IMFarmacias_79

el farmacéutico | 18 Mercè Rius (Barcelona) Desde que empezara su andadura como farmacéutica en 1981, Mercè no ha dejado de reivindicar el papel esencial que cumple la farmacia en la sociedad y en la promoción de la salud en los ciudadanos. “Echo en falta que la Administración no vea al farmacéutico y a la farmacia como un centro de promoción de saludconunosprofesionalescapacesdeatender problemasmenoresodedirigir al pacientehacia otro profesional sanitario de una forma natural y uida”. Esta experimentada boticaria considera que en buena parte se debe a la falta de cohesión entre lospropiosprofesionales. “EnCataluña,ya desde hace algún tiempo se está trabajando en este sentido, y prueba de ello, es la participación delfarmacéuticoenlaelaboracióndeprotocolos sobredistintaspatologías,protocolosdecomuni- cacióninterprofesional,campañasdepromoción de salud y cribado”. Si bien es cierto que la sociedad ha cambiado en los últimos años, también los es que la far- macia ha debido de adaptarse y evolucionar conformeaesos cambios. El futuroestá, según MercèRius, en la farmaciaasistencial: “Tenemos quedirigirnoshaciaunafarmaciaasistencialque contemple al cliente/paciente como un todo, y conectada con todo el ámbito de la atención primaria”. Yestaconcepciónexcluyeunavisiónexclusiva- mentemercantilistade laprofesión. “Lapolítica orientadasólohacialosbene ciosnodebeimpe- rarenlafarmacia,debeprevalecernuestrorolpro- fesional sanitario que ofrece servicios y atención personalizada”. Y a la hora de desarrollar una cartera amplia de servicios surge el problema de la remuneración. “El dilema está en quién paga estos servicios: o bien el propio paciente creándole la necesidad del servicio con un buen plan demarketing o bien la Administración con un mismo plan de marketing que incida en la sostenibilidad del sistema”. Para el problema de la sostenibilidad se debe apostar por una mayor visibilidad de los pro- fesionales farmacéuticos, con vistas a que la Administración reconozca el gran ahorro que suponen para el gasto en sanidad. “Tenemos que ser capaces de que la Administración nos perciba como un agente esencial, que considere a la farmacia como un aliado para hacer soste- nible el sistema invirtiendo en políticas de edu- cación sanitaria, prevención de la enfermedad y autocuidado; medidas, todas ellas, que pueden ser impulsadas desde la farmacia en coordinación con los demás profesionales”. Pero antes de la implantación de nuevos servicios es necesaria una buenaplani cacióndelpresupuesto. “Convendríarevisartodoslosservicios que presta el sistema, identi car las desviacionesqueseproducenentodos los niveles y subsanarlas”, advierte Mercè, para concluir: “La farmacia comunitaria siempre está dispuesta a colaborar en la sostenibilidaddel sistema, pero acompañada de todos los niveles asistenciales”. Entre las principales preocupaciones del colectivo en Cataluña se encuentran los im- pagos y la salida de fármacos de la Seguridad Social. “Des nanciar fármacos no creo que sea la solución. La farmacia puede contribuir al ahorro ayudando en la revisión de planes de medicación, evitandoduplicidades ymejorando la adherencia del paciente. Por ejemplo, unmal cumplimientoounmal usopueden conllevar la incorporación de nuevos fármacos en un plan de medicación incrementando el problema en lugar de solucionarlo”. “La farmacia comunitaria siempre está dispuesta a colaborar en la sostenibilidad del sistema” Pilar Guix (Mallorca) Un total de 34 años lleva Pilar dedicados a lo que es su gran pasión: la farmacia. De padres farmacéuticos, comenzó trabajando en un la- boratoriode análisis clínicos situado enPalma deMallorca. En1984 obtuvoplaza de residen- te en el Hospital Son Dureta en el Servicio de Análisis Clínicos. Hace 10 años decidió abrir su propia farmacia, impulsada por lamotivación de continuar con la tradición familiar: “Mis padres fueronpioneros en loque hoy llamamos la atención farmacéutica. Vivían la profesión intensamente, y su prioridad era el consejo far- macéutico bien para resolver problemas, bien para orientar o apoyar en procesos muy duros”. Su experiencia en diferentes ámbitos le ha valido para conocer las diferentes vertientes de la profesión: “Llevo diez años en la o cina de farmacia, no es mucho, pero he vivido los peoresañosde lacrisis, locualmehavalidopara desarrollar nuevas competencias yhabilidades. Tambiénheexperimentadodecercaloscambios tecnológicos, que nos han obligado a replan- tearnosnuestraactividadentodos losaspectos”. La incidencia de la crisis se ha dejado sentir en la farmacia balear. “La crisis nos ha obligado a ser más competitivos, a aprender a negociar, a manejar una terminología económica que la mayoría desconocía –como stocks o rotación–, a conocer mercados alternativos, etc.” . No obstante, esta joven mallorquina también ve avances muy signi cativos: “La incorporación de larecetaelectrónicaharepresentadounsalto cualitativo fundamental. Minimiza errores de dispensación, informasobre toda lamedicación del paciente yaporta informaciónmuyútil para contactar con los médicos”. Entre los retos de futuro se encuentran “la irrupción de la venta de parafarmacia en otros canales de distribución como las grandes super cies e internet. Esto ha supuesto mayor especialización y más formación para mejorar >>

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=