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donde la gente se relaja y donde puede con- sultar diversos temas en un ambiente relajado. La formación es esencial. Marañón comenta que les ofertan mucha, pero que hay que cla- sificar cuál es interesante y cuál ocupa tiempo y recursos. Las especialistas de cosmética, que igualmente visten bata blanca, preguntan lo que necesitan a los clientes. Siguen un cues- tionario en el que el cliente habla más que ellas. “ Nosotros básicamente escuchamos. Con eso, podemos localizar sus necesidades. Lo que nosotros hacemos es averiguar qué necesidades tiene ydarle soluciones. Damos loque lapersona necesita ”, describe.Toda la plantilla tiene nocio- nes, pero hay dos personas específicamente formadas para la cosmética. Son capaces de elaborar un ritual mucho más completo, de recomendar algomás. Hayinteractuaciónentrelasdistintaszonas.Ma- rañónexponeque,enelcasoenelqueelcliente necesite unmedicamento, o bien se le deriva a lapartededispensación, osi esunparacetamol o un ibuprofeno, también se dispensaría en la parte de cosmética. O al revés. Laso aclara que en la de dispensación se puede explicar lo que necesitadel paracetamol y luegopasarleconsu compañera de dermo. El de la farmacia es un personal más formado y puede hacer ventas transversales, de una manera más completa. Marañón detalla que, si alguien se lleva unmedicamento con la des- hidratación como efecto adverso, se le puede recomendar una hidratante. Una categoría que crece A juicio de Laso, es importante potenciar la dermo. “ Es una categoría que está creciendo ”, considera. Recuerda tanto que“ el farmacéutico esunapersonamuycercanaalcliente ”comoque este cliente “ tiene mucha información por otros medios,comolosblogsdeInternet ”. Sinembargo, “ alfinal,necesitaaalguiencercanoalqueconsul- tar ”. Aveces, esa informaciónespocofiabley los farmacéuticos han de filtrarla. Laso narra que fueron a casas de consumi- doras para tener una toma de contacto con ellas y, por ejemplo, vieron a una chica que se exfoliaba varias veces al día. “ Hay gente que hace barbaridades. Los farmacéuticos pode- mos ayudarles a tomar una decisión. Porque, muchas veces, no saben tomar esa decisión o toman decisiones incorrectas. También hemos visto cómo alguna persona, que cuanto más joven más se fía de Internet, se ha guiado por una promoción, incluso por su precio, y ha comprado un lote de productos que le ha ido fatal. Ynos hadichoque ‘ojaláhubierahablado antes’ con nosotras. Sí que creo que la gente tiene demasiada información, pero sin una Término ‘cosmética’, un mensaje con trasfondo positivo En la Farmacia Europa emplean el término cosmética. “Queremos que el consumidor entienda cuál es nuestro concepto: la salud es belleza”, explica Carmen Laso. Subraya que el consumidor ve en la palabra cosmética algo positivo. Sin embargo, la palabra dermoscosmética está más vinculada a enfermedad. “Queremos entendernos sobre todo con el consumidor. Nosotros sabemos que la cosmética de farmacia es dermocosmética. Pero, esa palabra no la entiende bien el consumidor. Lo que queremos es que nos vean como unos profesionales especializados en una cosmética de farmacia, con un consejo farmacéutico detrás, pero sobre todo que lo entiendan como un punto en positivo”, aboga. Es decir, salud en positivo. Prevención. Hay que atraer y, para atraer, hay que hablar el mismo lenguaje. Los clientes, continúa Laso, “saben que es una farmacia y que ofrecemos una cosmética de farmacia, aunque pon- ga ‘cosmética’. Saben que hay una bata blanca y que damos consejo” , termina. Ésta es una manera de poner todo un poco más fácil.
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