33 LA DIFERENCIA SERÁ EL MARCADO CARÁCTER SOSTENIBLE DEL 23 CONGRESO NACIONAL FARMACÉUTICO Jaime Giner Martínez se muestra contento y orgulloso por organizar el 23 Congreso Nacional Farmacéutico, que se celebrará del 7 al 9 de febrero de 2024: “Ha supuesto todo un honor ser la próxima ciudad que acoja este evento de referencia en la profesión farmacéutica”. Comenta que, al mismo tiempo, conlleva una gran responsabilidad que están dispuestos a asumir hasta el final. Ya están colaborando con el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos para hacer de esta edición“un evento inolvidable”. “Creemos que la elección es la más adecuada, no sólo porque sea nuestra ciudad, sino porque también pensamos que Valencia es un referente como ciudad histórica farmacéutica. No en vano, somos el colegio de farmacéuticos más antiguo del mundo. Además, ofrecemos una imagen innovadora y sostenible de la ciudad que conjuga todos los elementos, tradición e innovación, para que sea todo un éxito”, manifiesta. La idea del MICOF es promover la imagen histórica de la ciudad de Valencia dentro del ámbito de la farmacia, unida a la tradición, pero igualmente la visión innovadora a través de proyectos colaborativos y de investigación que den muestra de la capacidad de la localidad por apostar por la profesión farmacéutica del futuro. “La diferencia será, sin duda, el marcado carácter sostenible del Congreso”, remarca. Se quiere cumplir, tanto desde el Consejo General como desde el MICOF, con los ODS 2030 que se ha marcado la ONU y van a poner su granito de arena para que esta cita farmacéutica compense su huella de carbono, entre otras acciones. Ahora mismo, están trabajando en un lema que defina a la perfección los objetivos del Congreso, al que ya se puede inscribir cualquier farmacéutico del territorio nacional. Giner Martínez asegura que, tanto el Consejo General como el MICOF, se están dejando la piel para hacer de esta edición la mejor de todas las que se hayan hecho hasta el momento. Son conscientes de lo alto que les han dejado el listón, pero creen que,“con voluntad, trabajo, ilusión y perseverancia”, podrán superarlo. “Que en pleno siglo XXI siga sucediendo esto es una gran injusticia para nuestra profesión, que siempre ha puesto por delante el bienestar del paciente”, considera. Añade que “esto tendría solución si el profesional farmacéutico comunitario estuviera integrado en el sistema de salud y se regularan convenientemente los servicios de urgencia”. Diferentes retos Giner Martínez sostiene que, frente al nuevo escenario político, “el próximo Gobierno no puede permitirse el lujo de prescindir del potencial de la profesión farmacéutica en materia de Sanidad, ya que su labor como sanitarios es imprescindible para garantizar tanto la salud como el progreso social”. Desde la profesión farmacéutica consideran que el próximo Gobierno autonómico debe hacer frente a diferentes retos. En primer lugar,“se debe aumentar la capacidad asistencial del Sistema Nacional de Salud (SNS) a través de la concertación autonómica de nuevos servicios de atención farmacéutica en las farmacias”. Un objetivo que desde el MICOF ya persiguen, a través de su plataforma digital ATENFARMA, con la formación de sus colegiados en Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales (SPFA).“También debemos seguir avanzando en el abordaje integral de la salud pública con la integración del farmacéutico y la farmacia comunitaria, otro reto que ya está en marcha gracias al convenio aprobado en marzo entre el Consell Valencià de Col·legis Farmacèutics (CCFC) y la Conselleria de Sanitat para la participación del farmacéutico comunitario en materia de salud pública”, informa. Otro de los objetivos es continuar trabajando en la dispensación colaborativa entre Farmacia Hospitalaria y Farmacia Comunitaria, un proyecto que ya tienen en marcha y quieren consolidar. Asimismo, pretender seguir avanzando en la viabilidad de las farmacias rurales en colaboración con la Diputación de Valencia a través del proyecto de ‘Sostenibilidad de la farmacia rural y Viabilidad Económica Comprometida (VEC) como base para la mejora de la vida en el medio rural y su despoblación’. Igualmente beneficiarían a la población y a su salud retos como son la implantación de un servicio de dispensación de medicamentos a domicilio desde las farmacias para colectivos vulnerables; evitar la interrupción de los tratamientos en pacientes crónicos, facilitando la actuación del farmacéutico en la dispensación en situaciones excepcionales, y avanzar en nuevas funcionalidades de la receta electrónica para la creación del informe farmacoterapéutico en la historia clínica del paciente, lo que mejoraría la calidad en el uso del medicamento. Ratifica precisamente que la atención farmacéutica domiciliaria es una necesidad social y sanitaria. En pandemia se inició un proyecto piloto que la facilitaba, especialmente a colectivos de riesgo, pero que no continuó.“Ahí se perdió una gran oportunidad de ofrecer un servicio necesario, porque la respuesta, tanto de los farmacéuticos como de los pacientes, fue muy positiva”, lamenta. Hoy por hoy,“no hay una regulación al respecto”. Por tanto, “es necesario crear una norma que posibilite esa atención farmacéutica domiciliaria para que no se adelanten desde otros ámbitos comerciales por el vacío legal”. El presidente del MICOF insiste en que “lo más importante en estos momentos es quitar carga asistencial a la Atención Primaria, que cada vez está más saturada”. Por eso, desde la farmacia comunitaria se han de proponer servicios que promuevan la adherencia a los tratamientos y cribados que les ayuden a detectar patologías antes de que lleguen a fases más preocupantes y que sean más fácilmente tratables. En definitiva, “cualquier servicio que redunde en una mejora de la calidad de vida del paciente y, al mismo tiempo, quite carga asistencial a los centros de Atención Primaria”. Eso sí, “todo ello mejorando la comunicación entre los distintos niveles asistenciales, teniendo acceso a poder hablar con los médicos de Atención Primaria si detectamos alguna interacción en los tratamientos que recibe el paciente”, aclara. Menciona que una solución a eso podría ser, del mismo modo, el acceso al historial médico del paciente, siempre que se contara con su consentimiento, para que los farmacéuticos pudieran detectar desde el principio posibles contraindicaciones en determinados tratamientos y poder, así, darle una solución rápida y efectiva.
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