85 El Grupo Zydus cuenta en España con una amplia red comercial y, además, colabora estrechamente con la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG) a la hora de promocionar el uso de medicamentos genéricos.“La recomendación es la prescripción por principio activo; que se recete omeprazol cápsulas en lugar de una marca concreta, o que se recete atorvastatina comprimidos en lugar de la marca correspondiente. Eso es algo que todavía no se ha conseguido al 100 %. Hay aún un remanente de marcas ya no protegidas que tienen una cuota de mercado insólitamente alta comparada con el resto de Europa”, reprocha. Asevera que este cambio es necesario que lo inicien no solo las compañías farmacéuticas con su promoción, sino también las farmacias, y que cale en los pacientes. Desde Laboratorios Combix se realizan campañas que contribuyen en este sentido. Se apoyan en algunos de sus medicamentos publicitarios, como el reconocido Calmante Vitaminado, para dirigirse a los pacientes con campañas especiales. Con todo,“el posicionamiento actual de Combix en España es el de una compañía media del sector de genéricos, pero con muy buen desarrollo de crecimiento”. “Vamos completando vademécum y, aunque introducimos algunos medicamentos OTC porque son muy sinérgicos, nuestro ‹core business› sigue siendo el medicamento genérico”, insiste. Destaca que su compañía matriz en India, a nivel mundial, dispone de un pipeline de más de 30 productos biosimilares. Y en el mercado indio es la número uno.“Fue la primera compañía en lanzar adalimumab”, comenta. Actualmente están iniciando trials para poder lanzar productos en Estados Unidos y en Europa. “Nuestra visión es que se va a tardar al menos cinco años. Entonces, es el tiempo que nosotros tenemos para consolidar nuestro mercado de genéricos. Luego, se abordará el mercado de biosimilares”, informa. Un riesgo altísimo Añade que la capacidad industrial y tecnológica de una empresa como la suya es muy alta y “siempre van habiendo mejoras que permitan el abaratamiento del coste de manufactura”. Sin embargo, advierte de que el coste de las materias primas es algo totalmente diferente. Las materias primas y su síntesis se están encareciendo. Tampoco obvia que éste es un mercado global. “Ahí hay un problema de calado que no se está viendo. Es decir, hay un problema de desabastecimiento muy incipiente en el mercado, pero ésa es la punta del iceberg. Querer reducir el coste del tratamiento mensual de algunos productos por debajo de lo que cuesta un café es un riesgo altísimo”, argumenta. Fernández Balaguer sostiene que no es sostenible tener un producto como una metformina, o una furosemida, que toman millones de personas, a dicho coste, muy por debajo de lo que cuesta un paquete de chicles. Repite que las materias primas están subiendo y que sus mercados son globales, por lo que, si hay otro mercado en el mundo que tiene demanda de esos productos y lo paga mejor, las compañías que suministran materias primas las van a vender en ese mercado. “Eso es lo que está pasando con productos como la amoxicilina, y mañana va a empezar a pasar con otros”, avisa. Hace tiempo que se marcó un umbral mínimo de precios que está en torno a los dos euros, pero que “no se está respetando, fomentando desde la propia Administración bajadas de precio temerarias”. Esta situación obliga a algunas compañías a descontinuar algunos productos porque no los pueden vender a pérdidas. Lamenta que haya una visión cortoplacista: “Hay que conseguir un ahorro de diez millones. Lo puedo conseguir aquí porque hay compañías sin producción propia que ponen el precio del tratamiento de un mes de un producto esencial a un euro menos de lo que cuesta un café, y nuestros gestores tan contentos queriendo creer que esto no esconde riesgos. Leí recientemente un artículo donde se defendía que no hay tanto riesgo porque antes había 14 compañías con este producto y ahora todavía quedan siete: efectivamente ese es el primer golpe, luego quedarán seis, cinco y cuatro, y cuando haya una o dos el problema estará servido, aunque serán otros quienes tengan que afrontarlo. Se está llegando a un punto que no tiene sentido, porque además el ahorro no está ahí, sino que está en conseguir que salgan los genéricos pronto, que el coste de un producto de 100, 60 o 50 euros baje un 40 % rápidamente y promover que se gane cuota de mercado con esos productos. Lo otro es muy lamentable”. El pasado mes de diciembre estuvo marcado por la aprobación, por parte del Consejo de Ministros, de la Estrategia de la Industria Farmacéutica. “La verdad es que es pronto para tener una opinión formada, son muchos años viendo cambios de ley donde actúan ministerios diferentes, y hasta el último día no se sabe exactamente cómo va a quedar; pueden cambiar dos cosas fundamentales del borrador y aparecer alguna nueva que cambia completamente el sentido”, reflexiona. Lo que valora es que “lo que se precisa para tener un mercado de genéricos que sea realmente competitivo y se consiga invertir en I+D para sacar muy pronto nuevos productos, es tener una cuota de mercado alta”. Para alcanzar mayor volumen y poder optimizar en producción, asevera el director general del Grupo Zydus, es necesario que se prescriba por principio activo y que haya un diferencial de precio entre el genérico y la marca.“España es el único país del mundo occidental donde el precio del genérico y de la marca es el mismo por ley”, manifiesta. Puntualiza que, a su juicio, es “una disfunción que viene marcada por el cortoplacismo”. Se pregunta qué sentido tiene recetar un genérico si el precio de la marca es exactamente igual. Otra disfunción que localiza es que el reembolso por parte del paciente sea el mismo. Si se quiere potenciar el consumo de genéricos, éstos tienen que ser, aunque sea, un 5 % más baratos para que el propio paciente los pida. Igualmente, solicita que las autoridades se aseguren de que se prescribe por principio activo en todas las comunidades autónomas. Todo esto, y que se respete el umbral mínimo de precios, “es clave” para que el mercado de genéricos obtenga fuerza y, por ende, produzca más ahorros sostenibles. De todas formas, prefiere ser positivo. “Tanto AESEG como sus asociados están haciendo mucho trabajo didáctico, de explicar todo con detalle, sin pelos en la lengua. Al final, nuestros gestores han de tomar una decisión. Si bien es cierto que no depende solo del Ministerio de Sanidad, también hay otros ministerios involucrados. Espero que, esta vez, el objetivo que salga adelante permita que se desarrolle el mercado de genéricos y no sigamos siendo el país occidental con menor cuota de mercado de genéricos”, expresa. Concluye que algo habrá que cambiar para salir de esta situación excepcional en la UE. “EL POSICIONAMIENTO DE COMBIX ES EL DE UNA COMPAÑÍA MEDIA, PERO CON MUY BUEN DESARROLLO DE CRECIMIENTO”
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