IMFarmacias_152

CUIDADO FACIAL 102 HAY PASOS, COMO LA LIMPIEZA Y LA HIDRATACIÓN, QUE RESULTAN IMPRESCINDIBLES SIN IMPORTAR LA ESTACIÓN EN LA QUE NOS ENCONTREMOS. PERO EL ‘SKINCARE’ DEBE AJUSTARSE A LAS NECESIDADES ESPECÍFICAS DE CADA PACIENTE Y, POR SUPUESTO, A LA CLIMATOLOGÍA. Una rutina de cuidado de la piel para cada época del año “La piel tiene memoria”, se suele repetir. Y no es ningún mito tal afirmación. El órgano más grande del cuerpo almacena todas las agresiones sufridas, cuyos efectos aflorarán, con mayor o menor intensidad, en el futuro. Como señalan los expertos de la Fundación Piel Sana, “las consecuencias de las agresiones padecidas por la piel suelen traducirse a medio y largo plazo, como mal menor, en un envejecimiento prematuro, pero también pueden acarrear perjuicios graves, como el desarrollo de un cáncer de piel, el temible melanoma, cuya progresión, desgraciadamente, continúa en aumento”. Lo mismo sucede con la práctica reiterada de costumbres nocivas, tales como el consumo abusivo de alcohol y tabaco, que acelera el envejecimiento y deteriora el aspecto de la piel y, en el segundo caso, provoca un síndrome específico en la cara de los fumadores. Normalmente se habla de la memoria de la piel referida a los efectos de la exposición solar. Y cierto es que el sol puede ser un amigo muy saludable (ayuda a fabricar la vitamina D, nos proporciona luz y calor y ha sido considerado, tradicionalmente, como fuente de vida y alegría), pero también puede convertirse en un enemigo temible, si no se le trata de forma adecuada. Sin embargo, cabe recordar que el invierno y la exposición al frío también requiere la adopción de unos cuidados especiales para la piel. Y es que, en la época invernal, nuestra piel acusa especialmente los efectos del frío, el

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=