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171 puede desarrollarse incluso tras años de exposición a un producto previamente bien tolerado. También existen formas menos comunes, como la dermatitis fotoinducida, la dermatitis sistémica de contacto y las reacciones cutáneas inmediatas, que no serán objeto de este artículo ya que su prevalencia es mucho menor. ¿Por qué ocurre? En el caso de la dermatitis de contacto irritativa, se consideran causantes comunes los detergentes, jabones, disolventes, ácidos, bases y el uso excesivo de agua, que compromete la función barrera de la piel. Estos productos son frecuentemente utilizados en tareas domésticas y profesionales, por lo que es razonable sospecharlo en amas de casa o trabajadores de la limpieza. Por otro lado, en nuestro medio los alérgenos que más habitualmente inducen dermatitis de contacto alérgica son diversos. En primer lugar destaca el níquel, presente en bisutería y otros objetos metálicos, como la hebilla del cinturón. Las fragancias y conservantes como el formaldehído y las isotiazolinonas generan sensibilización con frecuencia y están contenidos en múltiples productos cosméticos y de limpieza. Otra molécula muy frecuentemente involucrada en dermatitis alérgicas de contacto es la parafenilendiamina, presente en tintes para el pelo. No obstante, pueden encontrarse alérgenos muy variados en muchas sustancias como tintes, aceites, resinas, textiles, gomas, cosméticos, insecticidas, plantas e incluso elementos ortopédicos. Existe igualmente la posibilidad de que el alérgeno sea transportado por vía aérea, como en el caso de ciertas plantas, pólenes, perfumes o algunos conservantes. La alergia de contacto a alimentos es rara. ¿Cómo se diagnostica? Para el diagnóstico de la dermatitis de contacto en la consulta nos basamos en una evaluación cuidadosa de la distribución de las lesiones y una historia clínica detallada a través de la cual puede orientarse el posible origen de las manifestaciones cutáneas. Son indicadores que nos pueden orientar el hecho de que las lesiones aparezcan tras el uso de un nuevo producto, que tengan una distribución localizada (y en algunos casos característica) o que el paciente tenga exposición a productos químicos en su entorno laboral o doméstico. En casos en que se descarte la causa irritativa y se plantee una dermatitis alérgica de contacto, la prueba del parche (también llamadas pruebas epicutáneas) sigue siendo la técnica de elección para identificar alérgenos específicos. Mediante este método se adhieren parches en la espalda del paciente que contienen los alérgenos más frecuentes, pudiéndose añadir aquellos que se sospechen. Aquellos parches que provoquen un eczema tras estar adheridos un tiempo nos indicarán qué alergeno es el que ocasiona los síntomas en el paciente. ¿Cómo se trata? • Evitar el alérgeno o irritante. Una vez identificado el factor causal, la primera línea de manejo consiste en evitar el contacto con el agente desencadenante. Esto puede implicar cambios en los productos de higiene personal o en el entorno laboral del paciente. • Tratamiento médico. Los corticoides tópicos son el tratamiento indicado para reducir la inflamación cutánea y revertir los signos de eczema, ya sea de corta o larga evolución. En casos recurrentes (porque persiste la exposición al alérgeno, o irritante, que aún no se haya identificado) en que veamos la necesidad de reducir la frecuencia de uso de corticoides, los inhibidores de la calcineurina (tacrolimus y pimecrolimus) pueden ser de gran utilidad. Solo en casos de excepcional gravedad recurriremos a corticoides o inmunosupresores sistémicos. Prevención El farmacéutico, desde la oficina de farmacia, puede desempeñar un papel crucial en términos de prevención, porque comprendiendo bien el origen de los síntomas podrá aconsejar a los pacientes sobre cómo llevar a cabo sus cuidados y qué productos utilizar. Especialmente en aquellos casos irritativos es aconsejable restaurar la barrera cutánea, para lo que nos valdremos de emolientes que contengan ceramidas o glicerina, entre otros. Es importante recordar a los pacientes que sequen bien las manos tras el lavado y apliquen crema hidratante inmediatamente después. En cuanto a las situaciones en que el paciente haya sido diagnosticado de una dermatitis alérgica de contacto, tiene interés reconocer los componentes más alergénicos y ofrecer alternativas de bajo riesgo alergénico cuando sea posible, como productos hipoalergénicos y sin perfumes. Igualmente, el uso de guantes de algodón, vinilo o nitrilo puede ser aconsejable si los síntomas se presentan en las manos, tanto en caso de dermatitis irritativa como alérgica. Conclusión La dermatitis de contacto es una patología común y prevenible que puede afectar significativamente la calidad de vida de los pacientes. Es bueno que tanto dermatólogos como farmacéuticos estemos al tanto de los posibles factores desencadenantes para transmitir a nuestros pacientes las mejores medidas preventivas y terapéuticas. Desde la oficina de farmacia es posible ayudar a mejorar los síntomas de quienes padecen esta afección no solo mediante el conocimiento actualizado sobre alérgenos y componentes irritativos, sino también el consecuente consejo especializado sobre productos para la piel. IRRITATIVA Causada por abuso de jabones, detergentes, disolventes, agua DERMATITIS DE CONTACTO Diagnóstico clínico ALÉRGICA Causada por sensibilización / mecanismo inmune Diagnóstico mediante pruebas del parche

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