EL FARMACÉUTICO 12 Celia Olmos (Cataluña) Farmacéutica comunitaria de los pies a la cabeza, Celia además ejerce como coordinadora del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona (COFB) de las farmacias de Barcelona Sants-Montjuïc. Para ella, “la vocación farmacéutica es un sentimiento. Puede que desconozcas si lo llevas de serie, pero cuando te das cuenta de que estás mejorando la calidad de vida de las personas, claramente es un sentimiento implícito”. Su botica es una farmacia de barrio: “Por las mañanas atendemos a un perfil de cliente más veterano y con más tiempo. Por las tardes, el perfil es más joven”, explica antes de añadir que “la farmacia ofrece la mejora de salud y de bienestar característicos de las farmacias, pero vamos más allá en nuestra implicación. Servicios como tomar la tensión, perfil lipídico, SPD e incluso test de antígenos, no se quedan en los datos obtenidos”. Celia aboga por el trato personalizado y cercano con el paciente, y así lo imprime en todo su equipo como sello de identidad. Sin embargo, lamenta que “dispensar con tarjeta electrónica puede ser muy fácil y muchas veces no podemos aportar valor, pero nadie habla de nuestra capacidad para detectar no solo prediabetes o hipertensiones no controladas, sino también efectos no deseados de la medicación o estados iniciales de depresión”. En esta línea, no duda en afirmar que “los farmacéuticos tenemos una formación multidisciplinar que nos permite ser los más idóneos para implementar servicios de prevención”. “Los servicios remunerados en las farmacias facilitan que la sanidad pública no tenga que pagar personal sanitario a tiempo completo, y esto es solo un pequeño ejemplo del ahorro que le podríamos suponer”, razona . Echando la vista atrás, asegura que en los últimos años “se han producido muchos cambios, pero en cuanto los detectamos nos adaptamos y seguimos hacia adelante”. Por ejemplo, “la información de la que disponemos hoy en día no solo nos permite hacer un balance de qué tipo de farmacia regentamos, sino que nos da una visión de hacia dónde vamos, dónde queremos estar y cuánto nos queremos implicar en el nuevo modelo”. Cuestionada por las amenazas de las farmacias hoy en día, Celia tiene claro que estas pasan, principalmente, “por la bajada de precio de los medicamentos financiados y por la mayor competencia de los mercados online”. Y le preocupa lo poco que se valora el tiempo empleado en el mostrador: “Hacemos recomendaciones de calidad basadas en ciencia y conocimientos adquiridos en la facultad y en la formación activa y continuada, y a veces pesa más una recomendación de redes sociales”. En estos casos, la farmacia asistencial “se ve totalmente amenazada por la farmacia online”. Positiva y optimista, cree y confía en el futuro de la farmacia: “Somos un sector con capacidad de escucha, capacidad de análisis y recomendación activa. Hacemos bien nuestro trabajo, siempre estamos ahí, cercanos y a pie de calle”. Mariona Teixidó (Cataluña) Lo suyo le viene de familia. No en vano, Mariona es testigo de una fructífera tradición familiar. “Mi botica la inauguró mi madre hace casi 50 años. De hecho, actualmente, soy socia con mi madre. Empezó en un local pequeñito y la farmacia estaba blindada, pues entonces el barrio estaba compuesto de viviendas y fábricas, algo así como un polígono industrial”, empieza a relatarnos. “Recuerdo pasar tardes en la farmacia, ese olor tan característico de laboratorio, ayudar a reponer a mi madre, pasar el pedido con un aparato enganchado al teléfono... Pero, por suerte, todo esto ha evolucionado mucho”, reflexiona. “Mi farmacia la definiría como asistencial, aunque la parte comercial es inevitable a raíz de los cambios”. De hecho, en su farmacia han pasado de atender al vecino de toda la vida a tener turistas y trabajadores de multinacionales. Sin embargo, “desde siempre mi madre ha tratado a sus pacientes como si fueran familia, y esta filosofía de proximidad es la que intentamos mantener hoy en día”. Mariona y su equipo conocen a la perfección sus clientes habituales y adaptan tanto el stock como los servicios a sus necesidades. Cuando le preguntamos por la situación actual del modelo farmacéutico, nos contesta que “estamos viviendo una situación crítica: por un lado, los medicamentos y las continuas bajadas de precio, el envejecimiento de la población y la baja natalidad, son cuestiones que me preocupan. Por otro lado, a nivel de atención primaria los farmacéuticos estamos capacitados para prestar servicios que ayuden a descongestionar los centros de salud, como el control de glucemia, colesterolemia o la tensión arterial”. >> “SOMOS UN SECTOR CON CAPACIDAD DE ESCUCHA, CAPACIDAD DE ANÁLISIS Y RECOMENDACIÓN ACTIVA”
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