EL FARMACÉUTICO 14 Irene Suárez (Asturias) Irene siempre tuvo claro que quería ser boticaria. Su farmacia está ubicada en el encantador municipio de La Foz de Morcín, cercano a Oviedo. Allí lleva desde 2022 después de una extensa trayectoria en otras oficinas de farmacia como la Farmacia de Julio Braña o la Farmacia Lucía Granda. Ahora, en su caso, “el perfil de cliente más habitual es un paciente polimedicado de edad media-avanzada, por lo que el tiempo necesario en cada dispensación es más elevado que en una farmacia de paso”. Por ello, tiene claro cuál es su objetivo: “Cada día trabajo en mejorar la escucha y generar confianza para que mis pacientes se sientan bien atendidos y comprendidos”. El stock de una farmacia rural es menor que una situada en zona urbana. “Así es, pero gracias a los dos servicios diarios de reparto que ofrece la Cooperativa Farmacéutica Asturiana COFAS, puedo cubrir generalmente bien las necesidades de los clientes”, asegura nuestra entrevistada. No obstante, “el actual problema de desabastecimiento tensiona un poco la realización de nuestra labor diaria”. Con todo, la prevención forma parte del ADN de la farmacia: “Tenemos muchas posibilidades de realizarla en la farmacia a diario, en las consultas que no realizan los pacientes o en las dispensaciones de tratamiento crónicos, como por ejemplo antihipertensivos o hipercolesteromiantes”. Hace un año, Irene se lanzó a una iniciativa apasionante en materia de prevención: realizar charlas bajo el nombre ‘El paciente Informado’, en las que participan diferentes profesionales de la salud (médicos, odontólogos, podólogos...) para tratar determinados aspectos relacionados. ¿Qué queda pendiente por hacer? “Debemos seguir reforzando la accesibilidad y disponibilidad que tenemos como profesionales sanitarios para toda la población”. Servicios como nutrición o dermoestética “aportan un valor añadido a nuestra labor diaria, aunque en muchos casos es complicado implantarlos por la dedicación y formación continua que precisan”. La digitalización, el big data, la robótica y el marketing digital cada vez están más presente sen la farmacia comunitaria. En este sentido, “creo que la digitalización ‘controlada’ siempre es positiva, pues permite aligerar muchos procesos”. Es el caso por ejemplo del proyecto liderado Sara Villacampa (Asturias) Su pasión siempre han sido las plantas y sus propiedades, la química y la naturaleza, lo cual la llevó a regentar una farmacia rural en el encantador enclave de San Martín de Teverga, en Asturias. Explica que “aplicamos el consejo farmacéutico en todo momento acompañado de un trato cercano y de naturaleza alegre. Como amante de la fitoterapia y la aromaterapia siempre intento paliar cualquier problema con remedios a base de plantas o aceites esenciales”. Sara también se ha formado extensamente en dermofarmacia y la nutricosmética, algo que “me diferencia de otras farmacias similares a la mía”. Para ella, la farmacia se ha reafirmado como institución a raíz de la pandemia. “La atención farmacéutica es importantísima porque no solo resuelve, sino que también previene enfermedades o complicaciones. Por ejemplo, explicar al paciente cómo debe tomar un medicamento es tan relevante que podemos prevenir errores de toma e, incluso, la no total eficacia del medicamento”. ¿Cómo has visto evolucionar el modelo de farmacia en los últimos años? “Cada vez se da más importancia al consejo farmacéutico, y creo que nosotros, como profesionales sanitarios, hemos luchado mucho por afianzar nuestro papel en la dermofarmacia, la fitoterapia, la microbiota o la nutrición”. Y es que si algo determina al farmacéutico es su amplia formación que le permite ser polivalente. La aromaterapia es uno de los servicios estrella de la farmacia de Sara: “Los aceites esenciales tienen un efecto antibacteriano y antiviral, carente de resistencias, por lo que intento reco- “NO PODEMOS COMPETIR CON LOS PRECIOS DE LA FARMACIA ONLINE, PERO LA CERCANÍA, EL CARIÑO Y EL TRATO PERSONAL FARMACÉUTICO-PACIENTE ES INSUSTITUIBLE” >> por Asturias para garantizar una comunicación ágil entre el profesional médico y farmacéutico con el fin de resolver las incidencias de los pacientes en relación con su medicación. “Esta nueva herramienta de comunicación, muy fácil e intuitiva, agiliza mucho los procesos ahorrando tiempo a la farmacia y al paciente”, celebra.
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