53 FALTA DE PROFESIONALES Y DESABASTECIMIENTOS Antoni Torres medita que a los farmacéuticos les preocupan dos temas especialmente. “Ambos son globales, puesto que afectan a todos los sectores económicos y países”, matiza. El primero, aclara, es la falta de profesionales, “relacionado con el cambio de valores, visión, necesidades y deseos sobre lo que el trabajo debe reportarnos”. Hecho que sucede en todos los sectores de la economía y en todos los países. Pasa lo mismo con el segundo, que son los desabastecimientos: “La externalización de la producción de medicamentos por la globalización de la producción y los precios de los mismos, así como las rigideces para poder hacerles frente de forma más eficiente desde la propia farmacia, es un asunto que preocupa”. Para FEFAC, ha sido “un año de consolidación de propuestas y de explicación” a los titulares de oficina de farmacia, mediante el Fefac On Tour por toda Cataluña, parte del país y a la sociedad, y a través de una muy importante presencia en todos los medios de comunicación. Además, ha solicitado formalmente al Departamento de Salut una mayor presencia y participación de FEFAC en sus órganos y comisiones. “Consideramos clave, por el valor del protagonista, la conversación pública con Pere Aragonès, presidente de la Generalitat de Catalunya, en la que manifestó el grado de implicación y agradecimiento a las farmacias y los farmacéuticos, y por ser la primera vez que un president acepta este tipo de relación con la farmacia y sus representantes”, explica. Otro hecho muy relevante fue el estage empresarial en Vic, en el que, durante dos días, todas las juntas directivas de las cuatro empresariales de FEFAC trabajaron con ponentes tan relevantes como Azucena Carranzo, directora general de ordenación sanitaria, por delegación del presidente de la Generalitat; Salvador Illa, líder de la oposición y exministro de sanidad; Antoni Cañete, presidente de Pimec; Guillém Lopez, asesor del Banco de España, y Jordi Casas, presidente del Consell de Col·legis Farmacèutics de Catalunya (CCFC), con quienes pudieron proyectar y visualizar el futuro de la farmacia comunitaria, así como resituarse en la nueva realidad pospandemia. “A nivel de la empresarial, el momento es ilusionante y motivador, ya que hemos sido capaces de poner a disposición de la sociedad una propuesta sólida, coherente, alineada con la situación actual del sistema, de los ciudadanos y de la farmacia, que favorece a todos ellos simultáneamente, sobre la aportación de las farmacias comunitarias”, dice. Añade que esa propuesta es a nivel de Cataluña y también de España, a través de Conpymes, “la única empresarial independiente que representa exclusivamente a micro, pequeñas y medianas empresas y autónomos”. Necesidades ¿Qué necesidades prioritarias tiene la farmacia a nivel empresarial? “En cuanto a aspectos más preocupantes, por la inquietud que generan, la gestión y comercialización de las bases de datos de las farmacias y el impacto de las plataformas que pretenden intermediar entre farmacia y ciudadano, por el cambio de hábitos de compra del ciudadano y el coste del mismo, que puede afectar gravemente a nuestro modelo de red capilar de las farmacias, castigando a las farmacias más débiles o aisladas, en un principio en favor de las más fuertes o ubicadas en puntos logísticamente relevantes”, responde. Advierte de que, “si la red como tal se debilita, esto acabará afectando a todas, grandes y pequeñas, centrales o aisladas, turísticas urbanas o rurales”. Asimismo, “lo son la gestión de los recursos humanos en el nuevo paradigma pospandemia y sus consecuencias, que se suma a que todos queremos más servicios y más baratos e inmediatos, pero sin coste”. Desde FEFAC defienden que hay que integrar al farmacéutico en el sistema sanitario “de la única manera posible”. Es decir, proponiendo y trabajando activamente “en el desarrollo de las propuestas aceptadas por la Administración”. Tienen muy presente que cada propuesta debe cumplir inexcusablemente tres premisas: favorecer a la ciudadanía, a la Administración y a la farmacia de forma equitativa. “En Cataluña existe consenso tanto entre Colegios y FEFAC como con la Administración en el desarrollo de la vertiente asistencial de las farmacias comunitarias”, asegura. Disponen, además, de un acuerdo con el CatSalut, firmado durante la pandemia entre Consell y su director, Adrià Comella, con el soporte e impulso desde FEFAC. “Es bajo ese marco que primero se evaluaron las necesidades y prioridades, posteriormente su factibilidad y, finalmente, su impacto”, subraya Torres. Con este marco definido se empezó a trabajar y son ya diversos los servicios que se han ido implantando y otras propuestas están en desarrollo o estudio. Estiman muy importante la aplicación del Consell, Farmaserveis, pues es una vía para registrar tanto la actividad que realizan como para poder aportar datos y soporte de valor, y hacen hincapié en que es esencial que todas las farmacias se impliquen en su implantación y uso. La hoja de ruta es la que se marca en el documento anteriormente citado. Ahora bien, “FEFAC está en estos momentos gestionando su presencia en aquellas áreas que inciden en la empresa farmacia”. Ha presentado ya a la Administración dos documentos, uno centrado en FEFAC como empresarial asociada a Pimec, que como entidad legalmente considerada como “más representativa” tiene derecho a presencia y participación, como la normativa brinda, y que le da su soporte y que delega en FEFAC. Y otro documento de visión desde la farmacia. “Es evidente, y así lo entendemos y respetamos, que la relación Administración-farmacias en lo que a salud se refiere es a través del Concierto entre Departament y el Consell. Lo cual no es óbice para que la presencia de la farmacia se extienda en otras consejerías, como Empresa y Trabajo, Asuntos Sociales, Feminismos y Equidad, o la misma de Presidencia, de ahí que la relación directa sea con la empresarial Pimec y, por delegación, en lo que nos afecta, FEFAC”, remarca. Determina que “es, pues, un tiempo en el que la farmacia debe estar presente en todos aquellos ámbitos que le pueden afectar, y con la mayor representatividad posible”. Torres avisa de que “hay que estar y participar” o, de lo contrario, no se contará con los farmacéuticos, que tienen “mucho que aportar y ofrecer”. Afirma que son muchos y fuertes los interesados en quedarse con el ámbito de la salud para convertirlo en un negocio más, “cuando la salud debe ser un sector que, siendo capaz de retribuir adecuadamente a sus profesionales, esté guiado desde la planificación pública, con colaboración privada, puesto que la salud es un derecho universal al que todos debemos poder acceder con equidad”. “Solo empresariales que representen en exclusiva a las empresas pequeñas, micro, medianas y autónomos, son libres para defender nuestros derechos y necesidades”, concluye. Argumenta que, si juntamos en una jaula a un tigre y un gato, siempre ganará el tigre, y que sucede lo mismo con las empresas.
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