO DE ESTA MANERA EL FARMACÉUTICO SERÁ UN PROFESIONAL SANITARIO DIFÍCILMENTE SUSTITUIBLE” Desde la visión y experienciade esteprofesio- nal, es importante tener presente el reto que se nos avecina como sociedad: un paulatino envejecimiento de la población, que cada vez usa un mayor número medicamentos. Por otro lado, estosmedicamentos producen un aumento de problemas que repercuten directamenteen lamorbimortalidadasociada a su uso, y aproximadamente la mitad de los pacientes no toman sus medicamentos, o los tomanmal. Enestepanorama, el farmacéutico es el profesional sanitario mejor cuali cado para abordar estos retos. Eficiencia y eficacia Ante esta perspectiva, reflexiona Ortega, “hemos de demostrar que los servicios son e cientes. Esto es, que son sostenibles y a la vez e caces. Hasta ahora nos hemos centrado en demostrar la e cacia: se han hecho estudios de MAPA (monitorización ambulatoria de la presión arterial) en farmacia comunitaria. Nos queda la parte de la sostenibilidad. Se ha avanzado en estudios de coste- efectividadenotros países vecinos, demostrandoque invertir en servicios profesionales farmacéuticosproduceunahorroal sistemasanitarioyuna mejorasustancial en lacalidaddevidadel paciente. Laclavees cambiar a unmodelo centrado en el paciente, sólo de estamanera el farmacéutico será un profesional sanitario difícilmente sustituible”. Además, le preguntamos sobre la tan perseguida y deseada continui- dad asistencial, y si estamos cerca de conseguirla, a lo que responde que nuestra parte es demostrar que estamos preparados para ello y que es viable, y enelloestamos . “A laadministración le tocaconvencerse de laventajade incluir a la farmaciacomoproveedorade serviciosparael escenarioque senosavecina, como ya han hecho en otros países”. ¿Presente o futuro? Bajo el punto de vista de este farmacéutico, ya hemos recorrido mucho camino en relación a la atención farmacéutica en este país, porque muchos profesiona- leshan trabajadoenuncambiode modelo. “Pienso que hasta ahora se habían conseguidometas nales por un número reducido de grandes profesionales. Actualmente se están desarrollando estrategias para ha- cer que la farmacia asistencial se universalice. Intentamos que haya un número elevado de compañeros que vayan más allá de la dispensación e indicación. Además, se está protocolizando esta práctica. Sólo con una masa crítica de profesionales demostraremos la viabilidad de un nuevo modelo”. Su percepción es que la farmacia ya está en el camino correcto, que la profesiónseestáposicionandohaciauncambiodemodeloyyaconoce el destino nal, que no es más que orientar la profesión al paciente. Cita como referencia los ejemplos que ya están en marcha en países cercanos, como Francia, Gran Bretaña o Bélgica. “HEMOS DE DEMOSTRAR QUE LOS SERVICIOS SON EFICIENTES. ESTO ES, QUE SON SOSTENIBLES Y A LA VEZ EFICACES”

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