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| 120 empresa Hablamos con ella sobre los hábitos de cui- dado de la sociedad en relación la piel y sus cuidados. “Da la impresión (y no tengo ningún estudio que lo avale), de que la gente se pre- ocupa cada vez más por el aspecto de su piel (no tanto por la salud de la misma), pero que prácticamente todo el esfuerzo que dedicamos a esos cuidados los focalizamos enunbeneficio inmediato, y pocas veces pensando en el largo plazo”, reflexiona la doctora. Cuidado cotidiano En numerosas ocasiones hemos recogido en estas páginas cuáles son las recomendaciones de rutinas y cuidados diarios que deberíamos realizar para favorecer la buena salud y aspec- todenuestrapiel, aunquenopodemosolvidar que para cada tipo de piel y condiciones hay que satisfacer unas necesidades únicas y es- pecíficas. Los cuidados dependen demuchos factores como la edad, el sexo, el tipo de piel o la presencia de enfermedades, no sólo de la piel sino otras condiciones como diabetes, inmunosupresión, fármacos, etc. Tal y como recuerda Taberner, “recomendar una hidratante facial a un adolescente con acné no tendría mucho sentido, y una persona con piel sensible quizá no necesite utilizar un exfoliante. Ahorabien, si enalgo todo elmundo está de acuerdo es en el uso de un buen foto- protector (adecuado al tipo de piel) a cualquier edad. Posiblemente, la fotoprotección sea el mejor consejoquepodamosdar paramejorar la saluddenuestrapiel yevitar problemas futuros”. Consejo farmacéutico Segúndatos ofrecidos por Stanpa (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética), las ventas del sector de perfumería y cosmética aumentaron en España en 2016 un 3,25%. El mayor crecimiento lo experimentaron los maquillajes, un8%. El segundogrupoquemás creció, después del de la cosmética de color, es los perfumes. Por su parte, el consumo de productos para el cuidado de la piel también crece, un 3,9%. Junto con estas cifras alcistas, la farmacia es el canal quemás ha aumentado sus ventas, por lo que se hace cada vez más necesario que las farmacias puedan ofrecer un asesoramiento en dermocosmética espe- cializado, individualizadoyde calidad, además de potenciar el consejo farmacéutico y una atención profesional y de confianza también en este ámbito. Al respecto, la dermatóloga recuerda que “la farmacia es el primer lugar donde acude una personanoenferma(yenmuchoscasos,también cuando existe patología). Lamayor parte de pa- cientes que demandan consejo no necesitarán acudir al dermatólogo ni a sumédico de familia. Por este motivo, es fundamental que quienes atienden a estos usuarios (no los llamaremos pacientes), estén correctamente formados para que los consejos que reciban sean los adecuados para mantener o mejorar la salud de su piel, y sobre todo para no empeorarla”. Mundo on-line La irrupciónde Internet, enespecial labúsque- dade informaciónrelativaacualquierproducto o tratamiento, así como las compras on-line, han cambiado el concepto de comercio en todos los sectores, y el de la dermocosmética y la salud en general no es una excepción. En palabras de Rosa Taberner, “Internet es un gran escaparate que, además de ofrecer toda la información, hacambiado lamanerade relacio- narnos.Enestenuevoescenario,losprofesionales de la salud tenemos muchísimo que aportar a nuestros potenciales pacientes”. La revolución no ha venido solo de parte del consumo, o de los servicios profesionales que se pueden ofrecer, incluyendo una atención más inmediata, personalizada y específica; sino que el propio consumidor/paciente ha cambiado, en función del acceso a una canti- dad ingente de información, que también es necesario saber cribar y gestionar. Este punto es especialmente importante cuando se trata de información relacionada con la salud, el saber distinguir la información de calidad de la que no lo es. Responsabilidad El nuevopacientetieneunascaracterísticasque tambiénsonnuevas,comoseñalaladermatólo- ga. “Sinoscentramosenelaspectocuantitativo,sí podríamosafirmarqueadíadehoylospacientes estánmás informados gracias a Internet, ya que la cantidad de información disponible es brutal y muy accesible. Lamentablemente, lo que falla es la calidad. En internet se junta información de calidadconotrasfuentesmuchomenosfiables,a veces conoscuras intenciones. El paciente puede tener serias dificultades para filtrar e interpretar esaingentecantidaddeinformación,originando situaciones que pueden llegar a ser peligrosas para su salud”. Es precisamente en este capítulo, a la hora de gestionar con responsabilidad lagrancantidad de informacióndisponiblequehayen Internet, donde los profesionales sanitarios van a des- empeñar unpapel importante, comoapunta la doctora. “Losprofesionalessanitariostenemosel deberdeestarconelpacienteaambosladosdela pantalla,comoproductoresdeinformaciónfiable y veraz y como “filtradores” de ese contenido”. + “EN ESTE NUEVO ESCENARIO QUE ES INTERNET, LOS PROFESIONALES DE LA SALUD TENEMOS MUCHÍSIMO QUE APORTAR A NUESTROS POTENCIALES PACIENTES”

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