IMFarmacias_137 INFORME DEL SECTOR

47 Recientemente, han presentado diversos informes que certifican este planteamiento que tienen como sector, como ‘Hacia una mejor salud cardiovascular en España’, apoyado en su presentación por José Manuel Miñones, ministro de Sanidad; el documento de ‘Propuestas para la mejora del acceso de los pacientes a los medicamentos huérfanos’, que propone un procedimiento diferente para evitar que los pacientes de enfermedades raras esperen dos años a los nuevos fármacos, o el de ‘La innovación incremental del medicamento. Generando valor para el paciente y el Sistema Nacional de Salud’, que hace una revisión de la bibliografía de los últimos cinco años, escogiendo algunos de los numerosos casos que ejemplifican el valor de este tipo de innovación. Yermo sostiene que “este trabajo es solo una muestra de la hoja de ruta marcada por Farmaindustria para los próximos años y que puede transformar, de manera significativa, lo que este sector puede aportar a España desde el punto de vista sanitario, económico y social”. En primera persona Le preguntamos qué supuso que el Rey recibiera a una amplia representación de la Junta Directiva de Farmaindustria en su 60 aniversario. “Ha sido una enorme satisfacción para todo el equipo y para las casi 140 compañías que representamos. Este gesto del Rey es un reconocimiento al papel estratégico de la industria farmacéutica”, considera. Farmaindustria pudo presentarse ante el jefe del Estado como “una institución innovadora, de referencia y en constante movimiento, marcada por la vocación de servicio y en una actitud de diálogo y trabajo colaborativo para dar respuesta a los desafíos del sector y de la sociedad en general”. También le trasladaron, en primera persona, la contribución económica del sector para España, “con las mayores tasas de productividad de toda la industria española”; su valor como fuente de empleo cualificado, estable y diverso, “más del 53% de los empleados son mujeres”; su competitividad fuera de nuestras fronteras, “con más de 26.000 millones al año de exportación en 2022”, y su intensidad en I+D, “con casi 1.300 millones de euros al año”. Yermo confirma que, de manera prioritaria, están trabajando en dos asuntos de actualidad farmacéutica que les preocupan y ocupan especialmente, “ambos de alto impacto para los pacientes”. Por un lado, “España tiene el desafío inmediato de revertir el deterioro que está sufriendo la disponibilidad de nuevos tratamientos por parte de los pacientes en nuestro país”. Las últimas cifras del Informe WAIT, que mide los indicadores de acceso a los medicamentos en Europa, revelan que los pacientes españoles pueden acceder solo a 98 de los 168 medicamentos aprobados por la EMA entre 2018 y 2021, un 58%, muy lejos del 88% de Alemania o el 80% de Italia. Y los que llegan a ser financiados por el SNS tardan casi dos años en estar disponibles. Avisa de que “un país como España no puede permitirse unas cifras como éstas ni el impacto que esta realidad tiene en los pacientes”. A esto hay que sumarle los retrasos a nivel de las comunidades autónomas. Este problema de acceso a los medicamentos innovadores es un diagnóstico compartido entre las autoridades sanitarias, pacientes, profesionales sanitarios e industria farmacéutica, y requiere una solución urgente en la que desde Farmaindustria ya están trabajando con la Administración. “Farmaindustria ha propuesto una serie de mejoras en el procedimiento de fijación de precios y financiación pública de medicamentos en nuestro país”, comunica. La idea es establecer un modelo ágil, predecible y eficiente. La meta es alcanzable, pero requiere una reforma en profundidad para acercarnos a cumplir la normativa europea que marca 180 días. Argumenta que “es necesario reformular el sistema de precio y financiación; la metodología de evaluación; la función, plazos y estructura de los informes de posicionamiento terapéutico (IPT) que acompañan a los nuevos medicamentos, y los mecanismos de acceso temprano en los fármacos que aporten mayor beneficio clínico a los pacientes”. Del mismo modo, proponen agilizar los sistemas de compras públicas de medicamentos a nivel autonómico. Por otro lado, les preocupa la propuesta de reforma de legislación farmacéutica que ha hecho la Comisión Europea, tras 20 años sin actualizarse, “pues debilita los incentivos para la inversión en innovación y dificulta, por tanto, el desarrollo de nuevos medicamentos en Europa”. Advierte de que “el continente está perdiendo competitividad en investigación biomédica frente a Estados Unidos y China”. En la actualidad, solo el 22% de los nuevos tratamientos se origina en Europa, mientras que el 47% proviene de Estados Unidos. Esta pérdida de competitividad europea respecto a otros mercados que han mostrado un mayor crecimiento tiene una implicación directa para los ciudadanos, “ya que se exponen a un menor acceso a medicamentos nuevos o a la posibilidad de participar en ensayos clínicos innovadores, entre otras muchas consecuencias”. Aquí, con la patronal europea, Efpia, han tendido la mano a trabajar con los miembros del Parlamento y el Consejo Europeo, así como con otras partes interesadas para garantizar que la propuesta de revisión de la legislación farmacéutica y de propiedad industrial satisfaga las necesidades de los pacientes, sistemas sanitarios y estados miembros sin menoscabar el actual ecosistema de innovación en Europa, “mejorando al mismo tiempo la competitividad perdida de nuestra región frente a terceros países en las dos últimas décadas”. Concluye que “la Presidencia Española de la UE es una oportunidad única para avanzar un proyecto que fomente la innovación y producción farmacéuticas”. EL CARÁCTER ESTRATÉGICO DEL SECTOR La industria farmacéutica ha estado bajo el foco social estos años de pandemia, logrando demostrar su compromiso con la salud de las personas y su capacidad de respuesta con el hito histórico de obtener vacunas eficaces y seguras en menos de un año. “La experiencia de la pandemia ha mostrado, por tanto, la estrecha relación entre economía y bienestar social y salud, y entre ésta y los medicamentos y la investigación que los hace posibles, y ha abierto nuevos debates en el conjunto de Europa y en nuestro país sobre aspectos como el papel que debe jugar la investigación biomédica, la excesiva dependencia de países asiáticos en producción de medicamentos esenciales y la importancia de contar con una industria farmacéutica sólida en nuestro territorio”, comenta Juan Yermo. Visualiza el carácter estratégico de este sector con algunos datos: “Somos un sector líder en inversión en I+D industrial, solo por detrás de la automoción; el medicamento es ya el tercer producto más exportado y España es un referente mundial en ensayos clínicos para algunas de nuestras compañías, solo por detrás de Estados Unidos”. Entre los avances terapéuticos más importantes de los últimos tiempos, sobresalen la consolidación de la inmunooncología, “que está cambiando el abordaje contra el cáncer”; el uso de los biomarcadores; las terapias génicas; los nuevos tratamientos para enfermedades raras (el 40% de los medicamentos autorizados en Europa el año pasado fueron designados como huérfanos), o la revolución farmacológica que está viviendo la psoriasis.

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