IMFarmacias_79
el farmacéutico | 16 María Serafina Cano (Palma de Ma- llorca) María heredó la farmacia de su padre. Con una antigüedad de más de medio siglo, la botica Cano Rubí cosecha una gran tradición, pero también un aspecto adecuado a los tiempos que corren. “Hemos apostado por mejorar el aspecto físico de la farmacia adecuándola a las nuevas tendencias tecnológicas y cientí cas. Es importanteestaraldíaparasercompetitivo”. Para María también es fundamental contar con un equipo de profesionales formados: “Nos debe- mos al cliente, por eso luchamos por ofrecer un tratocercanoy,sobretodo,humano,sacri cando en ocasiones incluso nuestro propio bene cio”. Con más de 50 años de experiencia a sus es- paldas, esta veterana farmacéutica considera que el modeloha evolucionado a peor. “Si bien antes se nos valoraba cientí camente, ahora se nosconsiderasimplesvendedoresconafánlucra- tivo”. En este sentido tienemucho que hacer el Gobierno: “Debe protegernos más, y no derivar hacia otros ámbitos productos que siempre han sido históricamente de la farmacia, por ejemplo, la toterapia”. María lo tieneclaro, el cambioha sidonegativo: “La farmacia ha dejado de ser humana y se ha transformadoenuntrabajopuramentemercanti- lista”. Si aellosesumael impactode lacrisisysus consecuencias, el resultado es poco alentador: “Estamos pasando uno de los peoresmomentos del ejercicio profesional” . Las causas se deben a varios motivos: “En primer lugar, las medidas to- madas en relación al control de pre- cios del medicamento hace que tengamos unas pérdidasenelmargenatenerencuentaalahora dereponerelmedicamento.Ensegundolugar,es difícil sentirse optimistas debido a los enormes controles a los que estamos sometidos”. Sirvacomoejemplo laparafarmacia: “considero que es un sector que habrá que adecuar, ya que ha pasado a ser de venta libre, cosa que desea- ríamosquefueranproductosexclusivosdelcanal farmaciadebidoasucomposiciónypreparación”. La bajada de precios ha sido vista por algunos comounamedidanecesariaparahacer frentea la crisis. Encambio lapropietariade la farmacia CanoRubí laconsideraunaopcióncortoplacis- ta que no garantiza el futuro ni responde a la razóndeserde la farmacia. “Noestoydeacuerdo en absoluto en que bajar los precios conlleve un mayor flujo de personas a la farmacia. Por el contrario,nosotrosofrecemosgarantíacientí ca amparada en la calidad de servicio mediante la atención farmacéutica personalizada y con una granespecializaciónenproductosfarmacéuticos y servicios”. Para terminar, una reivindicación: “Animoamis compañerosarecuperarelespíritudelaprofesión, queenciertomodosehaperdido.Actualmentese piensamás en el bene cio que puede aportar la farmacia, que en la propia vocación asistencial”. Y respecto al futuro: “Los servicios profesionales sonelfuturoyennuestrafarmaciarepresentanya el 30% aproximadamente. A pesar de que están enalza,deberíamostrabajarporintegrarlosmás en el entorno farmacéutico”. Junto a ello, los órganos colegiados continúan trabajando por mejorar el reconocimiento social con acciones como las campañas de cribado –cáncer de colon o diabetes– o la ampliación de la cartera de servicios. Las oportunidades de futuro según Laura son in nitas. “La farmacia se encuentra en un mo- mento de cambio, y siempre hay razones para ser optimista. Tenemosque salir de lacrisis como profesionales del medicamento que somos, al tiempo que desarrollamos servicios profesiona- les y nos especializamos en ámbitos diferentes”. Éstas son justamente las líneas de futuro, no así bajar la calidad del servicio o entrar en la guerra de precios. “Reducir los precios no ga- rantiza nada, no lleva a ningún sitio. Hay que ser competitivo, pero delizando al cliente con otras estrategias, como la atención de calidad, los servicios profesionales y la especialización”. La crisis también ha obligado a una gestión más e caz y a la optimización de los recursos. “En nuestra farmacia estamos potenciando la formaciónde todo el equipo y aaprender ages- tionar mejor el tiempo, el personal y los stocks”. Por último, Laurahaceunavaloracióndemedi- das como el copago y los impagos: “El primero haservidoparaquelagentetomeconcienciadel valor del medicamento, pero también ha gene- rado situaciones injustas; por ejemplo, tenemos pacientes que no compran inhaladores porque son demasiado caros. No deberíamos permitir queestoocurriera”. En cuanto a los impagos, es tajante: “Son inadmisibles, hay que normalizar la situación y no se pueden volver a repetir”. “Es necesario que exista un mayor reconocimiento por parte del gobierno y una mejor relación entre los profesionales sanitarios” “Actualmente se piensa más en el beneficio que puede aportar la farmacia que en la propia vocación asistencial”
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