21 Lydia Novoa (Cantabria) Lydia no se imagina trabajando en otro sitio que la farmacia, su gran pasión. “Lo que más me gusta de mi profesión es el trato directo con el paciente. Además, no solo nos encargamos de lo estrictamente relacionado con el medicamento, sino que en la farmacia los pacientes buscan ser escuchados”, asegura. Escucha, acompañamiento y entrega definen el día a día de esta joven farmacéutica, que considera que “la relación de confianza y totalmente personalizada es lo que más valor da a nuestra farmacia”. Una farmacia en la que realizan SPDs y “son una gran ayuda para personas mayores”. Lydia tiene claro cuál es el futuro de la farmacia: “Aunque servicios como la nutrición o la dermofarmacia sean importantes y puedan aportar mayores ingresos, el presente y futuro de la farmacia tiene que ser el medicamento”. Y eso a pesar de las bajadas de precio y los desabastecimientos. La pandemia ha demostrado el papel crucial del farmacéutico en educación sanitaria. Y es que “no solo nos ceñimos a la dispensación de los tratamientos que prescribe el médico, sino que aportamos consejos sobre cómo deben tomarlos, guardarlos, alimentación, estilo de vida, etc., información sin la que salen muchas veces de la consulta por falta de tiempo”. En su caso, uno de los servicios que más frecuentamente realizan es el control de la tensión arterial. En este sentido, explica, “existen pacientes que, con pequeñas modificaciones, consiguen volver a estar en parámetros normales y evitar la medicación”. Otro ejemplo son los test de antígenos Covid y su notificación desde la farmacia: “Demostramos de esta forma que somos una pieza valiosa en el sistema de salud y que desde el servicio público pueden beneficiarse de nuestra labor”. De lo que no hay duda es que“la cooperación es imprescindible para mejorar el sistema sanitario”. Antes de irnos, le preguntamos por la farmacia online. Lydia lo tiene claro: “la farmacia online puede aportar comodidad y un alcance mayor, siendo un complemento a la farmacia asistencial, pero no podemos olvidar que el valor a la farmacia se lo damos nosotros, y eso no puede sustituirse”.
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