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15 stiones. En este sentido, “impartimos charlas y talleres en el municipio en coordinación con el ayuntamiento y asociaciones”. El modelo de farmacia experimentó un salto cualitativo con la implementación de la receta electrónica. No obstante, aún queda mucho por hacer. “Se tiene que revisar el modelo de farmacia en pequeños municipios para que se pueda garantizar el servicio a esa población en el futuro”. A Alberto le preocupa el cierre de oficinas de farmacia en zonas rurales a causa de la despoblación y la falta de relevo generacional, y vaticina que “para poder garantizar un botiquín en esos municipios habrá farmacias que tendrán que dar servicio a una gran extensión de terreno, sin tener ni una estructura ni rentabilidad que lo pueda soportar”. Sobre los servicios complementarios, como la nutrición y el asesoramiento en dermofarmacia, considera que son el futuro de la farmacia, “y esto es así gracias al alto nivel tanto de la formación del personal de la oficina de farmacia como de la calidad de los productos farmacéuticos”. La pregunta es: ¿cómo hacer sostenible la farmacia rural? “Mediante una apuesta sin fisuras por el modelo de farmacia mediterráneo que permita mantener un acceso a estos puntos sanitarios en todo el territorio. También es imprescindible mejorar los canales de comunicación entre el centro de salud y la oficina de farmacia”, afirma. De lo que no hay duda es de que “el seguimiento y valoración para cada patología no se puede realizar garantizando la misma calidad que en un modelo online”. “SE TIENE QUE REVISAR EL MODELO DE FARMACIA EN PEQUEÑOS MUNICIPIOS PARA QUE SE PUEDA GARANTIZAR EL SERVICIO A ESA POBLACIÓN EN EL FUTURO” Silvia García (Teruel) Siempre había sentido curiosidad por la rama sanitaria. Conocemos la farmacia rural de Teruel de la mano de nuestra siguiente protagonista, Silvia. “Si bien mis padres no son farmacéuticos, tengo muchos familiares en el gremio: tíos, primos y también amigos de la familia, etc., por lo que he vivido muy de cerca la farmacia”, confiesa. Su botica, situada en el municipio de Calamocha, de apenas 4.000 habitantes, es el punto de encuentro de vecinos y amigos. “La farmacia es muy comarcal y tiene una población mayor y polimedicada”, explica Silvia, que se esfuerza día a día en anticiparse a las necesidades de sus vecinos y acompañarles en sus patologías y tratamientos: “El trato es muy cercano, y los integrantes del equipo somos unos vecinos más”, afirma. Para esta comprometida farmacéutica, la farmacia antes de la Covid-19 estaba convirtiéndose en un paso administrativo y burocrático de la sanidad. Sin embargo, Silvia considera que “con la llegada del coronavirus se produjo un cambio en la percepción de la salud en la población, que ya no piensa solo en ‘tener salud’, sino en aprender a cuidarse para ‘mantener’ esa salud”. Le preguntamos ha cambiado la esencia del modelo de farmacia. En este sentido, reflexiona que “cambian las modas, el cascarón, pero lo realmente importante sigue siendo igual: asesoramiento, empatía y profesionalidad”. También pone en valor “la educación sanitaria, que es fundamental, y algo que nunca se pierde y que es primordial en la farmacia: la escucha activa”. Con todo, el desarrollo de nuevos servicios es inherente a los tiempos que corren. “El envejecimiento de la población y la forma de vida ha cambiado, y esto nos lleva a ofrecer nuevos servicios. Queremos aprender a cuidarnos y saber cuidar”, sostiene Silvia, al tiempo que destaca que en la valoración de la necesidad del servicio es clave contar con la opinión tanto del médico de familia como del médico especialista y del farmacéutico. ¿Cómo ves el futuro de la profesión? “Con rigurosidad, empeño, especialización y seguimiento tanto de la opinión general como de las tendencias, pero no dejar de ser el compañero que escucha y aconseja”. Y la farmacia online, ¿es un reto o una oportunidad? “Se aleja del sentido de la profesión, se queda en un servicio de dispensación obviando la indicación y el seguimiento. No considero que sea como amenaza, pero sí que tiene que estar regulada”, opina. Preocupada por las llamadas‘pseudociencias’y ocupada en realizar su labor lo más profesionalmente posible, basada siempre en los conocimientos científicos, Silvia hace un balance de cara a los próximos años. “Siempre han existido épocas de caos y de mar en calma, por lo que intento ser optimista. Ya que, pese a las bajadas de precios, las exigencias burocráticas, las faltas insospechadas etc., la ciudadanía continúa valorándonos muy positivamente, y esto va a seguir así”. “SEGUIREMOS TRABAJANDO CON RIGUROSIDAD, EMPEÑO Y ESPECIALIZACIÓN, PERO SIN DEJAR DE SER EL COMPAÑERO QUE ESCUCHA Y ACONSEJA”

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