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FARMACIA ASISTENCIAL 46 Los pacientes desean que les solucionen los problemas, y más en los temas de salud. Josep Arasa López, licenciado en Farmacia, destaca que “cuando les ayudas a la hora de poder salvar un obstáculo tan simple como levantarse de la cama, bañarse con una silla de baño o poder bajar unas escaleras, te lo agradecen con el alma”. Subraya que, en la farmacia, los clientes entran por obligación, ya que necesitan los medicamentos, y que hay que aprovechar esta prebenda para ofrecer las soluciones a las necesidades que uno, como profesional sanitario, perciba que pueden tener sus pacientes. De ende que“la alternativa de colaborar con empresas de atención domiciliaria o geriátricos es una opción que facilita el poder realizar este servicio”. Le preguntamos qué casos y patologías que llegan al servicio de ortopedia de una farmacia comunitaria son los más frecuentes y cómo se pueden resolver desde ésta. Responde que, aparte de los más frecuentes, como rodilleras, tobilleras o fajas, están: las soluciones de movilidad, como sillas de ruedas, manuales o eléctricas, andadores, o bastones; las de higiene, como asientos de baño, taburetes o elevadores; las del día a día, como pastilleros, ofrecer el servicio de SPD o utensilios para facilitar las tareas diarias, y las del descanso, como colchones, camas electrónicas, barandillas o grúas. El 74 % de personas españolas con discapacidad a rma tener di cultades para la realización de actividades básicas en su vida diaria.“Es evidente que el titular debe realizar una formación adecuada para ofrecer este servicio y, de este modo, poder ofrecer las soluciones pertinentes”, opina. Asevera que hay que tener en cuenta todos los aspectos siológicos y patológicos relacionados en facilitar la movilidad, solucionar las tareas diarias, tratar las patologías y mejorar el descanso. Igualmente, a rma que el farmacéutico debe descubrir cuándo es necesario la combinación del tratamiento farmacológico, del no farmacológico y del tratamiento ortoprotésico. Se dispone de productos de apoyo y ayudas técnicas en una farmacia, como bastones, muletas, cubiertos, muñequeras o sujeciones, para abordar los tratamientos ortoprotésicos de los pacientes. Sopesa que, naturalmente, todos los proveedores pueden facilitar porfolios para poder atender a los clientes. Arasa López ha desarrollado un nuevo servicio para las o cinas de farmacia, que consiste en un programa anticaídas. A través de un algoritmo; el objetivo es detectar, valorar, analizar y recomendar una serie de medidas para que las caídas de nuestros mayores disminuyan. Las farmacias con el servicio de ortopedia, comenta, pueden proponer soluciones “para que el hogar sea más seguro”, puesto que el 60 % de las caídas se produce en la vivienda propia. Por otro lado, prevé que las soluciones con la inteligencia arti cial (IA) “serán un gran soporte”. Eso sí, avisa de que “aún están en fase inicial”. Acaba con una anécdota que le ocurrió cuando era recién licenciado y ejercía en Madrid. En un evento, coincidió con el director general de unos grandes almacenes y le preguntó si sabía lo que más deseaba en su negocio. Le contestó que “vender”, a lo que le refutó que no, que lo que quería era que la gente entrara a llamar por teléfono, ya que tenían ese servicio en todas las plantas; al lavabo, ya que tenían, de acuerdo con sus palabras, “los más limpios de Madrid” y, después, que sus empleados se encargaran de que comprasen, pero sobre todo de que entrasen. En la farmacia, “los clientes entran por obligación y eso hay que aprovecharlo”. Josep Arasa López Licenciado en Farmacia “EL TITULAR DEBE REALIZAR UNA FORMACIÓN ADECUADA PARA OFRECER ESTE SERVICIO”

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