CUIDADO BUCODENTAL 84 Siguiendo la ruta inversa, también hay un gran desconocimiento del impacto que tienen en la boca las enfermedades o patologías sistémicas. Ejemplo de ello son las personas diabéticas, que tienen un riesgo hasta tres veces mayor de sufrir periodontitis. Sin embargo, el reconocimiento de los factores de riesgo mutuos y el intercambio de conocimientos entre odontología y salud general son escasos en la práctica clínica. Con el objetivo de concienciar sobre salud bucal y su vínculo con la salud general nace Perio & Cardio, una iniciativa conjunta de la Federación Europea de Periodoncia (EFP) y la Federación Mundial del Corazón (WHF). En palabras de Anton Sculean, chair of the EFP’s project comittee, “la periodontitis puede desencadenar o agravar afecciones y episodios cardiovasculares, lo que también significa que, al mantener unas encías sanas, las personas están contribuyendo también a reducir los riesgos de problemas cardiovasculares”. El binomio salud oral y nutrición La higiene bucal y el cuidado directo de la boca es una medida esencial para la eliminación de la placa bacteriana y, por ende, para prevenir una amplia gama de patologías. Pero merece la pena detenerse en un aspecto que no se suele relacionar con la salud oral y que, sin embargo, juega un papel fundamental. Hablamos de la nutrición. Para ponerlo de relieve, el Consejo de Dentistas, la Federación Dental Española y la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria se han unido a fin de elaborar la ‘Guía salud oral y nutrición’, donde queda reflejado que la alimentación y la salud bucal están inseparablemente asociadas entre sí. Un estado nutricional deficiente puede afectar la salud bucodental y, del mismo modo, una salud oral deficiente puede influir en la ingesta dietética y provocar desnutrición. Varios estudios establecen una relación entre una salud bucodental deteriorada y el aumento del riesgo de varias enfermedades crónicas. Por ejemplo, se sabe que las enfermedades periodontales están asociadas con la diabetes mellitus, las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Con los siglos, el cambio de los patrones dietéticos, pasando de una dieta natural integral hacia una dieta occidental, rica en macronutrientes y sal, pero pobre en fibras y micronutrientes, no solo ha aumentado la prevalencia de enfermedades bucodentales, sino que también ha causado un aumento dramático de otras enfermedades no transmisibles. La salud nutricional requiere la provisión adecuada de vitaminas, minerales, fibra, agua, carbohidratos, proteínas, grasas y otros micronutrientes a las células y órganos para sustentar la vida. En paralelo, existe una fuerte asociación entre la nutrición y las condiciones de salud bucal con muchos factores interrelacionados. Del mismo modo que la nutrición tiene grandes implicaciones en la salud oral, esta también puede repercutir en los patrones nutricionales, en tanto en cuanto existe un fuerte vínculo entre la desnutrición y la mala salud bucal. El deterioro de la salud bucal, como la incapacidad para masticar o tragar alimentos, la falta de dientes o la enfermedad periodontal, pueden afectar negativamente a la ingesta nutricional (por ejemplo, consumir menos comidas o alimentos con menor valor nutricional), lo que lleva a un estado nutricional deficiente y a un mayor riesgo de desnutrición. A su vez, estar desnutrido o carecer de los nutrientes adecuados puede afectar negativamente la boca, aumentando el riesgo de problemas relacionados con la salud bucal, como el crecimiento y desarrollo de los componentes orofaciales, enfermedades dentales, de la mucosa oral y el cáncer oral. En un estudio, los pacientes mayores fueron evaluados para detectar desnutrición y factores de riesgo contribuyentes, incluida la salud bucal. Los autores encontraron que la salud bucal fue el factor de riesgo más común identificado. En concreto, los pacientes con salud bucal deficiente tenían un 54 % más de probabilidades de estar desnutridos que aquellos con buena salud bucal. Resulta significativo que, de esas personas, el 41 % no había visitado a un dentista en los últimos dos años. Consejos para mantener una buena salud bucal Así las cosas, Tomás Muret desgrana algunos consejos esenciales para un cuidado bucodental óptimo: “Cepíllate los dientes durante al menos tres minutos al levantarte, al acostarte y después de cada comida, con un dentífrico que contenga flúor y proteja el microbioma oral. Asegúrate de alcanzar todas las áreas de la boca”, relata. Ahora bien, hay que tener en cuenta que, si bien los cepillos de dientes son una herramienta esencial para la higiene bucal diaria, también pueden ser una potencial fuente de infecciones si no se cuidan correctamente: pueden contener una media de hasta 10 millones de bacterias. Independientemente del estado de salud de la persona, el uso de éste hace que los filamentos acumulen un gran número de bacterias, entre las que se pueden encontrar patógenos orales, respiratorios, ambientales o del tracto digestivo. Esta contaminación del cepillo puede convertirse en un potencial foco de infección y transmisión de enfermedades. Por esta razón, los expertos recomiendan cambiar el cepillo cada tres meses por la deformación de los filamentos y porque acumula un gran número de bacterias, hongos y virus entre sus filamentos. Asimismo, es conveniente usar hilo dental o cepillos interproximales al menos una vez al día “para eliminar la placa y los restos de alimentos que se acumulan entre los dientes y las encías”. Además de utilizar un enjuague bucal para mantener el microbioma oral sano. Más allá de la higiene oral, el experto en dermofarmacia señala la importancia de mantener una dieta saludable y equilibrada, “limitando el consumo de alimentos y bebidas azucaradas”. Esto implica también evitar el alcohol y el tabaco. Y, por último, aunque no menos importante, no se debe fallar en la prevención. “Visita a tu dentista regularmente, como mínimo dos veces al año, ya que puede detectar pequeños problemas antes de que se agraven”. No en vano, “la salud bucodental es esencial para nuestra salud general y, por ello, debemos cuidarla adecuadamente”. Preferiblemente, mediante el consejo de nuestro farmacéutico de confianza. LAS PRINCIPALES ENFERMEDADES EN LOS DIENTES Y BOCA SON PREVENIBLES Y ESTÁN RELACIONADAS CON PROBLEMAS DEL AUTOCUIDADO DE LA SALUD
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