EL FARMACÉUTICO 18 >> Begoña Tapia (La Rioja) Begoña se considera afortunada por ser la farmacéutica de su pueblo, Ezcaray. Para ella, “la farmacia es todo: requiere esfuerzo, tenacidad, trabajar el día a día con los pacientes preguntando, hablando, explicando y ayudándoles”. Un totum revolutum que, sin embargo, tiene su recompensa: “Se trata de llegar al punto en el que el paciente entre en la farmacia y se sienta como en casa, eso es muy reconfortante”, confiesa. Su farmacia tiene la singularidad de ser una botica de barrio durante 10 meses en los que atiende a los vecinos del barrio, principalmente personas mayores polimedicadas, y los dos meses de vacaciones, a la que acude una clientela muy heterogénea. “En verano es una auténtica locura: la población de Ezcaray crece exponencialmente y es una avalancha difícil de gestionar”, admite. Esta experimentada boticaria apuesta por la farmacia asistencial como baluarte frente al negocio del ‘todo vale’. Se trata de “poner en valor la atención farmacéutica, el seguimiento terapéutico y la información”. Considera que, en los espacios de salud, “deberíamos trabajar todos juntos: profesionales de medicina, enfermeros, asistentes sociales y farmacéuticos en comunicación directa con el fin de ofrecer el mejor servicio a los pacientes”. En otra línea de cosas, la sobreabundancia de información, las noticias falsas y la viralización de bulos es un problema grave que está al orden del día. ¿Cómo hacerle frente? “Debemos conseguir que se acuda al experto en el medicamento: la información hoy en día es mucho más accesible, pero no siempre es fiable. De hí la importancia de que el paciente confíe en su farmacéutico”. Begoña se afana día a día, desde su farmacia, en ofrecer todos los servicios que reclama su clientela, siempre con el máximo nivel y preparación. “Los farmacéuticos realizamos una labor crucial en la prevención de la hipertensión, la obesidad, la diabetes, etc., y cada vez más los consejos farmacéuticos calan”, reconoce. De cara al futuro, “no creo que la base de nuestra farmacia sea la especialización, al menos no en el medio rural”, defiende antes de añadir que “la clave está más bien en la diversificación, en ofrecer todo lo que los pacientes necesitan”. Hablando de digitalización, explica que, en su farmacia, “la innovación más importante es la atención que ofrecemos a nuestros pacientes a través de WhatsApp: encargos, consejos, dudas o información”. El objetivo, claro está, es agilizar las tareas burocráticas y dedicar más tiempo a otras cuestiones, como la formación. Nos despedimos de ella con un mensaje final cargado de nostalgia: “Me encantaría recuperar lo mejor de la tradición farmacéutica de las antiguas boticas: formulación en la farmacia, trabajar con las balanzas... Me gustaría que la farmacia fuese viable dedicada únicamente al medicamento, que fuera exclusivamente un santuario de la medicación”. “TODOS LOS PROFESIONALES SANITARIOS DEBERÍAMOS TRABAJAR EN COMUNICACIÓN DIRECTA CON EL FIN DE OFRECER EL MEJOR SERVICIO A LOS PACIENTES” Gonzalo Marquínez (La Rioja) Nos desplazamos hasta el municipio riojano de Huércanos para escuchar la historia de Gonzalo. De familia farmacéutica, siempre ha tenido clara su vocación: “Toda la vida había soñado con regentar mi propia farmacia, ya que veía cómo mi familia se preocupaba por el bienestar de los pacientes”. Trabajador incansable, es un auténtico enamorado de la farmacia y confiesa que “lo que más valoro de mi día a día es poder ayudar a las personas que acuden a mi botica”. Define su farmacia como cercana y de confianza. “No hay un perfil determinado de cliente, ya que a diario pasan por la farmacia desde bebés hasta personas ancianas, por lo que los servicios son muy diversos”, asegura. Pero, sin duda, lo que más caracteriza a su botica es la atención personalizada que cada día ofrece con esmero y dedicación a sus vecinos. El consejo y la atención farmacéutica contribuyen a aliviar la presión sanitaria, ya que el farmacéutico es el profesional sanitario más accesible para la ciudadanía: “Esto implica que muchas personas acudan a la farmacia en busca de solución a su dolencia o enfermedad antes que al médico”. Además, los servicios farmacéuticos “ayudan a detectar posibles síntomas para evitar que deriven en casos más graves”. Es el caso por ejemplo de la medición de la tensión arterial o el control de peso”. Gonzalo insiste en que la atención farmacéutica es el pilar fundamental de la profesión farmacéutica: “Un paciente no solo acude a la farmacia por su medicación, sino también en busca de ayuda y consejo sobre cómo utilizarla y cómo abordar su patología”. Tanto la nutrición como
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