11 Ane Obieta (Vizcaya) Desde muy joven, Ane siempre ha sentido curiosidad por todo lo relacionado con la salud, pero fue en la oficina de farmacia donde encontró su verdadera vocación. “Conseguí ser titular de mi farmacia por mis propios méritos después de trabajar quince años como farmacéutica adjunta y realizar diferentes cursos de formación”, nos explica desde Deusto, un barrio de Bilbao. Nada más entrar entrar en su farmacia nos damos cuenta de la cercanía que se respira en ella y del papel de los profesionales, que miran al detalle la medicación que dispensan. En este sentido, asegura que “nos preocupa mucho la adherencia al tratamiento, por ello realizamos sistemas personalizados de dosificación (SPD) considerando que el medicamento tiene el nombre y el apellido del paciente”. A día de hoy nadie duda de que la adherencia es clave en la eficacia de los tratamientos, especialmente en pacientes crónicos y mayores. No en vano, en enfermedades crónicas, la falta de adherencia puede alcanzar un 71,9 % en el tratamiento del asma, según el Libro Blanco de la Adherencia en España. En los últimos años la farmacia ha tenido que reinventarse para sopesar la digitalización y los diferentes reales decretos, pero “somos un colectivo con capacidad de transformarnos”, asegura Ane antes de añadir que “podríamos contribuir más al sistema nacional de salud si se nos dejara actuar más en la Atención Primaria. Nuestro papel es fundamental en la prevención”. La botica de Ane es una farmacia amable y humilde: “Tenemos unos clientes muy fieles a su farmacia de barrio”, reconoce a la vez que pone en valor el hecho de que “sabemos escuchar”. Entrando en detalle a los servicios que ofrecen, destaca la toma de tensión, “un parámetro que utilizamos para dar el mejor consejo y observar si el tratamiento es el adecuado”. “Otro de los servicios que ofrecemos es hacer pruebas de coagulación (INR) para mejorar la calidad de vida del paciente”, añade la farmacéutica. Y, sobre los servicios, si deberían de estar remunerados o no, opina que “deberían ser gratuitos y abonados por el sistema público”. Ane se despide de nosotros con un mensaje optimista, como es ella: “Quiero ser positiva de cara al futuro. Con mucho trabajo y esfuerzo seguiremos siendo necesarios para la ciudadanía y para el sistema de salud público en España”. Teresa Ansoleaga (Vizcaya) Su relación con el mundo de la farmacia es puramente vocacional. “Hoy, tras más de 25 años ejerciendo, lo que más me gusta de esta profesión es lo mismo que me hizo iniciarme en ella en su día: la posibilidad de contribuir a la mejora de la salud de las personas”, confiesa Teresa. Tras varias experiencias en otras CC. AA., un día decidió abrir su propia farmacia en Gorliz y, desde entonces -y de eso hace ya seis años-, su botica es su vida, su gran pasión. La escuchamos: “Se trata de una farmacia en la que combinamos una clientela muy variada, además de que tiene una fuerte estacionalidad, variando tanto el volumen de negocio como las necesidades de nuestros clientes, especialmente en los meses de verano”. Lo que les diferencia es, sin duda, un servicio excelente: “Combinamos una oferta variada de servicios sanitarios y de cuidado de salud con un asesoramiento cercano al cliente”. Además, la botica se encuentra cerca de un centro de salud, por lo que la colaboración con otros sanitarios es continua, buscada y deseada. “Asesoramos a nuestros pacientes ayudando en el cumplimiento de sus pautas de medicación y estamos en contacto con el médico”, nos traslada. En cuanto a prevención, la botica de Teresa apuesta por talleres, sesiones formativas y difusión de buenas prácticas. Y es que “el rol del farmacéutico cada vez cobra una importancia mayor en la prevención de enfermedades y en el bienestar de cada paciente”. Esto se contrapone con ciertas amenazas, entre las que destaca el desabastecimiento de fármacos, una situación que “muchas veces nos obliga a buscar alternativas terapéuticas, lo cual no siempre es sencillo y, además, puede generar incertidumbre en los pacientes”. Para ella, estas dificultades ponen en evidencia “la necesidad de una gestión más estable y coordinada para garantizar en todo momento el acceso al medicamento”. Su máxima es ofrecer un servicio integral de salud: “Además de los servicios puramente sanitarios, nos centramos en todo aquello que favorezca el autocuidado de nuestros clientes”. Ejemplo de ello es el programa de salud 360º, en el que, mediante aparatología, ofrecen un informe sobre la >> “CON MUCHO TRABAJO Y ESFUERZO SEGUIREMOS SIENDO NECESARIOS PARA LA CIUDADANÍA Y PARA EL SISTEMA”
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