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EL FARMACÉUTICO 10 Blanca Chacón (Huesca) La historia de Blanca es la historia de una familia de farmacéuticos amantes de la profesión. Ella cogió el testigo de sus tíos Enrique y Regina, también boticarios, un mes antes de la pandemia. Asegura que ha sido la mejor experiencia de su vida. Considera que “es una profesión totalmente vocacional, que exige estar muy al día tanto de los tratamientos como de las necesidades de los pacientes. Lo que más me gusta es la cercanía y la implicación que tenemos con ellos”. Sonriente y plenamente consciente del servicio público que ofrecen las más de 22.000 farmacias comunitarias que hay en España, Blanca valora sobre todo la familia que se crea en torno a la botica. La suya, explica, “es una farmacia muy de barrio, prácticamente nos conocemos todos, hay mucha gente mayor pero también familias con niños, al tener cerca centros educativos”. ¿Qué es lo que más se demanda? “Hay mucho paciente pluripatológico, sobre todo patologías cardiovasculares y respiratorias, con lo que la toma de la tensión arterial y la revisión del manejo de inhaladores forma parte de nuestro día a día”. Otro servicio estrella es el SPD, sobre todo porqué se calcula que el 50 % de los pacientes polimedicados no toman su medicación tal y como se la ha prescrito el médico. En este sentido, “la preparación de SPD es muy beneficiosa en pacientes vulnerables porque incide en el control de sus enfermedades, lo que se materializa en una importante reducción de intervenciones y hospitalizaciones”. “Estamos a pie de calle 24h, los 365 días del año, sin cita previa, y actuamos como filtro indispensable para no saturar la sanidad pública”, recuerda la farmacéutica antes de añadir que “ayudamos a tramitar citas de Atención Primaria y vacunación de gripe y de la Covid-19, inculcamos el buen uso de los medicamentos repasando en cada dispensación su indicación y posología, y potenciamos el uso racional de antibióticos, así como la necesidad de seguir unos hábitos de vida más saludables”. Y un sinfín de servicios más -muchas veces no reconocidos ni abonados- que realiza el farmacéutico día a día gracias a esa vocación inquebrantable. “Creo que la fórmula mejor sería un copago entre la sanidad pública y el paciente, para que así este último lo valorara”, reflexiona. Blanca aprecia muchísimo el trabajo de su equipo: “Son maravillosos y hacen que el paciente se sienta especial”, afirma sin pensar. Además, realiza una labor encomiable de prevención y educación en salud: “Con dos compañeras de otras farmacias, Patricia Rufas y Esther Azón, acudimos a institutos para dar a conocer nuestra profesión y el buen uso de los medicamentos”. Y es que concienciar es prevenir de cara al futuro. La idea es que “si desde jóvenes podemos fomentarlo, de mayores tendrán una mayor conciencia de su salud”. Antes de despedirnos, Blanca confiesa que “mi mayor preocupación es la farmacia rural, que es la que más difícil lo tiene”. Pese a ello, es optimista: “El futuro es complicado, pero a base de mucho esfuerzo y trabajo conseguiremos nuestras metas”, concluye. “ESTAMOS A PIE DE CALLE 24H, LOS 365 DÍAS DEL AÑO, SIN CITA PREVIA, Y ACTUAMOS COMO FILTRO INDISPENSABLE PARA NO SATURAR LA SANIDAD PÚBLICA” ¿CÓMO HA EVOLUCIONADO EL PAPEL DEL FARMACÉUTICO? ¿HACIA DÓNDE SE DIRIGE LA FARMACIA COMO ESPACIO DE SALUD? EN ‘A PIE DE CALLE’, SIEMPRE EN CONTACTO DIRECTO CON LOS PROFESIONALES DEL SECTOR, BUSCAMOS RESPUESTAS A ÉSTAS Y OTRAS PREGUNTAS CLAVE. A pie de calle

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