EL EXPERTO 168 ESTRATEGIA POR RAQUEL ARBIZU, FUDADORA Y CEO DE FARMAFLOW Y ORGANIZADORA DE ‘A FLOR DE PIEL’ La tristeza de una tienda vacía (reflexión respecto a la farmacia) <<Farmacia Portela (Vigo) Titular: Sara Portela Imagina que entras a una tienda cualquiera. Quizás una de esas grandes superficies que prometen tener de todo. Te paseas por los pasillos mirando, pero algo no cuadra: no hay ni un alma. La sensación es desalentadora, ¿verdad? Pero lo realmente aterrador es cuando necesitas ayuda y te das cuenta de que no hay empleados para atenderte. Te encuentras solo, mirando hacia los lados y esperando que alguien pase o salga de la trastienda. En diferentes ocasiones me ha ocurrido que, al cruzarme con otro cliente, me pregunte: “¿Trabaja aquí?” Yo lo achaco a que siempre miro a los ojos de las personas y esto debe hacer que crean que soy personal del establecimiento. Mi respuesta es: “No, estoy igual que usted, esperando a que alguien me atienda”. Esa es una de las experiencias más frustrantes que se pueden vivir como cliente. ‘Efecto tienda vacía’ en la farmacia Ahora, llevemos esta situación a una farmacia. Seguro que muchos estáis pensando: “Raquel en la farmacia no ocurre esto”. Voy a matizar. En la farmacia no suele ocurrir esto, pero sí que ocurre, y lo digo con conocimiento de causa. Me ha tocado entrar en farmacias vacías en las que no había nadie en la zona de atención. Me ha tocado ponerme a mirar y esperar a que alguien saliese a atenderme mientras escuchaba que había gente en la rebotica. También me ha tocado escuchar a gente hablando y tener que decir: “¿Hola?”, para que alguien saliese a atenderme.
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