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41 alta porque le molesta la cabeza, que nota una cierta presión, muchas otras veces es asintomática. Por este motivo, “hay que explicarle al paciente que, aunque no note nada, tiene que controlársela y debe tomarse las pastillas”. Algo que suele ocurrir, y se detecta mucho en las farmacias, es que, cuando se toman la pastilla, tienen la tensión bien, y piensan que ya no les hace falta.“De pronto, vuelven a tomarse la tensión y la tienen elevada. Rascando un poquito, te das cuenta de que han dejado el tratamiento porque tenían la tensión bien”, narra. Ella siempre utiliza el ejemplo de las gafas:“Claro, la tienes bien porque te tomas la pastilla. Es como una persona que lleva gafas. Ve bien porque lleva las gafas y, si se quita las gafas, deja de ver bien. Lo mismo te pasa a ti con la pastilla para la tensión”. Es verdad que ocurre con más medicamentos, como los que regulan el azúcar, el colesterol y los triglicéridos, entre otros. En el caso de la HTA, cambiar los hábitos de vida a otros más saludables puede mejorar la tensión, “pero habrá que ir regulando el tratamiento, que no siempre es así o no lo su ciente como para dejar de tomar medicamento”. “Otra cosa es que, en algún momento, se ha corrido un rumor de que, al bajar la tensión, llega menos circulación al cerebro y, entonces, pueden acelerar los procesos de demencia. A ver, aquí hay que intentar dejar claro a todo el mundo que las medicinas que uno necesita son Elaboración: @boticonsejos ACONSEJA A SUS PACIENTES TENER UN TENSIÓMETRO? Los farmacéuticos coinciden en aconsejar a sus pacientes tener un tensiómetro. Eso sí, recomendando que sea un tensiómetro validado y calibrado. Irene Jaraiz Magariños avisa de que existen muchos en el mercado, pero que “aproximadamente sólo un 10% está validado”. Hay listas, muchas de ellas vinculadas a sociedades cientí cas de cardiología o hipertensión, en las que se puede consultar qué aparatos están validados. A rma que, desde 2018, hay un estándar universal para la validación de los dispositivos electrónicos, desarrollado por la American Association for the Advancement of Medical Instrumentation, la European Society of Hypertension y la International Organization for Standardization (AAMI/ESH/ISO). Dos de los listados donde comprobar la validación que nos proporciona son: www.stridebp.org y www.bihsoc.org/bp- monitors. Otro aspecto fundamental es que el aparato se calibre según las instrucciones del fabricante, que normalmente es una vez al año. Se debe asesorar también sobre el tamaño del manguito, “ya que una mala elección puede hacer que estemos subestimando o sobrevalorando los valores de presión arterial obtenidos”. Por parte de la farmacia comunitaria, se debe enseñar el correcto manejo del dispositivo y cómo realizar la toma de la presión arterial de forma correcta. En reposo, con la vejiga vacía, sentado en una silla con la espalda recta y apoyada, etcétera. Con ello, “se va a conseguir que el usuario pueda realizar una correcta AMPA en casa e involucrarlo más en su patología”. Esto conlleva una mayor adherencia al tratamiento y, en de nitiva, un mayor empoderamiento del paciente. Ana Oliver recuerda que es muy importante la postura a la hora de tomar la tensión. Lo mejor es en el brazo izquierdo, sin hablar, con las piernas sin cruzar y el manguito a la altura del corazón. Con los tensiómetros de muñeca, hay que tener cuidado porque la gente muchas veces se los toma mal porque cree que es muy fácil y coge y apoya el brazo en la mesa. Entonces, al apoyarlo en la mesa ya no está el manguito en la posición más adecuada al encontrarse la muñeca a la altura de la cintura, no del corazón. En ese caso, hay que ponerse unos cojines. Al nal, es más incómodo tomarla bien con el de muñeca, porque también, si se lo sujetan a sí mismos, al n y al cabo, se están moviendo. Concluye que “es muy raro que te estés completamente quieto”. Para tener como tensiómetro de uso habitual, a ella no le gusta el de muñeca.

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