EL EXPERTO 100 DERMATOLOGÍA POR DRA. LOREA BAGAZGOITIA, DERMATÓLOGA Cómo envejece la piel: factores internos y externos Conforme cumplimos años, la estructura de nuestra piel se va modificando, tornándose más fina y frágil. En las zonas expuestas al sol, este puede influir hasta el 80 % del envejecimiento, de tal manera que esas zonas tendrán una progresión más rápida y se verán, en general, más envejecidas que el resto de la piel. A los años y al sol se añade el efecto del estrés, la contaminación, la falta de sueño o la mala alimentación, entre otros, que, aunque en menor medida, también pueden influir en el aspecto de nuestra piel a largo plazo. Repasaremos en este artículo los cambios que se producen en la piel sencillamente fruto del cronoenvejecimiento, así como aquellos fruto de los diversos factores externos que en ella influyen. En ambos casos destacaremos las medidas que pueden ayudar a combatir estos signos. ¿Qué cambios ocurren fruto del paso del tiempo? Nuestra piel se ve afectada de forma fisiológica por el paso del tiempo a distintos niveles. Esto hace que su funcionamiento sea progresivamente menos efectivo. Por un lado, la unión dermoepidérmica se aplana, haciendo que la superficie cutánea sea más frágil ante determinadas agresiones, como las rozaduras o la retirada de apósitos adhesivos. Por otro lado, la dermis se afina. Además, sus fibroblastos trabajan de modo más lento, lo que hace que la producción de colágeno sea menor. Esto tiene repercusión en la curación de heridas, que es más lenta. En esta misma capa cutánea, las fibras elásticas, así como los glicosaminoglicanos, disminuyen en cantidad. De esta manera, la piel pierde hidratación y muestra menor resiliencia. La grasa de la hipodermis (capa que subyace a la dermis) se reduce con la edad. Este menor volumen bajo la epidermis, junto con una dermis más pobre, contribuyen a la formación de arrugas. La capacidad de termorregulación de la piel se ve mermada con el paso de los años, pues el
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