FARMACIA ASISTENCIAL 42 muchos antihipertensivos no sabemos si“hacen efecto”hasta al mes de empezar el tratamiento. Una ventaja de tomar la tensión en la farmacia a pacientes que ya conoce el farmacéutico, y que ya le conocen, es que el síndrome de la bata blanca se da en menor medida. Donde más se da es en el médico, después con la enfermera, luego la farmacia y, por último, en sus casas. Ya existen aplicaciones en el mercado en el que desde la farmacia se meten los datos y les sale en su aplicación en el móvil. Los pacientes pueden meter los datos que han obtenido de diversas mediciones. De esta forma, cuando el farmacéutico lo ve, puede saber la diferencia de TA que hay tomándosela solo o tomándola en la farmacia. Oliver opta, de vez cuando, por pedir a sus pacientes que lleven su tensiómetro a la farmacia y hacer una comparativa con el que ella tiene calibrado en la farmacia. Por lo general, los pacientes no calibran los suyos y “así comprobamos de forma sencilla si se la toma de más, de menos o es correcta”. En de nitiva, cada vez las farmacias están mejor preparadas tecnológicamente para hacer un seguimiento pormenorizado del paciente, y los farmacéuticos pueden ser de gran ayuda para descongestionar la sanidad pública y privada. las que debe tomar, ni más ni menos. Y que tener la TA controlada, además de disminuir los problemas conocidos para el corazón, se ha visto en diferentes estudios que podría mejorar también la degeneración cognitiva al llegar mayor riego al cerebro”, argumenta. Hay que convencer al paciente que, si la necesita, es peor el riesgo de una subida elevada de riesgo cardiovascular que el riesgo de posibles efectos adversos. Esta farmacéutica intenta no nombrar efecto adverso alguno para que no se obsesionen los pacientes, al menos cuando empiezan el tratamiento, aunque sí les hace ciertas preguntas para con rmar que, a priori, es el tratamiento de elección y les da ciertas pautas para mejorar la adherencia y hábitos saludables. A ella le gusta tomar la tensión en la farmacia, porque así los pacientes no se obsesionan. Les recomienda que no se la tomen hasta la próxima semana, hasta dentro de diez días o “vente esta tarde porque he detectado que te ha subido”. “Vete a casa, ponte a ver la televisión un rato y vienes y te vuelvo a tomar la tensión. Porque, en su casa, muchas veces, si se la toman, a lo mejor se la están tomando todos los días siete veces, lo que no ayuda al control, ya que esa misma obsesión les provoca un aumento de la tensión”, opina. Si no se obsesionan,“está fenomenal que tengan un aparato de tensión en casa, porque las farmacias, aunque estamos abiertas muchas horas, entiendo que en un momento determinado a lo mejor es bueno que se la tomen a las 03:00”. El tener un tensiómetro en casa no le parece para nada mal. Es más, puede ser un acierto, “pero sin obsesionarse”. Un efecto secundario muy típico de los hipertensivos es la tos. “Hay gente que deja de tomarlo porque se da cuenta que le produce tos. Si detectamos este efecto adverso, hay que hacer una carta al médico, o ponernos en contacto con él, para que le cambie el tratamiento, no porque no necesite el antihipertensivo, sino porque ese tratamiento no es el adecuado para este paciente”, diserta. Es bueno recordar que COMO LA HTA ES UNA ENFERMEDAD ASINTOMÁTICA EN MUCHOS CASOS, ES ESENCIAL CONCIENCIAR A LA POBLACIÓN SOBRE SU REVISIÓN
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