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83 Utilizar las plantas medicinales para prevenir o sanar una enfermedad es una terapéutica que se remonta a tiempos ancestrales en diversas culturas alrededor del mundo. Sin embargo, el término por el que la conocemos hoy en día, fitoterapia, fue acuñado en el siglo XX por el médico francés Henri Leclerc a partir de dos vocablos griegos: phytón (planta) y therapeía (tratamiento). Actualmente, la fitoterapia se define como la utilización de los productos de origen vegetal con finalidad terapéutica para prevenir, aliviar o curar un estado patológico, o con el objetivo de mantener la salud. Y lo más importante a destacar es que existe una base científica que apoya la eficacia de muchos productos fitoterápicos para determinadas indicaciones. Ahora bien, como indica la Sociedad Española de Fitoterapia (SEFIT), “la eficacia se consigue solo con el uso adecuado de los preparados fitoterápicos, tanto en lo que se refiere a las indicaciones como a la forma de administración, teniendo en cuenta sus posibles contraindicaciones, efectos secundarios e interacciones”. Es necesario, por tanto, “disponer de productos con calidad, seguridad y eficacia contrastados, así como de herramientas de información rigurosas y fiables para los profesionales sanitarios, además de proporcionarles la oportunidad de adquirir una formación sólida en esta materia”. Es ahí donde entran en juego los farmacéuticos. Conscientes de que la promoción y el conocimiento de la fitoterapia supone un complemento esencial en la salud y bienestar general, dentro de los Colegios Oficiales, tanto el nacional como los regionales, cuentan con grupos especializados de profesionales encargados de profundizar y difundir el uso responsable y basado en la evidencia de las plantas medicinales dentro de la farmacia comunitaria. “Los farmacéuticos, por sus amplios conocimientos, desempeñan un papel fundamental en esta área, en la educación de pacientes y profesionales de la salud sobre las propiedades terapéuticas, beneficios y posibles riesgos de las plantas medicinales”, afirman desde la Vocalía de Plantas Medicinales y Fitoterapia del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. Los principales usos de la fitoterapia De hecho, los propios pacientes lo reclaman: según una encuesta realizada por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Sevilla en las farmacias de la región en 2022, el 80 % de los participantes habían hecho uso de algún producto de este tipo, sobre todo dirigidos a dolencias puntuales y de manera ocasional, siendo los trastornos de tipo nervioso y digestivo los más tratados. Por ejemplo, el 82,2 % de los farmacéuticos recomiendan las plantas medicinales como primera terapia para los problemas relacionados con el sueño, según los resultados de una encuesta realizada por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) y Arkopharma Laboratorios. Entre las plantas medicinales utilizadas para abordar trastornos del sueño destacan la pasiflora y la amapola de California, que pueden resultar de ayuda en casos de insomnio ocasional. El hecho de escoger como primera opción las plantas medicinales para tratar este tipo de problemas “puede contribuir a reducir costes para la salud pública, al disminuir la prescripción de somníferos y, por tanto, a mejorar la calidad de vida de los pacientes, ya que reciben un tratamiento que, en muchos casos, será suficiente, y si no es así, se derivará al médico”, en palabras del presidente del CGCOF, Jesús Aguilar. Este grupo de plantas constituye uno de los que más ha incrementado su venta en los últimos años, con un punto de inflexión a raíz del confinamiento, pues además alivian los trastornos leves de ansiedad y estrés. “Se trata de plantas medicinales que han demostrado eficacia para aliviar y tratar los trastornos ocasionales y leves relacionados con la ansiedad, el estrés y el insomnio, problemas que han podido derivarse de la situación generada durante la pandemia de Covid-19”, indica Teresa Ortega, profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y vicepresidenta del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO). Al igual que para los problemas de sueño, las plantas medicinales más utilizadas en estos casos son la valeriana, la amapola de California, la pasiflora y la melisa.“En la farmacia podemos adquirir el preparado adecuado en función del problema concreto que tengamos: si nos cuesta conciliar el sueño, si estamos demasiado estresados durante el día, etc. Puede ser de una sola planta o de mezclas. Por ejemplo, en el caso del insomnio podemos encontrar preparados que combinan varias plantas con melatonina, hormona reguladora del sueño. Pero, además, podemos encontrarlas en forma de cápsulas, que nos permiten utilizar la dosis adecuada”, indica Ortega. El estrés es otro de los motivos frecuentes de consulta en la farmacia comunitaria. Algunas plantas medicinales, como la raíz de ginseng o la raíz de eleuterococo, pueden ser útiles en algunos casos por su acción estimulante, mejorando situaciones de sobrecarga o fatiga. También la lavanda, la valeriana, o el lúpulo están indicadas para síntomas moderados de estrés cuando está asociado a ansiedad. En algunos casos de depresión leve, las plantas medicinales pueden de igual manera contribuir a mejorar sus síntomas, por su actividad antidepresiva. Es el caso del hipérico o hierba de San Juan que contiene hipericina, un principio activo que actúa provocando un efecto global de la normalización de los neurotransmisores implicados en la modulación del humor, contribuyendo al equilibrio emocional. Por otro lado, según datos de la Organización Mundial de la Salud, el 39 % de las personas adultas tienen sobrepeso, que se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Mejorar los hábitos alimenticios, controlar la ingesta de calorías o aumentar el ejercicio físico son algunas de las principales recomendaciones para combatir el exceso de peso. Pero también las plantas medicinales constituyen una opción útil para reducir el apetito, incrementar la sensación de saciedad y disminuir la acumulación de grasa. En este sentido, el plantago, el glucomanano y el fuco favorecen el tránsito intestinal y producen sensación de saciedad. Asimismo, el té verde y el guaraná reducen la absorción y almacenamiento de ácidos grasos, aumentando su transformación en energía. Y la garcinia disminuye la transformación de azúcares en ácidos grasos y su acumulación en el tejido adiposo, atenuando además el apetito. ENTRE LAS PLANTAS MEDICINALES UTILIZADAS PARA ABORDAR TRASTORNOS DEL SUEÑO DESTACAN LA PASIFLORA Y LA AMAPOLA DE CALIFORNIA, QUE PUEDEN RESULTAR DE AYUDA EN CASOS DE INSOMNIO OCASIONAL

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