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FARMACIA ASISTENCIAL 48 La accesibilidad del farmacéutico para el paciente, junto con el conocimiento detallado de su tratamiento farmacológico, lo señala como el profesional adecuado para poder detectar signos de alerta a nivel nutricional y que pueden afectar a la eficacia del tratamiento. Así lo afirma Carmen del Campo Arroyo, vocal nacional de Alimentación del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. Destaca que “el abordaje de la nutrición desde la oficina de farmacia debe ser integral en aras de la educación de la población y la mejora del estado de salud”. El farmacéutico puede ayudar a un usuario de la oficina de farmacia en todo lo relativo con este campo “por su cercanía y conocimiento”. Añade que, “dada la situación de expansión de las enfermedades no transmisibles, el papel del farmacéutico debe ir orientado hacia el abordaje preventivo principalmente, acercando con ello al paciente a una adecuada alimentación que prevenga y mejore el estado de salud”. Del Campo Arroyo insiste en que el servicio de nutrición dentro de la oficina de farmacia siempre está regentado por un farmacéutico-nutricionista, por lo cual el abordaje es integral “porque en un solo profesional englobamos el conocimiento detallado del medicamento, indicación, posología, reacciones adversas, etcétera, y el conocimiento detallado del alimento y del nutriente”. Ambas facetas de este profesional lo hacen“idóneo”para establecer unas pautas nutricionales adecuadas para el paciente, su estilo de vida y teniendo siempre como bandera la adherencia terapéutica y la prevención de las interacciones que puedan aparecen en la confluencia de tomas de alimentos y medicamentos. Asimismo, comenta que el impulso de los servicios de nutrición dentro la oficina de farmacia está siendo impulsada desde los Colegios Oficiales de Farmacéuticos y desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, “ayudando al farmacéutico desde las posibilidades de formación universitaria hasta las condiciones precisas para la implantación del servicio en la oficina de farmacia”. “El farmacéutico-nutricionista es, por formación de grado, el técnico en el medicamento; y por grado y posgrado, técnico en alimentación y nutrición”, justifica. Por ello, “se posiciona como el profesional más adecuado para el establecimiento de pautas nutricionales ante enfermedades de base con tratamiento farmacológico implantado”. Asevera que, en ese sentido, la oficina de farmacia es un establecimiento sanitario que cumple con todos los requisitos para que se atienda a los pacientes en el servicio de nutrición de manera segura y protocolizada, “siempre con la visión sanitaria de la nutrición”. A su juicio, “no existe la dieta ideal”; sino “el plan de alimentación saludable, fiel al estilo de vida saludable, que prioriza la salud, la calidad de vida, la economía y la sostenibilidad y da de lado a los excesos, las modas y los efectos rebote”. Comer bien es“comer sano, rigiéndonos por las características de nuestra dieta autóctona, es decir, de la dieta mediterránea”. Concluye que “la alimentación saludable es necesaria en todas las etapas de la vida de los pacientes y una de las funciones del farmacéutico es ser inductor de hábitos saludables”. Carmen del Campo Arroyo Vocal nacional de Alimentación del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) “EL ABORDAJE DE LA NUTRICIÓN DESDE LA OFICINA DE FARMACIA DEBE SER INTEGRAL”

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