66 REPELENTES DE INSECTOS LA APLICACIÓN INADECUADA DE ESTOS PRODUCTOS LES PUEDE HACER PERDER SU EFICACIA. PARA EVITARLO, EL CONSEJO FARMACÉUTICO ES EL MEJOR ALIADO. Cómo elegir el repelente de insectos más adecuado para cada necesidad y usarlo correctamente Una de las molestias más grandes que trae consigo el verano es la invasión de los insectos. Durante los meses más caluroso del año resulta más habitual sufrir picaduras. Esto se debe a que, favorecidos por las altas temperaturas, muchos artrópodos comienzan a reproducirse a la velocidad del rayo, invadiendo las casas y espacios públicos y, sobre todo, provocando molestias y riesgos para la salud. Y de que se trata de animales de sangre fría, por lo que no disponen de la capacidad de regular por sí mismos su calor corporal. Es decir, la temperatura del medioambiente les resulta fundamental en su supervivencia, de ahí a que en invierno casi no aparezcan. Esos factores, sumados a la humedad, a las jornadas al aire libre y a llevar la piel más expuesta al aire, se convierten en los principales aliados de avispas, abejas, arañas, garrapatas, mosquitos y tábanos a la hora de acribillar a los humanos con sus picaduras. Que dejen de intentar alimentarse es complicado pero, en la medida de lo posible, se pueden evitar las picaduras con la ayuda de los repelentes. Estos productos, que contienen sustancias activas de carácter biocida, tienen la finalidad de controlar a los organismos nocivos, capaces de transmitir enfermedades infecciosas, mediante repulsión. De esta forma, se evita el contacto humano-vector. Normalmente, son de aplicación directa sobre la piel de las personas, aunque también disponen de soportes impregnados. Cabe recordar que aunque la mayoría de las picaduras solo causan leves molestias, algunos mosquitos pueden transmitir enfermedades como la Fiebre del Nilo Occidental,
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