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EL FARMACÉUTICO 10 Alberto Buzo (Badajoz) Nos trasladamos hasta la localidad de Feria, que se levanta en tierras pacenses, para conocer la historia de Alberto, hijo de farmacéuticos y testigo de una rica tradición familiar. “Mi padre ejerció aquí como boticario durante casi 40 años, y yo compré la farmacia en enero 2020, justo antes de la pandemia, por lo que los comienzos fueron más complicados de lo esperado”, empieza a relatarnos. Según él, “la vocación farmacéutica es un compromiso que tenemos con nuestros pacientes con el objetivo de mejorar su salud a través de nuestros conocimientos”. Una vocación que le transmitió su padre, de quien aprendió todo lo relacionado con la profesión. En este sentido, asegura que “la ayuda que siempre me ha brindado es fundamental. Al igual que el resto del equipo de la farmacia, que está comprometido con la labor que realizamos día a día”. Alberto está al frente de una botica rural donde acuden personas mayores, por lo que uno de los servicios estrella es la elaboración de SPD, para lo cual, explica, “hemos invertido en una máquina que nos ayuda y nos permite tener un mayor control en su realización”. La realidad es que ellos avanzan en función de las necesidades de sus vecinos, eso sí, con una formación constante. Ahora, precisamente, el equipo se está formando en oncología. Con todo, “las patologías más habituales son la diabetes y las cardiovasculares. Animamos desde nuestra farmacia a nuestros pacientes a conocer mejor sus enfermedades para que adquieran hábitos de vida más saludables”. Y es que la farmacia puede ofrecer mucho más de lo que da. En este sentido, el farmacéutico considera que, “si en el futuro se remuneraran ciertos servicios, seguramente se detectarían casos que, tratados de forma precoz, no supondrían un gasto tan elevado”. Todo ello en un modelo de farmacia que avanza hacia lo asistencial. “Debido a la bajada constante de los precios de los medicamentos y a la esperanza de vida mayor, los servicios asistenciales nos permiten ofrecer una atención farmacéutica integral”, considera. Sobre la falta de fármacos, Alberto manifiesta que “nos afecta mucho, ya que tenemos muchos pacientes mayores que no comprenden y no les gusta que cambie ‘su caja de siempre”, a la vez que añade que “seguimos notando muchas faltas, aunque, por suerte, cuando un laboratorio tiene alguna molécula en falta, otro laboratorio aún no ha entrado en rotura”. Sin duda, en su botica se venden más fármacos que servicios profesionales: “Son más baratos a corto plazo y también son más sencillos de cuantificar, ya que algunos de esos servicios no están siendo remunerados y, además, la sociedad no tiene interiorizado que podemos contribuir a prevenir enfermedades futuras”. Sin embargo, reitera, la razón de ser de la farmacia sigue siendo el medicamento. “Nunca debemos olvidarnos de que somos los profesionales y especialistas del medicamento”, sostiene. ¿Es la farmacia online una competencia? “Desde luego, pero no creo que suponga una amenaza para las farmacias tal y como las conocemos hoy día, puesto que nuestro trato con el paciente, nuestra profesionalidad y cercanía es insustituible, y más en las farmacias rurales en las que se van perdiendo servicios por la disminución de la población”. Con todo, en opinión de Alberto, aunque el sector crece en números, la situación económica y política no augura buenos tiempos. Pese a ello, es optimista: “Los farmacéuticos estamos acostumbrados a adaptarnos a situaciones complejas, siempre en favor de nuestros pacientes. Y así lo seguiremos haciendo”, remacha. ¿CÓMO HA EVOLUCIONADO EL PAPEL DEL FARMACÉUTICO? ¿HACIA DÓNDE SE DIRIGE LA FARMACIA COMO ESPACIO DE SALUD? EN ‘A PIE DE CALLE’, SIEMPRE EN CONTACTO DIRECTO CON LOS PROFESIONALES DEL SECTOR, BUSCAMOS RESPUESTAS A ÉSTAS Y OTRAS PREGUNTAS CLAVE. A pie de calle

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