IMFarmacias_137 INFORME DEL SECTOR

16 ANUARIO 2022-23 GESTIÓN Antonio Mingorance, presidente de Bidafarma, señala que “la distribución en España se encuentra en una situación estable, pero moviéndose en un entorno de incertidumbre global provocada por los cortes intermitentes en la cadena de suministro, la crisis energética y la guerra de Ucrania”, entre otros. Por tanto, piden “estabilidad regulatoria” en la nueva legislatura política que se abre y “un mayor reconocimiento institucional”, porque “la actividad de la distribución farmacéuticas de gama completa es considerada por la Unión Europea como esencial”. Por su parte, Enrique Ayuso, presidente de Hefame, razona que “la distribución se encuentra en un momento crucial en el que se están elaborando leyes que van a regir la actividad del sector en los próximos años y que están orientadas, entre otras cuestiones, a garantizar el acceso de los ciudadanos de cualquier lugar de Europa a los medicamentos”. En este contexto, opina que la distribución farmacéutica de gama completa tiene que seguir poniendo su empeño en lograr que las normas establezcan licencias diferenciadas para que quienes realizan actividades distintas tengan licencias distintas. “Los mayoristas de gama completa garantizamos el acceso de las farmacias y los ciudadanos a todos los medicamentos, independientemente del lugar en el que vivan y de lo rentable que sea la ruta o el producto que distribuimos. Los distribuidores farmacéuticos de gama completa garantizamos, además, la equidad en la distribución a las farmacias en situaciones de escasez y, por tanto, también debemos tener el derecho a ser suministrados de forma prioritaria por los laboratorios cuando, por cualquier razón, se produzca una situación de escasez”, juzga. Es decir, cree que es necesario reforzar el valor de la distribución de gama completa frente a otros modelos, dado que casi las tres cuartas partes de los medicamentos comercializados en Europa se distribuyen a través de mayoristas de gama completa, y que son los que garantizan el acceso al medicamento “en condiciones de equidad, seguridad, calidad y seguridad”. Remedios Parra, directora general de Alliance Healthcare, apunta que “el gran reto del sector es seguir avanzando en propiciar la colaboración entre la industria, los centros sociosanitarios, las farmacias y la distribución, para articular conjuntamente proyectos, en los cuales se aúnen los diferentes ‘know-how’, experiencia y capacidades especializadas, que contribuyan a mejorar la salud de los pacientes y la ciudadanía en general”. Miguel Ángel Artal, presidente de Unnefar, determina que “la salud de la distribución farmacéutica sigue siendo muy buena”. “Continuamos a la vanguardia en innovación, tecnología, digitalización, en desarrollo de servicios y herramientas para la farmacia, etcétera. Tenemos ya muy interiorizados conceptos como cooperación, escucha, participación, innovación, Inteligencia Artificial, ecosistemas colaborativos, sostenibilidad o digitalización, a partir de los que han ido surgido en los últimos años numerosos proyectos, iniciativas y campañas desde la distribución para las farmacias”, reflexiona. “Nuestro desafío siempre ha sido adaptarnos para mantener e impulsar el valor diferencial de la farmacia como espacio de salud más cercano a los ciudadanos”, añade. Su prioridad es apoyarla en su gestión diaria, en su labor profesional y en su transformación digital. Sentencia que “la cooperativa no es un fin en sí misma, sólo es un instrumento para servir a la oficina de farmacia”. Y advierte de que, si no cumple ese cometido, “ha de desaparecer y, de hecho, desaparecerá”. Argumenta que esto es lo que debería de ser, realmente, la razón de ser de todas las cooperativas de distribución farmacéutica. “Las cooperativas de distribución farmacéutica somo empresas y, por tanto, los asuntos que nos preocupan y ocupan son los retos generales de la sociedad”, manifiesta. Artal cita el envejecimiento, la despoblación, la digitalización o la sostenibilidad, la globalización y deslocalización de los puntos de producción-fabricación y decisión; y los específicos del sector como la dependencia de mercados lejanos y otros factores que repercuten en los plazos y los costes de la cadena logística, las irregularidades en el suministro y los precios que se mantienen igual o más bajos que hace décadas mientras los gastos corrientes siguen en ascenso, al igual que las exigencias normativas que también crecen. Xavier Casas, presidente de fedefarma, declara que la distribución, en estos momentos, se encuentra en un momento de transformación y reestructuración, como está pasando en toda la sociedad, en la sanidad y en la farmacia. Desde el punto de vista del sector, menciona, hay tres principales temas ahora encima de la mesa. “En primer lugar, la voluntad de tener una licencia propia como distribuidores de amplia gama, que nos diferencie de otro tipo de distribuciones logísticas que no son distribuidores farmacéuticos clásicos. En segundo lugar, el asegurar el suministro por parte de los laboratorios. Y, por último, ser el canal de distribución de productos en situación de escasez, ya que los distribuidores de amplia gama somos los mejor preparados para gestionar esa escasez en caso de desabastecimientos, ya que garantizamos la equidad en la distribución de estos medicamentos con los algoritmos que utilizamos”, aclara. Todos éstos son objetivos que comparten todos los distribuidores y que se trabajan desde FEDIFAR. Otro de los asuntos clave para el canal entero es “la necesidad de acabar con el concepto de reservas singulares, que está drenando el futuro del modelo”. Mª Asunción Lassalle, fundadora de Disfaro, avisa de que “nos encontramos en un momento en que los costes son cada vez más elevados y los márgenes más ajustados, por lo que hay que trabajar constantemente para encontrar el equilibrio entre la rentabilidad y el buen servicio”. Sobre el problema de las “faltas”; está de acuerdo en que “el motivo de la escasez de medicamentos es multifactorial y es importante que todos los agentes de la cadena tengan identificadas las diferentes posibles causas para que cada uno pueda poner los medios correspondientes para poder disminuir el problema”. Hacer una detección precoz del posible desabastecimiento es esencial para poder actuar y buscar alternativas terapéuticas si las hay. Medir el nivel de servicio, o sea, medir lo que piden las oficinas de farmacia versus lo que se les suministra, y poder detectar cuándo este nivel de servicio baja, es clave para actuar con rapidez. Del mismo modo, es transcendental que los laboratorios dispongan de planes estratégicos para garantizar la continuidad en el suministro. Desde Disfaro apoyan que, para asegurar la calidad en la cadena de suministro, es importante indicar el lote único en los albaranes, como ellos vienen haciendo desde hace años, para asegurar la correcta trazabilidad y el control en la cadena de suministro desde el laboratorio, pasando por el mayorista y hasta la oficina de farmacia. Con esto, aparte de ser un punto diferencial de valor añadido, se logra la correcta retirada en caso de alerta farmacéutica, lo que permite avisar a las oficinas de farmacia a las que se ha suministrado ese lote en concreto. Eso sí, “el lote único implica un esfuerzo e inversión de recursos”. Últimamente invierten más recursos en la detección de consumos anómalos por parte de las oficinas de farmacias, lo que son pautas inusuales de venta. Al mayorista cada vez se le asignan más funciones y responsabilidades en detectar, investigar, controlar y comunicar pautas inusuales de venta que puede detectar en su día a día a las autoridades sanitarias. Aquí, subraya que trabajan con un alto nivel de exigencia en un sector altamente regulado y que aportan un valor añadido a la cadena de suministro, que “a veces, no está lo suficientemente reconocido dentro del propio sector farmacéutico”.

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