23 IM MEETINGS PATROCINADO POR En el primer IM Meetings del 2025, celebrado el pasado 16 de enero, exploramos el papel clave del farmacéutico como figura de asesoramiento en la cura de heridas, así como técnicas de cuidado avanzado y estrategias para optimizar esta categoría. Lo hicimos con la colaboración de Nuria de Argila, enfermera con formación Máster, experta en cuidados dermatológicos en personas con cualquier tipo de herida y miembro de la Sociedad Española de Heridas (SEHER); Jorge Rojo, licenciado en Farmacia, Dietética y Nutrición Humana y responsable de la Farmacia Jorge Rojo desde 2018, y Pol Rodríguez, licenciado en Farmacia por la Universidad de Barcelona, con experiencia en la farmacia comunitaria y actualmente asesor científico y experto en producto de Hansaplast. Laura Peidró, redactora jefa de IM Farmacias, introdujo que el objetivo de la sesión era “ofrecer las claves para marcar la diferencia en la cura de heridas desde la oficina de farmacia”. Recordó que, hoy en día, nadie duda de que el farmacéutico y el técnico de farmacia son cada vez más relevantes en la atención a las personas con heridas agudas, y que es cada vez más frecuente que sean el primer punto de contacto antes de asistir a un centro de salud. “Ya sea para asistir el autocuidado de heridas agudas, como cortes y abrasiones, ampollas o quemaduras domésticas, todas ellas lesiones extremadamente frecuentes que se dan en el día a día”, dijo. Como para asistir en el cuidado de heridas posoperatorias en casa, especialmente como consecuencia de los nuevos protocolos, que se centran reducir, hasta en tres días menos, las estancias hospitalarias. Por supuesto, también para atender situaciones de primeros auxilios, “para las cuales es imprescindible saber detectar los signos de infección y conocer cuando es necesario derivar al médico”. Por todo ello, apuntó, el posicionamiento de los farmacéuticos como profesionales sanitarios de referencia en el entorno comunitario se enfoca en “conocer e identificar los tipos de heridas y el proceso de cicatrización, y en informar y ayudar al paciente a partir de un conocimiento sólido sobre el cuidado de heridas”. Peidró advirtió de que, sin embargo, en general, a los farmacéuticos comunitarios les falta formación y herramientas para asesorar a los pacientes que acuden a ellos. Precisamente, con el fin de dar respuesta a esta situación, Hansaplast ha desarrollado, con el apoyo científico de De Argila, un ‘Manual de Heridas’ para explicar de manera didáctica cuáles son los diferentes tipos de herida y qué atención debe ofrecer el farmacéutico para que se lleven a cabo buenas prácticas de autocuidado y cicatrización. Este documento cuenta con el aval de la Sociedad Española de Heridas desde el pasado 2024. Con él, se persigue empoderar y proporcionar las herramientas necesarias al profesional farmacéutico para consolidar sus bases de conocimiento y mejorar en el reconocimiento de los tipos de heridas, a la vez que ayuda a aconsejar y acompañar a las personas en el proceso de curación. Pautas De Argila desarrolló en qué consiste este manual y abordó cuestiones fundamentales como la limpieza adecuada de la herida y la correcta manipulación del apósito, así como los beneficios de la cura en húmedo para asegurar una cicatrización más rápida y estética. Avisó de que, sin una atención adecuada, el procedimiento se puede alargar en el tiempo. Normalmente es tarea de enfermería, pero “cada vez es más necesario que este abordaje sea realizado por un equipo multidisciplinar”. Los farmacéuticos, de acuerdo con sus palabras, disponen de muchos materiales para instruir al usuario que acude a ellos con una herida e indicarle el manejo en un primer momento. El citado manual ayuda en el abordaje de la atención del paciente con heridas y está escrito en un lenguaje sencillo. La filosofía de la Sociedad Española de Heridas es que todos los profesionales sanitarios tienen algo que aportar, y el contenido, de carácter científico, se ha elaborado por un equipo multidisciplinar. Especificó las pautas para el cuidado de heridas. Lo primero es limpiar la herida, la zona afectada. Para ello, antes hay que lavarse las manos durante al menos 20 segundos. Después, se puede lavar la herida con agua tibia y con un jabón suave, con un ph lo más parecido a la piel posible. El segundo punto es detener la hemorragia, aplicando una presión directa en el punto que sangra. Es importante mantener el punto de presión al menos durante cinco minutos, diez si el paciente está anticoagulado. No hay que levantar durante ese tiempo. Si se trata de un a punción, hay que buscar los objetos dentro de las heridas y, si los hay, derivar al médico. Acto seguido, hay que aplicar un antiséptico. Sugirió que sea trasparente y nunca mezclar antisépticos. Hay un nuevo producto que es antimicrobiano que puede servir para desinfectar la herida. El último paso es cubrir y proteger con un apósito primario; secundario si es necesario. Nunca hay que estirarlo ni deformarlo. Es interesante aplicar un poco de calor, poner una mano encima, para que la adherencia se realice con el menor tiempo posible. Hay que retirar el apósito cuando está manchado en más de un 50 %. Entró en los beneficios de la cura en ambiente húmedo. Antiguamente, era muy frecuente la idea de que “la herida hay que dejarla curar al aire”. “La herida tiene que estar protegida en un ambiente JORGE ROJO POL RODRÍGUEZ NURIA DE ARGILA
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