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EL EXPERTO 170 DERMATOLOGÍA POR DRA. LOREA BAGAZGOITIA, DERMATÓLOGA ¿Qué papel tienen los probióticos en dermatología? ción actual sobre la utilidad de los probióticos en las tres enfermedades cutáneas que más se han investigado: la psoriasis, la dermatitis atópica y el acné. De este modo, tanto en la consulta como en la oficina de farmacia, podremos proporcionar la información más precisa a nuestros pacientes. Dermatitis atópica La dermatitis atópica es una de las enfermedades cutáneas más frecuentes, con alta repercusión en la calidad de vida por el gran picor que provoca, pudiendo generar ansiedad e, incluso, influir en la calidad del sueño. Algunas investigaciones recientes sobre su patogenia relacionan el desequilibrio en la microbiota cutánea con otros factores bien conocidos, como la alteración de la barrera En las últimas décadas, la investigación en el campo de la dermatología ha ampliado su enfoque más allá de los tratamientos convencionales para abordar la influencia de la microbiota en la salud de la piel. Las investigaciones sobre la interacción de los microorganismos de la microbiota en las diferentes enfermedades dermatológicas se centran en dos aspectos: la microbiota intestinal y su repercusión a nivel sistémico y la microbiota cutánea y su repercusión a nivel superficial. En este contexto, los probióticos, microorganismos vivos que confieren beneficios para la salud cuando se utilizan en cantidades adecuadas, han emergido como un área de interés clave. Se ha observado que estos microorganismos beneficiosos no solo desempeñan un papel fundamental en la salud gastrointestinal, sino que también pueden influir de manera significativa en la fisiología de la piel. A nivel cutáneo se postula que los probióticos, al equilibrar la microbiota y modular las respuestas inmunológicas, podrían ser también potenciales agentes terapéuticos. Del mismo modo, a nivel tópico, se ha estudiado la efectividad de los postbióticos. Se trata de lisados bacterianos y, por tanto, fragmentos inertes que podrían, sin colonizar, modular la microbiota. Esta nueva perspectiva abre las puertas a la investigación de formulaciones probióticas específicas y estrategias terapéuticas que puedan aprovechar los beneficios de estos microorganismos en el mantenimiento y tratamiento de la salud cutánea. En este artículo repasaremos la situa-

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