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107 • Síndrome DRESS (Drug Reaction with Eosinophilia and Systemic Symptoms Syndrome). Se trata de un cuadro grave, con una mortalidad de hasta el 10%, causado por fármacos antiepilépticos, sobre todo, pero también se ha visto a consecuencia de antibióticos, antiinflamatorios o antidepresivos. Se presenta como un rash a las tres semanas de la toma del medicamento (aunque se han descrito casos hasta tres meses después), acompañado de fiebre, adenopatías (ganglios aumentados) y ciertas alteraciones analíticas (transminasas elevadas, eosinofilia). • Síndrome Stevens-Johnson (SSJ)/Necrolisis epidérmica tóxica (NET). El despegamiento de la epidermis es el síntoma clave de este cuadro (menos del 10% de la superficie corporal en SSJ y más del 30% en el caso de NET), el cual, en función de su extensión, puede tener un pronóstico fatal. Tras unos días de fiebre, días después de haber tomado el fármaco causante, aparecen rojeces en la superficie corporal, que se despegan dejando erosiones importantes. Puede afectar también a las mucosas (ojos, boca, genitales). Se trata de un cuadro grave que requiere manejo en una unidad de quemados. Los fármacos más frecuentemente implicados son las sulfonamidas antibacterianas, los antiepilépticos aromáticos y algunos antiinflamatorios. • Pustulosis exantemática generalizada aguda (PEGA). En menos de dos días tras la toma del medicamento, los pacientes que sufren PEGA presentan múltiples granitos blancos por toda la superficie corporal que suelen comenzar en los pliegues (axilas, ingles). Las pústulas desaparecen a las dos semanas en forma de descamación. La PEGA está frecuentemente causada por pristinamicina, ampicilina, amoxicilina, quinolonas, antipalúdicos, terbinafina, sulfonamidas y diltiazem. • Exantema fijo medicamentoso. Este peculiar cuadro se presenta entre 30 minutos y dos semanas tras la toma de un medicamento. Comienza como una zona roja, circular, que evoluciona a violácea y permanece con tono marrón unas semanas. Su particularidad, como indica su nombre, consiste en la reaparición constante en la misma localización corporal siempre que se toma dicho medicamento. Los fármacos más frecuentemente causantes de exantema fijo medicamentoso son algunos antibióticos, AINEs, barbitúricos, antipalúdicos y antiepilépticos. Se han descrito casos de EFM también a consecuencia de conservantes o aditivos de los alimentos. Piel y quimioterapia Los medicamentos utilizados para quimioterapia frecuentemente tienen repercusión en la piel. Existe la opción de que produzcan reacciones alérgicas como las descritas anteriormente. Sin embargo, lo más habitual es que sean efectos tóxicos directamente causados por los propios medicamentos. A continuación, comentamos algunos de ellos: • Los quimioterápicos pueden dar lugar a exantemas inespecíficos, planos o formados por pequeños granitos confluentes que recuerdan a los exantemas virales. • El eritema tóxico de la quimioterapia es característico de la doxorrubicina, fluoropirimidinas o taxanos. Consiste en la aparición, semanas después del inicio del tratamiento, de rojez en las palmas y plantas, acompañada de una hipersensibilidad o disestesia que incapacita en mayor o menor medida al paciente durante el tratamiento. • Ciertos quimioterápicos pueden causar también reacciones de fotosensibilidad que recuerdan a una quemadura solar en zonas expuestas (rostro, dorso de manos, escote). • Las uñas también pueden verse alteradas por los medicamentos quimioterápicos de forma característica. Esta afectación puede ser en forma de cambio de color y fragilidad, así como la aparición de líneas horizontales (llamadas líneas de Beau). La zona que rodea la uña también puede presentar cambios inflamatorios (llamado paroniquia) que pueden ser dolorosos. Todos estos efectos secundarios mejoran con la reducción de dosis o suspensión del fármaco; pocos tienen un tratamiento concreto que mejore los síntomas cutáneos sin modificar la dosis del tratamiento. Esto requiere un planteamiento específico por parte del oncólogo que consistirá en poner en la balanza el beneficio obtenido por el quimioterápico frente a la repercusión de los efectos secundarios en la calidad de vida del paciente. Efectos secundarios farmacológicos como tratamiento Existen, por otro lado, casos de medicamentos cuyos efectos secundarios resultan de utilidad para mejorar ciertos aspectos relacionados con la dermatología. De este modo, el ácido tranexámico, un antifibrinolítico, ha mostrado actividad inhibidora de la síntesis de melanina, de tal manera que resulta altamente efectivo para el control del melasma. Por otro lado, el minoxidil, medicamento hipotensor, estimula la fase anagen de los folículos pilosos, por lo que, a dosis bajas (en las cuales no se observan efectos hemodinámicos), ha mostrado alta efectividad en el tratamiento de la alopecia androgenética y efluvio telógeno. La aparición de manifestaciones cutáneas tras el uso de medicamentos no es inhabitual. No siempre es fácil establecer si el fármaco es el causante de dicha reacción o no. Sin embargo, conocer las características más típicas de estas manifestaciones puede ayudar a orientar al paciente en los pasos a seguir tras su consulta. MEDICAMENTOS Y PIEL REACCIONES ALÉRGICAS REACCIONES A QUIMIOTERÁPICOS EFECTOS SECUNDARIOS BENEFICIOSOS • Urticaria • PEGA • SSJ/NET • DRESS • Exantema fijo medicamentoso • Exantema inespecífico • Alteraciones ungueales • Eritema tóxico palmoplantar • Melasma • Patología capilar HIPERSENSIBILIDAD TIPO 1 ÁCIDO TRANEXÁMICO MINOXIDIL HIPERSENSIBILIDAD TIPO 4

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