80 CUIDADO CORPORAL debe contemplar tanto jabones y champús específicos para el baño (libres de detergentes), como lociones y cremas hidratantes tras el mismo, siempre siguiendo el tratamiento que el dermatólogo haya considerado. Como primer paso, el baño diario facilita la eliminación de escamas, que son células muertas de la superficie de la piel, preparándola para facilitar la absorción de los emolientes que se apliquen después. A continuación, los dermatólogos recomiendan utilizar productos emolientes e hidratantes específicos que ayuden a mantener hidratada toda la piel para disminuir el picor y la descamación. Al mantener estos hábitos de forma rutinaria, insisten, “habrá menos rascado, se reducirá el riesgo de infecciones y se conseguirá espaciar los brotes o, incluso, llegar a prevenir que una nueva placa aparezca en una zona sana”. Otro de los factores que desencadena los brotes, como en el caso de la dermatitis atópica, es el estrés, por lo que también es importante tratar de evitarlo. Parte del cuidado diario de la psoriasis consiste en mantener un estilo de vida saludable, evitando el tabaco, siguiendo una dieta equilibrada y haciendo deporte. Todas estas claves ayudarán a que la psoriasis esté más controlada. Acné, la enfermedad de la piel más común Ni afecta solo a los adolescentes ni se presenta solo en el rostro: el acné es la patología cutánea más común. Y aunque lo padece el 80 % de los jóvenes (en los hombres tiende a solventarse entre los 20-25 años), en las mujeres puede persistir hasta los 30-40 años. El acné se forma principalmente por la obstrucción de los poros de la piel y está provocado por factores hormonales, si bien también suele estar asociado a otros componentes genéticos y psicológicos. Respecto a las zonas más afectadas, además de la cara, suele aparecer también comúnmente en el cuello, la espalda, el pecho y en los hombros. Es más, existe un término específico para referirse al acné que se presenta en la espalda: el ‘bacné’, término que combina las palabras ‘back’ (espalda, en inglés) y ‘acné’. Sin llegar a ser una amenaza para la salud, sí que suele causar un gran efecto en la autoestima de quienes lo padecen, así como dejar cicatrices. Para que esto no ocurra, Pilar Gil, dermatóloga de la Clínica Universidad de Navarra, ofrece una serie de consejos par evitar las lesiones que esta patología puede producir en la piel. En primer lugar, es necesario lavarse con cuidado la cara por la mañana y por la noche. Una piel grasa debe limpiarse con un jabón especial y permite utilizar un tónico. Sin embargo, una persona que tenga la piel seca tiene que realizar la limpieza diaria con una leche limpiadora, “nunca un tónico ni jabón”, recalca la doctora. El agua micelar se puede utilizar en todos los tipos de pieles. Además de limpiar la piel, las personas que lo sufren pueden utilizar diariamente cremas hidratantes específicas para reducir la grasa: seboreguladoras o matificantes. Son efectivas porque regulan la producción de grasa, que es lo que induce el acné. Por último, la dermatóloga recuerda que existen cremas específicas para intentar tratar cicatrices, como, por ejemplo, aquellas que contengan ácido retinoico, un derivado de la vitamina A. Además, se pueden tratar mediante técnicas como el láser CO2 fraccionado. En cualquier caso, el tratamiento dependerá del tipo de lesiones, por lo que se podrá utilizar desde una solución tópica a otra por vía oral, dependiendo la intensidad de las heridas. Y siempre, recalca Gil, “es necesario acudir al dermatólogo para valorar si el acné está relacionado con alguna enfermedad hormonal y así facilitar que los tratamientos sean realmente efectivos y evitar la formación de cicatrices”.
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