13 Belén Vega (Córdoba) Alcolea está a unos 12 km de Córdoba capital. Hasta allí nos vamos para conocer a esta entusiasta boticaria, hija de farmacéuticos, que guarda su legado familiar como oro en paño. “Me crié en la botica rural que regentaban mis padres donde pasaba mis días rodeada de matraces, pipetas y morteros”, sonríe antes de añadir que “aún recuerdo el olor a botica y la cercanía de los pacientes ¡Era muy fácil contagiarse del espíritu sanitario que allí reinaba!”. Belén finalizó sus estudios de Farmacia y Óptica, y acto seguido comenzó a trabajar mano a mano con su padre en una farmacia de barrio. De eso hace ya más de 25 años, en los que “hemos ido creciendo con nuestros pacientes, adaptándonos a sus necesidades y apostando siempre por una farmacia asistencial”. Los más demandantes son pacientes mayores que viven solos y que requieren de una atención personal e individualizada. Situación para la cual, considera, “la figura del farmacéutico rural es indispensable, pues para esa población muchas veces somos el único agente sanitario cercano”. E insiste en destacar “el papel esencial de la farmacia rural -que ha cumplido a veces un papel estoico- que permite que toda población, por pequeña que sea, tenga un farmacéutico cercano”, Con todo, aunque con el paso de los años la farmacia ha ido adquiriendo un protagonismo relevante en atención primaria, Belén lamenta que “hace falta potenciar una mayor conexión con los médicos y enfermeros con el fin de solucionar problemas con la medicación de nuestros pacientes”. En este sentido, reclama mayor colaboración entre el farmacéutico y el médico, “porque nosotros somos los especialistas en el medicamento y cada vez estamos más medicados”. Además, en su farmacia “concienciamos al paciente de la importancia del diagnóstico y prevención de muchas afecciones así como de sus consecuencias”. De hecho, participan en campañas de detección del cáncer de mama, diabetes, hipertensión y prevención de ictus, mientras que los servicios que ofrecen avanzan a la par de las necesidades de los pacientes: “Hemos pasado de vender productos infantiles hace unos años a formarnos en otras categorías como la ortopedia para ofrecer andadores, ayudas técnicas para el baño y cuidado diario de pacientes cada vez más longevos”. Otro servicio en alza es la elaboración de SPD, ampliamente demandado por la población. “Tenemos que trabajar junto con las administraciones para que sean servicios profesionales llevados a cabo por los farmacéuticos”, reclama. Así, asegura, la sostenibilidad de la oficina de farmacia pasa “por potenciar los servicios profesionales y hacer presente la figura del profesional sanitario para competir con los mercados online”. Para despedirse, Belén nos deja un mensaje lleno de optimismo: “Nuestro futuro se basa en la mejor atención farmacéutica ligada a una mayor formación que requiere una actitud proactiva por parte de todos”.
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