39 Enhorabuena por el premio de la Fundación ECO por su labor de divulgación y formación. ¿Podría explicarnos en qué consiste esta iniciativa y qué impacto ha tenido en la formación sanitaria? Gracias. Nuestra iniciativa de divulgación y formación busca acercar el conocimiento médico y científico a la sociedad, con un enfoque especial en la prevención del cáncer y la mejora del acceso a información rigurosa. A través de conferencias y contenidos accesibles, facilitamos que, tanto los profesionales sanitarios, como los pacientes y sus familias, puedan tomar decisiones informadas basadas en la mejor evidencia disponible. En su experiencia, ¿qué papel juegan los farmacéuticos comunitarios en la atención al paciente oncológico? Podíamos resumirlo como un eslabón esencial en la cadena sanitaria que atiende a los pacientes en general y a los pacientes oncológicos en particular. Sirva como ejemplo que, mientras un oncólogo médico puede ver a un paciente cada mes en tratamiento o cada tres meses en seguimiento, el farmacéutico y el equipo que atiende al paciente y a su familia lo puede atender, por diversas vicisitudes, dos y tres veces más y, probablemente, hasta dedicarle más tiempo a su atención, dudas, etc. En esas conversaciones surgen preguntas, dudas, conversaciones... Con las que el paciente puede ser ayudado a lo largo del proceso con gran profesionalidad, empatía y con el consiguiente apoyo al proceso, siendo el farmacéutico un gran aliado a lo largo de su enfermedad oncológica. La formación continua es crucial en oncología. ¿Por qué considera fundamental que los farmacéuticos comunitarios se especialicen en esta área? El cáncer es una enfermedad en constante evolución, con tratamientos cada vez más personalizados y complejos. Un farmacéutico formado en oncología no solo mejora la calidad de vida del paciente al anticiparse a efectos secundarios y dudas frecuentes, sino que también contribuye a la seguridad en la dispensación de tratamientos. Es imprescindible que los farmacéuticos cuenten con formación actualizada y basada en la mejor evidencia científica. Con este motivo se planteó un proyecto inicial de formación e información a los farmacéuticos, a la par que a los pacientes, en el que pudiéramos tratar temas actuales específicos, como pueden ser las vacunas como prevención o como tratamiento, así como avances en el diagnóstico y otros más transversales, como la importancia de la comunicación (paciente/sanitario) o la atención de los largos supervivientes, etc. Oncology Academy, junto con la Fundación ECO, ha desarrollado una certificación en oncología para farmacéuticos comunitarios. ¿Cómo valora esta iniciativa? Es una iniciativa ejemplar. Garantizar que un farmacéutico comunitario cuenta con los conocimientos suficientes y actualizados en oncología es una tranquilidad para el paciente y una mejora en el sistema sanitario. La certificación fomenta una red de farmacias especializadas que pueden ofrecer un acompañamiento de calidad, alineado con el estado actual del conocimiento en oncología. El itinerario de un paciente en el tratamiento oncológico involucra a numerosos profesionales, destacando la naturaleza cada vez más multidisciplinar de este proceso, contribuyendo así a un mejor acompañamiento en el día a día de los pacientes. ¿Qué impacto puede tener en el pronóstico de los pacientes el hecho de que su farmacéutico esté formado en oncología? Un farmacéutico formado en oncología puede marcar la diferencia en el itinerario del paciente. Al anticiparse a efectos adversos, mejorar el autocuidado y estar alineado con el equipo médico, puede evitar complicaciones con los tratamientos y favorecer la adherencia. En oncología, cada detalle cuenta, y un seguimiento adecuado desde la farmacia puede mejorar significativamente la experiencia y evolución del paciente. ¿Cómo valora el crecimiento de la red de farmacias especializadas en oncología que están surgiendo en España? Es un avance muy positivo. Que cientos de farmacias estén dando este paso adelante demuestra el compromiso del sector con la mejora de la atención a los pacientes oncológicos. Una red bien formada y conectada con el sistema hospitalario es clave para garantizar una atención óptima y multidisciplinar. Las farmacias comunitarias que se focalizan en la oncología no solo enriquecen sus conocimientos, sino que también, al atender a un mayor número de pacientes oncológicos, se establecen como puntos de referencia en su campo. Esto les permite mejorar tanto la calidad asistencial como la eficacia en la toma de decisiones. “CON LA CERTIFICACIÓN EN ONCOLOGÍA CONSEGUIMOS QUE ONCÓLOGOS Y FARMACÉUTICOS COMUNITARIOS ESTÉN UNIDOS CONTRA EL CÁNCER” La colaboración entre oncólogos y farmacéuticos comunitarios es clave. ¿Cómo cree que se puede fortalecer esta relación? A través de la formación conjunta, la comunicación fluida y la integración del farmacéutico en el equipo multidisciplinar. Programas como la certificación en oncología ayudan a crear sinergias y a garantizar que todos los profesionales que atienden a un paciente hablan el mismo lenguaje basado en la evidencia científica. En la era de la información, los bulos en oncología son un problema creciente. ¿Qué papel juegan los farmacéuticos en la lucha contra la desinformación? Los farmacéuticos pueden ser agentes clave en la lucha contra la desinformación, proporcionando información basada en la evidencia y desmontando mitos que pueden perjudicar a los pacientes. Su formación y cercanía les permiten ser una fuente fiable de información contrastada, ayudando a los pacientes a integrar los tratamientos complementarios que a lo largo de su proceso puedan necesitar.
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