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EL FARMACÉUTICO 18 macias, que supondrán un ahorro significativo para el sistema”. Mª Concepción se despide de nosotros con un mensaje positivo. “Estoy segura de que gracias a las herramientas que nos proporciona tanto el Consejo como los Colegios, unido a la implicación de todos los farmacéuticos en el uso de las nuevas tecnologías, cada día trabajaremos más y mejor integrándonos en la cadena sanitaria”. Mª Concepción Artigues (Islas Baleares) Lo suyo viene de familia. Mª Concepción nos recibe en su botica de Felanitx, en Mallorca. Todo empezó cuando era muy niña en la farmacia del hermano de su padre. A ella le gustaba ir a visitarle y ver in situ su trabajo. “Cuando acabé la carrera, compaginaba mi trabajo en el Centro de Información del Medicamento del COFIB con el de farmacéutica adjunta en una farmacia de nueva apertura. Unos años después tuve la oportunidad de adquirir el 50% de la farmacia en la que estoy actualmente”, empieza a relatarnos. Mª Concepción regenta la farmacia Artigues-Nadal junto a su socio, Guillem Nadal. En un municipio como Felanitx, con una población aproximada de doce mil habitantes, la farmacia no solo es necesaria, sino que es imprescindible. Explica que “la característica diferencial de nuestra farmacia es que somos también ortopedas, además de farmacéuticos titulares, por lo que a diferencia de otras farmacias, trabajamos mucho esta especialidad”. “La farmacia cada día tiene más protagonismo en Atención Primaria. La lucha que hemos liderado para que se nos integre con mayores responsabilidades en el sistema sanitario está dando sus frutos”, reconoce la farmacéutica mallorquina, que aboga por una farmacia preocupada por la prevención y ocupada en el tratamiento. Una farmacia volcada en el paciente que ahorra recursos e impide colapsos del sistema. Por lo tanto, una farmacia que tiene mucho que aportar, siempre y cuando se la valore y reconozca. Por ejemplo, “contribuimos con el cribado de cáncer de colon, la campaña de prevención del cáncer de piel que se hace desde las farmacias junto a la AECC y el COFIB o el del cáncer de mama. Todo ello mejora de la calidad de vida de nuestros pacientes”. Servicios como los SPD cada vez están más al alza. Más aún si tenemos en cuenta que el 50% de los pacientes polimedicados no toma su medicación tal y como el médico se lo ha prescrito. “Hace unos años los pacientes eran muy reacios a este servicio, pero actualmente es un servicio muy valorado y demandado tanto por médicos como por cuidadores, familiares y pacientes”, asegura. Si bien, cualquier servicio que no se paga, no se valora. Por esta razón, Mª Concepción cree que el copago debería de existir: “Los pacientes deben ser conscientes de que los medicamentos y los servicios no son gratuitos para todo el canal sanitario”. Y hace un llamamiento a las administraciones públicas para “que apuesten sin fisuras por implantar nuevos servicios desde las farJoana Maria Galmés (Islas Baleares) La botica rural es un activo sanitario de incalculable valor. Para conocer más de cerca las farmacias ubicadas en pequeños municipios de Mallorca nos vamos a Sant Llorenç des Cardassar para conversar con Joana Maria, quien nos explica que “en noviembre se cumplirá un año desde que empecé con la farmacia. A diferencia de las grandes, mi farmacia me permite una relación de confianza y trato con los clientes, y eso no tiene precio”. Su botica es la única del pueblo, situado en la parte nororiental de Mallorca, donde la mayoría de los habitantes son de edad avanzada. “No es una farmacia donde se puedan encontrar ni todos los productos ni todas las marcas que hay en el mercado, pero sí intentamos ofrecer lo necesario para cubrir las necesidades de nuestros vecinos”, asegura. El pasado mes de marzo echó a andar el ‘Programa de la Farmacia Comunitaria Rural’ para la mejora de la atención sanitaria, social y asistencial de las áreas rurales de nuestro país. Esto es esencial si tenemos en cuenta que en España hay en torno a 4.500 farmacias rurales, las cuales desempeñan una labor sanitaria crucial y son “el primer lugar donde acude el paciente al tener un problema de salud”. Y es que el farmacéutico hace lo que ha hecho toda la vida: garantizar el acceso al medicamento, y, especialmente tras la pandemia, también ejerce como centro social y de centro sanitario. “Creo que la farmacia está desaprovechada”, afirma Joana Maria antes de añadir que “se tendría que hacer más uso de la ayuda que puede ofrecer el farmacéutico como experto en el medicamento”. Y tiene claro cómo hacerlo: “Por un lado, habilitarnos para que pudiéramos hacer cambios en las formas de administración de los medicamentos, motivo que exige volver a pedir cita con el médico y cambiar la receta. También que se nos permita actuar ante infecciones leves, como infecciones de orina u otras actuaciones”. Sin duda, si por algo acude la mayoría de los pacientes a la farmacia es por la atención farmacéutica, “y así considero que tiene que ser”. Sobre la venta online, Joana Maria considera que “la falta de tiempo hace que la compra por internet sea muy cómoda y rápida, lo cual provoca que el cliente a veces se decante por esta vía”. Sin embargo, confía en la fortaleza de la farmacia: “Tengo la esperanza de que la población no deje de valorar la atención que se ofrece desde la farmacia, pues tanto los consejos como las advertencias antes de tomar un medicamento no están en la compra por internet”.

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