107 Los mecanismos que hacen que este microorganismo sobrecrezca y tenga carácter patógeno no están del todo claros, pero sabemos que, más frecuentemente durante el verano, en climas húmedos y en varones, es capaz de proliferar generando las lesiones cutáneas. Estas son placas circulares u ovaladas que confluyen y suelen localizarse en el pecho y la espalda y suelen tener un color anaranjado. Sin embargo, durante el verano se ven menos pigmentadas que el resto de la piel, pues indirectamente pueden inhibir la síntesis de melanina, evitando que la piel afecta se broncee. Se trata con antifúngicos tópicos u orales si la extensión es grande. Infecciones por cándida Las infecciones por cándida generalmente se presentan en relación con la humedad y la maceración. Es por ello frecuente observar cuadros de infección cutánea (llamada intértrigo candidiásico) en las ingles, zona submamaria o la zona del pañal (tanto en ancianos como bebés). La piel afectada se ve roja, puede fisurarse y suele tener unos granitos en la zona periférica (satelitosis). Curiosamente, este hongo también puede generar infecciones en los pliegues ungueales en personas con empleos relacionados con la hostelería o amas de casa. A este cuadro lo llamamos paroniquia candidiásica. Es una infección superficial, que en muchos casos mejora con tratamiento tópico, si bien en ocasiones podemos necesitar instaurar tratamiento oral. Infecciones por dermatofitos - tiñas Los dermatofitos son hongos que se alimentan de queratina. Por ello, afectan a la piel, las uñas y el pelo. Estos son los principales tipos: Tiñas de la piel lampiña Aunque el nombre suene una condición obsoleta, la tiña es frecuente en nuestro medio. Este nombre se usa para denominar las infecciones superficiales por dermatofitos. De este modo, en función de la parte del cuerpo afectada, el cuadro recibe un nombre u otro. La más conocida probablemente es la tiña del pie (tinea pedis en su versión latina), también llamada ‘pie de atleta’. Puede cursar como rojez o descamación en los pliegues de los pies, como sequedad y descamación en todo el pie o pequeñas ampollas. Cuando los dermatofitos afectan a otras áreas de la piel suelen adoptar una forma anular, de tal manera que la lesión cutánea, típicamente descamativa, crece de forma centrífuga con un borde más rojo y aclarándose progresivamente por el centro. Es importante señalar que todas estas formas de infección cutánea superficial por dermatofitos pueden asemejarse a otras enfermedades de la piel, como eczemas, psoriasis o pitiriasis rosada, entre otros. No es raro el caso en que las tiñas son tratadas por error con corticoides tópicos. En estas situaciones, al reducirse la inflamación, se da una falsa mejoría que atenúa la lesión, si bien esta no desaparece del todo y recurre con facilidad con un aspecto más leve. Por todo esto, recordemos que antes de proponer o indicar cualquier tratamiento al paciente que consulta por una roncha en la piel, es importante la realización de un diagnóstico dermatológico: existen lesiones que se parecen mucho y que pueden requerir tratamientos radicalmente opuestos. La infección cutánea por hongos requiere de tratamiento con antifúngico, que en función de la extensión será tópico u oral. Tiña del cuero cabelludo Es un cuadro que más frecuentemente afecta a niños, ocasionando áreas sin pelo que pueden ser completamente alopécicas o conservar pelos de diferentes tamaños. En la piel de dicha calva puede observarse descamación. Fue relevante la epidemia de este cuadro que tuvo lugar en 2023 fruto de la falta de asepsia en los instrumentos de peluquería para rapar el pelo. La tiña del cuero cabelludo ha de diferenciarse de otras enfermedades que puedan ocasionar áreas alopécicas, como la alopecia areata o la tricotilomanía. Una vez realizado el diagnóstico, ha de pautarse tratamiento oral en todos los casos durante varias semanas. Los champús y cremas antifúngicas no son suficientes. Onicomicosis Los dermatofitos afectan muy frecuentemente también a las uñas, especialmente las de los pies. Esta infección se manifiesta como manchas amarillentas y engrosamiento de la uña, que si avanza puede llevar a lo que llamamos ‘distrofia’ y que se corresponde con una alteración completa de la arquitectura de la uña. Enfermedades como la psoriasis o, incluso, traumatismos fruto del deporte o caminatas pueden generar alteraciones en las uñas similares a las causadas por hongos. De ahí la importancia de un adecuado diagnóstico diferencial por un especialista. Esto es especialmente relevante en el caso de las onicomicosis, pues su tratamiento, en la inmensa mayoría de los casos, ha de hacerse con antifúngicos orales durante varios meses, de tal modo que es importante que la indicación del tratamiento sea adecuada. Solo en los casos en que la afectación de la uña es mínima (máximo 2 mm) puede recurrirse a productos tópicos, los cuales de forma aislada tienen muy escasa efectividad. Sin embargo, en conjunto con el tratamiento oral han demostrado que refuerzan la efectividad del tratamiento. Conclusión Las infecciones cutáneas por hongos tienen características particulares que permiten el diagnóstico habitualmente de forma clínica con escasas pruebas complementarias. Es importante establecer un adecuado diagnóstico con el fin de orientar el diagnóstico de una forma precisa, evitando la confusión con otras enfermedades inflamatorias que requieren corticoides tópicos y pautando tratamiento oral en aquellos casos que lo requieren, como las onicomicosis o las tiñas del cuero cabelludo. DERMATOFITOS CÁNDIDA ONICOMICOSIS* HONGOS EN LA PIEL TIÑAS PIEL LAMPIÑA CUERO CABELLUDO* INTÉRTRIGOS PARONIQUIA* CUERO CABELLUDO* MALASSEZIA SP. PITIRIASIS VERSICOLOR * Tratamiento oral necesario
RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=