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DIGITALIZACIÓN 40 Más servicios “La automatización y digitalización de procesos es útil para que seamos capaces de llegar a todos los pacientes de la misma forma, pero personalizando su atención a través de distintas herramientas como pueden ser los servicios profesionales”. Lo confirma Estrada Riolobos. Todos los pacientes pueden y deben conocer estos servicios. Sin embargo, no todos van a resultar beneficiarios. Si no están dentro del rango o criterios de inclusión del servicio, no deben dejar de ser informados, “porque pueden necesitarlo ellos mismos en un futuro o sus familiares a quienes tienen a cargo”. Avisa de que esto puede ser “un arma de doble filo”. “La despersonalización es el riesgo, elaborar unos protocolos tan efectivos y mecánicos que perdamos la humanización de la atención”, medita. González Orts corrobora que la automatización y la digitalización facilitan el ofrecer más servicios, “no solo porque tanto la automatización como la digitalización ayuden a reducir parte del trabajo en la farmacia, sino porque todo ese tiempo que ahorra se puede utilizar para implantar un nuevo servicio y así mejorar la asistencia en la farmacia”. “Al optimizar procesos internos gracias a la digitalización y automatización, liberamos más tiempo y recursos que pueden ser dedicados a la atención farmacéutica en el paciente, que es lo realmente importante”, expresa en la misma dirección Iniesta Fajardo. Apunta que las herramientas digitales permiten implementar consultas virtuales, gestionar citas y enviar recordatorios automatizados, mejorando la adherencia a los tratamientos. Igualmente, “el análisis de datos permite ofrecer recomendaciones personalizadas, aumentando la satisfacción y fidelización de los pacientes”. Las redes sociales y aplicaciones móviles facilitan la promoción de servicios adicionales, manteniendo una comunicación continua y efectiva con los pacientes. Fundamenta que“estas tecnologías mejoran la calidad y eficiencia del servicio, adaptándose a un público cada vez más digitalizado”. Acosta alude a servicios de telefarmacia en general y, luego, servicios muy innovadores, como, a través del uso de grandes datos, identificar a los pacientes susceptibles de enfermar, empeorar o que estén haciendo un mal uso de sus medicamentos. “La tecnología identifica a aquellas personas que son más susceptibles de tener un problema y que hacen mucho más eficaz que una intervención de humano a humano a través del farmacéutico”, deduce. Opina que hay herramientas de chatbots que pueden sustituir al farmacéutico en consultas no comcial en relación a este tema y en muchos casos porque la sociedad así lo requiere. “Lo cierto es que cada vez más estas necesidades de la población hacen que muchos farmacéuticos se adapten y trabajen mucho más la digitalización”, reflexiona. ¿Quién no ha mirado en Google la valoración de un sitio antes de acudir a por un servicio? Muchos de los pacientes lo consultan antes de acudir por primera vez a alguna farmacia. Defiende que“ese pequeño ‘escaparate’ es necesario que sea un reflejo del buen trabajo sanitario que se hace en el interior”. Glosa dónde podemos encontrar parte de esta digitalización:“Optimizar trabajos diarios que necesitamos hacer en la farmacia. Horario de empleados, gestión de vacaciones, calendario, organización de tareas. Presencia online de la farmacia. Creación de página web, redes sociales o Google. En general es el uso de las nuevas tecnologías para conseguir la mejora tanto de la farmacia comunitaria como del ahorro del tiempo que le dedicamos”. Según Iniesta Fajardo, “la digitalización de la farmacia está en una fase menos avanzada en comparación con otros sectores”. Alega que, aunque muchas farmacias han empezado a implementar sistemas de digitalización, aún queda un largo camino por recorrer. “La clave para avanzar en este proceso es cambiar la mentalidad en la farmacia con respecto al concepto de digitalización en el sector farmacéutico”, manifiesta. Desgrana que las nuevas tecnologías ya están presentes de diversas maneras. Aplicaciones móviles, plataformas de telemedicina que facilitan consultas virtuales, ampliando el acceso a la atención farmacéutica y, por supuesto, las redes sociales. Las redes sociales se han convertido en plataformas esenciales para la comunicación y el marketing, “facilitando el diálogo continuo con los pacientes y teniendo la oportunidad de aportar valor como farmacéuticos a personas que no podíamos llegar de otra manera”. Resume que, a pesar de que la digitalización en la farmacia está menos avanzada que en otros sectores,“la adopción de nuevas tecnologías es crucial”. Insiste en que, para lograr una transformación efectiva, “es fundamental cambiar la mentalidad en torno a la digitalización, reconociendo su importancia y beneficios para mejorar la eficiencia, la calidad del servicio farmacéutico y la accesibilidad para los pacientes”. Se muestra de acuerdo con que queda mucho recorrido en el sector Acosta. Razona que éste ha sido pionero en la incorporación de herramientas informáticas y que la digitalización ha sido importante en herramientas de negocio. No obstante, no han logrado transformar la farmacia en lo que es actualmente. Por ejemplo, la receta electrónica, en España, ha sido una“mera transposición digital de un documento administrativo”. “Lo que sí se está viendo es que los procesos que hacen las farmacias pasan al canal digital, pero sin cambiarse”, certifica. Menciona que, en Canadá, prestan servicios a distancia en remoto a través de herramientas de telefarmacia, por videochat y otras herramientas, pero en la práctica es como si tuvieran al paciente delante, solo que a distancia. “Esto está muy bien porque facilita mejorar la accesibilidad a los servicios. Las farmacias pueden llegar a más pacientes con servicios que, de otro modo, serían imposibles por la limitación de pacientes a los que se refieren”, debate. En Australia, hay algunas farmacias que están prestando servicios de salud masculina a pacientes que tienen una intervención de próstata, se les ayuda al alta y al seguimiento del proceso. Este servicio, prestado de manera analógica, “sería imposible”. “Tenemos una de las mejores redes de farmacias del mundo”, se congratula Pérez Muñoz. De hecho, nuestro sistema asegura que haya farmacias a disposición del ciudadano aun cuando no son rentables. Lamenta que “es una pena que un sistema que cuida esto no pueda dotar a las oficinas de farmacia de subvenciones y recursos para hacer partícipes a un mayor número de pacientes de las ventajas que la digitalización conlleva”. Fragero es de los que piensan que “la digitalización de la farmacia se encuentra en una fase de crecimiento y adopción progresiva”. Muchas farmacias están incorporando sistemas de gestión digital, herramientas de marketing digital, y todo ello en continua evolución. Las nuevas tecnologías están presentes en la gestión de inventarios automatizados, la dispensación robotizada de medicamentos, y el uso de aplicaciones móviles para facilitar la comunicación entre pacientes y farmacéuticos. Las farmacias, tradicionalmente defensoras del servicio cara a cara, no han permanecido ajenas al fenómeno de la digitalización, y los datos más recientes ofrecen un panorama fascinante de esta evolución. Fàbrega i Sánchez atestigua que “la digitalización cada vez tiene más peso en la farmacia, y los farmacéuticos están adoptando activamente las herramientas digitales para adaptarse al futuro”. Expone que estamos ante una época de transformación en la que la farmacia no solo adopta la tecnología, sino que asimismo la integra de manera eficiente en todos sus procesos para mejorar la experiencia del cliente y fortalecer la práctica farmacéutica. La clave del éxito estará en“encontrar un equilibrio entre mantener la esencia de la atención personalizada y aprovechar las ventajas de la digitalización”.

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