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39 correctamente”, refuta García. Apuntala que facilitan la vida a los pacientes, de cualquier edad, revisando y reacondicionando sus medicamentos y complementos en los SPD y ellos ganan en calidad de vida, salud, tiempo y comodidad y“tienen la tranquilidad de que se toman la medicación correctamente”. Aunque parezca que Delgado Casas no sea un claro defensor del sistema, piensa que“habría que diseñarlo mejor, hacer procedimientos más eficaces e intuitivos que vayan coordinados con el resto de los servicios asistenciales de la farmacia y no sólo añadirlos ´sin ton ni son´ simplemente por el hecho de compensar y amortiguar otras categorías de toda la vida”. En de nitiva, “fortalecer en conjunto los servicios asistenciales en la o cina de farmacia dentro de una estructura bien de nida y con perspectiva de futuro”. Enfatiza que es una buena oportunidad de fortalecer el sistema sanitario, al mismo tiempo que “ojalá se acabe implementando la Atención Farmacéutica para un seguimiento farmacológico integral del paciente”. Romeo Granados describe que los SPD bene- cian al paciente, cuidador o familiar porque delegan el tratamiento en un profesional especializado. “Si mejora la adherencia, mejoran los resultados en salud y esto se traduce en bene cio para el paciente y para el sistema sanitario”, pronuncia. “Se reducen considerablemente los olvidos, porque, si el paciente no realiza la toma asignada, el tratamiento seguirá en el alveolo intacto y el paciente o cuidador tomará conciencia de ello”, relata. Del mismo modo, los blísteres usados deben entregarse en la farmacia para su destrucción a través de SIGRE, por lo que el farmacéutico puede ir valorando el nivel de adherencia y corrigiendo errores que puedan surgir. En cuanto a los errores en la toma de medicación, se reducen al mínimo ya que, previo a entregar el blíster al paciente, éste ha sido preparado y validado en la farmacia. Su conclusión es que el SPD es “un servicio que funciona y mejora sustancialmente la adherencia de los pacientes al tratamiento”. No obstante, lamenta que, como otros muchos servicios, los dirigentes farmacéuticos (hace autocrítica por la parte que le toca cuando fue presidente de COF) intentan‘venderlo’ a las distintas administraciones sanitarias. A día de hoy, alerta,“se está convirtiendo en una moneda de cambio para conseguir pacientes, institucionalizados o no, y, si no ponemos remedio y actuamos de manera profesional y responsable, acabará siendo un servicio devaluado, gratuito y en ningún caso reconocido, ni por los pacientes ni por la Administración”. Matos Lastra, por su su medicación. “Basta revisar cómo, cuándo y qué medicamentos retiran o no retiran, si nos insisten en que el sistema de receta electrónica falla o si nos aseguran que de tal o cual medicamento tienen varios envases sin estrenar”, asevera. En estos y otros casos, se puede invitar al paciente a conversar en privado y profundizar en si conoce lo que toma, cómo lo hace, si tiene dudas, etcétera. Una vez que el paciente toma conciencia de que en la farmacia le pueden ayudar a organizar su tratamiento, normalmente aceptan el servicio. Para Matos Lastra, “lo debe llevar a cabo personal cuali cado y con formación en el uso de la máquina SPD”. Por el tiempo y la responsabilidad que supone para una o cina de farmacia, apunta que debería de llevar un coste adicional. Mani esta que hay que prepararlo con personal cuali cado y con una máquina especí ca para el reacondicionamiento de los medicamentos. En resumen, en palabras de Dorta Martín,“el abordaje debe realizarse desde el mostrador, a través de una escucha activa de las necesidades del paciente”. “Todos tenemos usuarios que siempre se quejan de que les falta alguna caja de su medicación y les sobran otras, personas que no consiguen controlar su patología, a pesar de tener un tratamiento pautado”, expresa. Esto puede indicar que hay errores en la toma de la medicación. “Previamente, hay que estudiar el per l del usuario con una serie de preguntas sencillas que nos ayuden a detectar los problemas que pudiera tener con su medicación”, subraya. Todo el equipo tiene que saber cuándo derivar un paciente a este servicio, no todo el mundo puede necesitarlo. Muchas veces se puede solucionar el problema con sencillos consejos en el momento de la dispensación. Una vez detectado un candidato susceptible de bene ciarse de este servicio, hay que detallarle cómo el servicio puede mejorar el control de sus patologías y aumentar su calidad de vida. Calidad de vida, salud, tiempo y comodidad Rafael Areñas Velasco, vicepresidente 3º del Colegio O cial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), sintetiza que el SPD mejora la adherencia del paciente.“Esto está avalado por diversos estudios. Es crucial que el paciente entregue el blíster vacío cuando se lleva el nuevo, como medida de farmacovigilancia. Además, racionaliza la medicación”. Es habitual que un paciente hipertenso que entre en los SPD empiece a sufrir mareos por hipotensión al tomar toda la medicación prescrita, pues la falta de adherencia llevaba a que el médico aumentara las dosis para corregir dicha hipertensión, suponiendo que estaba tomando los medicamentos. Por ello, suele ser necesario un ajuste de dosis después de empezar con los SPD. Asimismo, se mejora la salud del paciente y se evitan visitas a Urgencias, ingresos hospitalarios, etcétera, con el consiguiente ahorro para la Administración sanitaria. El SPD es especialmente conveniente, tal y como sugiere Ignacio José Romeo Granados, para cualquier paciente que le suponga un problema tomar la medicación según ha sido pautada. Pueden existir muchos motivos. Cita unos cuantos: pacientes mayores polimedicados, pacientes con di cultades cognitivas, pacientes después de un ingreso hospitalario que salen con un tratamiento complejo, pacientes que debutan con muchos medicamentos, pacientes con posologías complejas, pacientes institucionalizados y pacientes con cuidadores al cargo. Delgado Casas menciona“pacientes con dependencia clara y que dispongan de ayuda asistencial en su entorno”. ¿Pacientes crónicos, polimedicados y dependientes? Responde que así es, que son candidatos claros. Del mismo modo,“centros asistenciales donde tienen la ayuda de los profesionales adecuados, siempre y cuando no le dejen la ´pastilla´ en la mesa junto a otras tres o cuatro”. “Tenemos la mala costumbre de encasillar el SPD a pacientes de edad avanzada, polimedicados y/o crónicos. Obviamente que estos pacientes son idóneos para prepararles la medicación, ya que mejorarán la adherencia al tratamiento y, por lo tanto, su salud y calidad de vida, también lo harán. Pero, hay que tener muy claro que el SPD va dirigido a cualquier persona, independientemente de la edad o del número de medicamentos que tenga prescritos o no por el médico, que quiere que su tratamiento médico y/o los suplementos que toma, sean revisados por un farmacéutico, preparados por un profesional formado y, no preocuparse de nada más que de venir a buscarlo y tomarlo ES CRUCIAL QUE EL PACIENTE ENTREGUE EL BLÍSTER VACÍO CUANDO SE LLEVA EL NUEVO, COMO MEDIDA DE FARMACOVIGILANCIA

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