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EL FARMACÉUTICO 12 Cristina Martínez (Burgos) Lo de Cristina es vocacional cien por cien. Sin antecedente farmacéutico en la familia, ella siempre supo que quería ser boticaria: “Desde el principio tuve claro que, dentro de las salidas profesionales, la que más me atraía era la de oficina de farmacia”. Sus inicios están ligados a la farmacia rural, no en vano, Cristina comenzó desarrollando su labor sanitaria en Poza de la Sal, de apenas 300 vecinos, y de ahí saltó a su destino actual en Briviesca. “Aquí llevo siete años, y estoy satisfecha. La farmacia rural siempre me ha gustado porque conoces a los pacientes y el trato es muy personal”, confiesa. Decidida y ambiciosa, completó sus estudios con la diplomatura de Nutrición Humana y Dietética, y la de Sanidad. Le preguntamos qué es lo que más valora de su profesión y no duda en responder: “El contacto con el paciente. Es una forma de ayudar muy directa y resulta muy gratificante”. El perfil del cliente en la zona rural corresponde a una persona mayor de 65 años, polimedicada, lo cual constituye todo un reto para la sanidad y pone en valor la aportación de la botica en pequeños municipios. Tanto es así que se estima que más de 20 millones de personas en España presentan problemas de salud crónicos. “Conocemos a los pacientes por su nombre y apellidos. Además, mantenemos relación con los profesionales del centro de salud (médicos, enfermeros y administrativos), lo que facilita poder solucionar los problemas del día a día”, explica Cristina. Con todo, considera que las farmacias tienen dos campos por conquistar: “Unirnos a Atención Primaria mediante una mejor comunicación e implicación. Se trata de aunar capacidades en beneficio del paciente”. Junto a ello, es necesario “ampliar las campañas de prevención (como la de vacunación de gripe) y los cribados (como el de VIH)”. Son parte de los cambios que se deben producir para dar respuesta a las demandas actuales. Cristina saca músculo y presume de los servicios que, progresivamente, va incluyendo en su farmacia con buen resultado: “En mi botica ofrecemos servicio de nutrición con análisis de composición corporal, riesgo cardiovascular, cesación tabáquica, telederma o cribado de lesiones cutáneas, SPD, alquiler de material ortoprotésico y seguimiento de embarazo”. Nuria Sacristán (La Rioja) “Recién licenciada trabajé como meritoria en el laboratorio de análisis del COF de La Rioja y posteriormente como delegada de visita médica en Novartis. Actualmente formo parte de la Junta de gobierno del COF, soy vocal de dermofarmacia en La Rioja y llevo más de 25 años de servicio en la farmacia de mi madre”, empieza a relatarnos Nuria que, con agrado, nos recibe en su botica, cuna de una tradición familiar atesorada con cariño y dedicación. Desde el pasado 1 de julio es también la titular. Para conocer su historia hay que remontarse a 1970, cuando su madre, Juana Palacios, levantó por primera vez la persiana de su botica. “Lo que entonces era un barrio en expansión de la ciudad hoy es pleno centro; un barrio humilde, con elevada presencia de personas mayores y de otras culturas, pero también jóvenes dada su proximidad a la Universidad”. Se trata del barrio de San José de Logroño donde brilla por sí misma su farmacia asistencial, que es, sobre todo, de contacto y cercanía. La Rioja presenta un alto índice de dispersión de la población: el 90% de sus habitantes se concentra en el 10% de los municipios, por lo que hay más de 150 pueblos. De manera que la farmacia rural es un punto de referencia esencial en términos sociales: “Se trata de un ejemplo de cómo una profesión sanitaria puede aportar beneficios a la sociedad en un momento en el que el debate se centra en políticas para afrontar el reto demográfico”. Para Nuria el modelo de farmacia no ha cambiado dado que su esencia sigue siendo la misma de siempre. Sin embargo, “lo que sí que ha mejorado ha sido la eficacia de los medicamentos, la gama y la variedad de los mismos, y esto, probablemente, haya hecho más compleja la gestión y nos haya exigido un esfuerzo suplementario a la hora de actualizar nuestros conocimientos y formación”. En este sentido, las instituciones colegiales y el Consejo General ofrecen amplios recursos formativos y tecnológicos para apoyar esta meritoria labor, en ocasiones no reconocida en su justa medida. Cuando le preguntamos por la existencia de una farmacia online, su respuesta en contundente: “Nunca podrá sustituir el trato y la recomendación al paciente. El paciente, además del producto, quiere una recomendación y un consejo”. Y es que precisamente ese trato es lo intangible e imprescindible del modelo de farmacia actual. “Por precio nunca vamos a poder competir con grandes cadenas, pero en recomendación, consejo directo y trato, nadie nos gana”, asegura a modo de conclusión. >>

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