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EL FARMACÉUTICO 14 ción de especialidades y la atención farmacéutica”. En la botica de Mª Isabel el stock también es abundante, pues responde a sus peculiaridades como farmacia única en una población reducida. La farmacia actualmente desempeña una labor crucial en la revisión del tratamiento, especialmente en pacientes con mayor riesgo de sufrir efectos adversos. Con ello, asegura, “conseguimos mejorar la seguridad, efectividad y adherencia a nivel individual”, y destaca la importancia de mantener una buena relación y comunicación con los otros profesionales anitarios: “Es preciso que cooperamos todos juntos en la prevención de futuras enfermedades con el fin de evitar males mayores”. Un buen ejemplo de ello son las campañas de concienciación y revisión del cribado del cáncer de mama que Mª Isabel lleva a cabo en su farmacia. Explica que “colocamos carteles y ofrecemos información de los diferentes síntomas, asimismo insistimos en la importancia de acudir a las citas de mamografías” y pone en valor las formaciones que organiza el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Córdoba para favorecer la actualización de los conocimientos. Para nuestra protagonista, el modelo de farmacia ha avanzado en los últimos años a un ritmo acelerado. Y es que, si antes la botica se fundamentaba principalmente en la formulación magistral sin apenas presencia de la venta de especialidades y productos sanitarios, la farmacia actual es una farmacia digitalizada y preparada para los nuevos tiempos. En este sentido, considera que “con los avances tecnológicos y científicos la industria farmacéutica ha adquirido gran relevancia, por lo que el modelo de farmacia ha evolucionado para mejor, adaptándose a las necesidades actuales de los pacientes”. Sin duda, el servicio estrella de la farmacia de Villaralto es la dispensación de medicamentos. “Incidimos en un buen seguimiento farmacoterapéutico del paciente al tratarse de una población conocida y reducida. Trabajamos para mejorar su salud”, sostiene Mª Isabel, al tiempo que añade que “en la zona rural, muchos pacientes siguen pensando que la farmacia es solo un lugar donde obtener la medicación, pero debemos informarles de la importancia de los servicios que procuran una mejora en la calidad de vida”. Además, Mª Isabel está incorporando en su botica el servicio de nutrición, de dermocosmética y diagnóstico capilar, entre otros. Sobre la farmacia online, cree que, aunque ha venido para quedarse, tiene sus luces y sus sombras. Así, argumenta que “facilita la compra a personas que no tengan posibilidad de acceso al local, pero está ausente la escucha activa del profesional, el consejo cercano y el seguimiento del farmacéutico”. Con todo, la farmacia tiene el futuro asegurado siempre y cuando se adapte a las necesidades del momento, también tecnológicas. “Atravesamos momentos de innovaciones continuas a gran celeridad, por lo que el futuro de la farmacia necesita condicionarse”, sopesa antes de vaticinar que “será necesario que incorporemos la digitalización y tecnologías novedosas para ir adaptándonos al mercado, cuya complejidad aumenta. Todo esto sin olvidar la formación continua, en la que nuestro COF de Córdoba es máximo precursor”. Mª Isabel García (Córdoba) Nacida en el seno de una familia de boticarios, mucho ha llovido desde que su madre inaugurara la botica familiar en 1956 en la localidad cordobesa de Villaralto, pero la vocación de servicio público sigue intacta de generación en generación. “La vocación para mí es esa inquietud que sentí desde pequeña por estudiar Farmacia. Posiblemente influyó el ambiente que se respiraba a diario en el seno de mi familia”, recuerda Mª Isabel. El perfil de cliente que más acude a su farmacia es de una mujer adulta, aunque, “al ser farmacia única, atendemos a personas de todas las edades. Y los servicios más demandados son la dispensaPedro Manuel Hernández (Las Palmas de Gran Canaria) Pedro Manuel nos abre las puertas de su farmacia. Perteneciente a una familia de farmacéuticos, compró su botica en 1988 en Las Palmas de Gran Canaria. Hoy día es el proyecto más ilusionante de su vida. “Soy la cuarta persona que gestiona la oficina de farmacia. El primero fue Nicolás Lorenzo Fernández, que falleció a los 33 años. Posteriormente la compró José Martín, y más tarde fue adquirida por Andrés Megías Mendoza. En 1988 decidí dar el paso y comprarla cuando se puso en venta”, relata. “Ser boticario para mí es una bonita profesión en la que intentas siempre aconsejar a los pacientes, y para ello tengo un equipo que se vuelca al 100x100. Ellos son la verdadera espina dorsal de la botica”, asegura el farmacéutico antes de confesar que, si no fuera por los compañeros de trabajo, su proyecto sería inviable. Considera que “la atención farmacéutica es, hoy en día, el punto vital de la oficina de farmacia”, y añade que “nosotros procuramos adaptarnos a todo tipo de usuario, al que atendemos, aconsejamos y nos ponemos en su lugar para ser siempre empáticos”. Sin duda, el modelo de farmacia predominante cuando Pedro Manuel llegó en 1988 no era el mismo que el actual ¿Qué cambios podríamos destacar? “Por lo pronto, el modelo farmacéutico ha cambiado y seguirá cambiando, adaptándose a la realidad sanitaria de la sociedad”. >>

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