EN PROFUNDIDAD 104 de farmacia o por oficinas de farmacia. El Real Decreto-Ley 16/2012 pretendía unificar a nivel estatal la atención farmacéutica en pacientes institucionalizados. Pero, no lo ha conseguido. Incluso, cambia el concepto de centro sociosanitario en función de la comunidad autónoma. En Cantabria, la regulación de la atención farmacéutica en el ámbito sociosanitario es un tema que está pendiente de abordar. Allí, no existe el concepto sociosanitario. Hay centros sociales residenciales que no disponen de servicios sanitarios propios. Para estos centros, se modificó la ley de ordenación farmacéutica para que pudieran tener un depósito de medicamentos vinculados a un servicio de farmacia o a una oficina de farmacia los centros que no poseen servicios sanitarios propios. En Cantabria, hay 72 centros sociales residenciales. La mayor parte de las camas tiene un modelo mixto de suministro de medicamentos, a través de la oficina de farmacia o del servicio de farmacia de Atención Primaria. Intentar reorganizar el sistema no es fácil, porque no se parte de cero. Hay que buscar el equilibrio entre la ordenación y la prestación farmacéutica. El suministro de los medicamentos a estos centros es“algo necesario”, y estos centros, ante una falta de regulación, han ido adoptando un sistema de suministro de medicamento en función a sus necesidades, centrado a través de la dispensación desde las oficinas de farmacia con las que mantienen acuerdos. Hay un margen de mejora en el control y suministro de medicamentos a estos centros. “Necesitamos optimizar los recursos sanitarios y sociales y conseguir una gestión integrada que incorpore la información de los distintos ámbitos asistenciales”, aseveró. A su parecer, tiene que estar bien presupuestado. Pidió integrar a los farmacéuticos dentro de los equipos multidisciplinares, incluyendo a los de Atención Primaria, a los de hospital y a los de comunitaria. Con un plan que ayude a mejorar la atención farmacéutica. Por su parte, Bango se centró en el modelo asturiano.“Compartimos, con el ámbito sociosanitario, la distribución de ocho áreas sanitarias. Tenemos 6.327 plazas concertadas en establecimientos residenciales de ancianos. 4.166 plazas son de gestión propia y 2.161 de gestión concertada”, aclaró. Hay 96 centros. 59 son centros concertados. En 2018, se plantearon pensar que lo que había que hacer era un cambio en la atención a la cronicidad. Se planteó su primer Plan Sociosanitario, que ahora están revisando. El modelo en Asturias se basa en la farmacia hospitalaria y en la opción del depósito de medicamentos en el centro sociosanitario, vinculado al hospital público de referencia. En esta legislatura, han conseguido hacer cosas nuevas. Se están incorporando nuevas experiencias, como el proyecto Checkthemeds. Es una herramienta que ayuda a los farmacéuticos de Atención Primaria cuando realizan la revisión de medicación de los pacientes crónicos complejos polimedicados. Y se ha desarrollado un circuito de resolución de incidencias de receta electrónica desde las oficinas de farmacia para ayudar a desburocratizar las consultas de Atención Primaria. Está en formato de proyecto colaborativo. Si el paciente va a la farmacia y surge una incidencia, hay un sistema de mensajería y hay un correo electrónico entre la oficina de farmacia y el centro de salud. Hay un bagaje aproximado de más de 6.000 consultas que han surgido de la oficina de farmacia y que se resuelven rápidamente. Esta experiencia está teniendo muy buena acogida entre los profesionales. Se puede proponer la sustitución de un medicamento por otro, si está en falta. Por último, Reboredo presentó el modelo gallego y el programa de atención farmacéutica a centros sociosanitarios. El envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida hace que la OMS afronte este reto como un segundo plan, como la década del envejecimiento saludable. “Es un reto mundial. Esto afecta a nivel mundial. Habla de cambiar la forma en la que sentimos y pensamos acerca del envejecimiento”, opinó. Hay que asegurar que las comunidades fomenten las capacidades de las personas mayores. La atención debe estar centrada en las personas y en la calidad. Sin un trabajo en equipo, aseveró que no sería posible. “A una gran cantidad de nuestras personas mayores les gustaría seguir en sus domicilios. Hay que pasar de un modelo reactivo, del paradigma de la hospitalización y de la institucionalización, a sentir que están como en su domicilio, en un modelo centrado en el paradigma de los cuidados y centrado en el hogar. Por eso, se busca mejorar la coordinación”, señaló. Constató que la integración del farmacéutico en el equipo asistencial de los centros sociosanitarios garantiza una optimización de la farmacoterapia, segura, que favorece la obtención de los mejores resultados en salud de las personas que viven en los centros sociosanitarios. Esto permite una racionalización del gasto y una mejora continua en la calidad de la atención y la capacidad de respuesta. La farmacia está en las unidades de coordinación sociosanitaria. Hay, además, unidades de cuidados intermedios. En Galicia, hay 331 centros de día, 109 centros para personas con discapacidad y 383 centros para personas mayores. La creación de centros sociosanitarios ha crecido a raíz de la pandemia. El programa de Atención Farmacéutica en Galicia está avalado por la Ley 3/2019, de 2 de julio, de ordenación farmacéutica de Galicia. Se refiere a la necesidad de servicios de farmacia hospitalarios en centros sociosanitarios con más de 100 camas, en régimen de asistidos o depósitos. El depósito, dependiendo de su vinculación, será atendido por un farmacéutico de los centros asistenciales del Servicio Gallego de Salud, de forma global, o de un farmacéutico de oficina de farmacia cuando se vincule el depósito a éstas. La variabilidad de los centros es muy importante. Recordó que la Guía Farmacoterapéutica busca un uso racional de los medicamentos. Concluyó que las ventajas del Programa de Atención Farmacéutica en centros sociosanitarios son una atención farmacéutica personalizada, la realización de procedimientos normalizados de trabajo para garantizar la calidad y la homogeneidad en la atención farmacéutica, el establecimiento de un sistema de dispensación de la medicación en dosis unitarias o multidosis y el desarrollo de actividades de formación, comunicación, investigación y sistemas de información sobre el abordaje farmacológico global. El seguimiento individualizado de la adherencia terapéutica de los pacientes reduce el número de contactos de los pacientes con los servicios asistenciales. Aparte, es un paciente que ingresa menos y que, en definitiva, optimiza la atención. La pandemia fue un ejemplo de que estos programas mejoran la calidad de la atención. SERÁ TAMBIÉN SU RESPONSABILIDAD LA PARTICIPACIÓN EN ACTIVIDADES INFORMATIVAS Y DE FORMACIÓN AL RESTO DEL EQUIPO ASISTENCIAL
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