BOTIQUÍN 66 Escanea este código QR para descargarte la infografía También es conveniente contar con antiinflamatorios, aunque teniendo en cuenta que son productos que solo se deben ingerir cuando hay datos que orienten que la dolencia está causada por una inflamación, o para aliviar el dolor leve moderado (menstrual, de cabeza, etc.). Sin embargo, hay personas a las que estos medicamentos les pueden provocar problemas en el estómago, por lo que su utilización debe ser recomendada por un profesional sanitario como el farmacéutico. En cuanto al antiinflamatorio más utilizado, es el ibuprofeno, cuya dosis más segura y adecuada en adultos es 400 miligramos que, en caso necesario, se puede tomar hasta tres veces al día. Para los más pequeños de la casa, también existen los jarabes de ibuprofeno. Estos se diferencian en su concentración, pudiendo encontrarse al 2 % o al 4 %, por lo que antes de su administración hay que informarse sobre la concentración que está manejando. Las sales de rehidratación oral, por su parte, son útiles en casos de diarreas o vómitos importantes que puedan dar lugar a deshidratación, lo que suele ser más probable que ocurra en niños o ancianos. Son preparados comerciales adecuados a las diferentes edades, que se presentan en sobres para preparar en el momento o en presentaciones líquidas con sabores que pueden ser más fáciles de tomar por los más pequeños. ¿Cómo organizar el botiquín? Tras conocer los artículos y medicamentos que deben equipar un botiquín, también es importante mencionar unas cuestiones logísticas a tener en cuenta. El botiquín debe ser una caja, bolsa, estuche o cajón limpio, duradero y espacioso, que garantice que su contenido está protegido del exterior y la suciedad. Pero al mismo tiempo no ha de tener cerradura ni cerrarse mediante contraseña o códigos, ya que en un momento de urgencia estos pueden resultar problemáticos. En este sentido, tiene que ser colocado o guardado en un lugar seco y fresco y que sea conocido por todos los miembros de la familia o personas que vivan en la casa. La cocina y el baño suelen ser los lugares donde con más frecuencia se encuentra el conjunto de medicamentos y materiales de cura por mera comodidad. No obstante, no son los espacios recomendados, puesto que en ambos se producen variaciones de temperatura y concentraciones de humedad que pueden alterar la composición y caducidad de los medicamentos. Las gasas, vendas, algodones, etc. deben guardarse cerrados, para que mantengan su entorno estéril. Incidir, igualmente, en la conveniencia de revisar todos los artículos periódicamente con el objetivo de descartar los que estén caducados o reponer los que se hayan acabado. Si contamos con una relación de los elementos que guardamos en el botiquín, esta tarea será más sencilla. Además, hay que hacer una diferencia esencial: por un lado, tendremos el botiquín de primeros auxilios para curas y, por otro, un pequeño dispensario o espacio con los medicamentos, que guardaremos en sus propios envases para tener siempre a mano el prospecto y la información relevante al respecto. Por último, el SUMMA 112 aconseja contar con un botiquín básico de primeros auxilios en el vehículo o la moto y, por supuesto, siempre que salgamos a hacer algún tipo de actividad al aire libre, como salir en bicicleta, hacer excursiones, senderismo, etc. Ello nos permite hacer frente a posibles urgencias que nos surjan.
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