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EL EXPERTO 136 DERMATOLOGÍA POR DRA. LOREA BAGAZGOITIA, DERMATÓLOGA Mitos sobre protección solar Un fotoprotector de 100 protege el doble que uno de 50 En la farmacia se presentan fotoprotectores con FPS de un rango muy amplio. Si un paciente busca un producto de protección solar, es razonable que elija el de 100 frente a valores inferiores, pues, al ser una cifra mayor, entiende que protegerá más frente al sol. Aunque el planteamiento del consumidor tiene sentido, la diferencia entre ambos en cuanto a fotoprotección no es el doble, sino mucho más pequeña, tanto, que se considera despreciable por los expertos. Se sabe que un FPS 50 es capaz de filtrar el 98% de los rayos UVB (imagen 1), por lo que, a partir de ahí, por mucho que aumente el valor de FPS, no hay mucho margen de optimización de la protección. Además, los expertos en la materia reconocen la dificultad en medir esa diferencia tan sutil en cuanto a efectividad. Por T enemos cerca el verano y, con él, los días de playa y montaña. La actitud frente a la exposición solar ha cambiado en las últimas décadas. A pesar de lo beneficioso de pasar tiempo al aire libre, cada vez disponemos de más información acerca de los aspectos perjudiciales del sol sobre la piel: sabemos que es el principal causante de cáncer cutáneo. La mejor forma de conjugar ambos aspectos es no renunciar a la vida al aire libre mediante una protección solar sensata. Mi percepción como especialista es que existe mayor concienciación que en generaciones previas. No obstante, aún quedan numerosas ideas bastante extendidas que llevan a confusión en cuanto al uso de productos de fotoprotección. Intentaremos aclararlas en este artículo. El factor de protección solar indica los minutos que dura la protección Se trata de una creencia muy extendida, pero la idea de que un factor de protección solar (FPS) de 20 protege durante veinte minutos no puede ser más equivocada. El FPS es el índice que refleja la capacidad de un fotoprotector de bloquear los rayos ultravioleta B (UVB). Indica el número de veces por el cual se multiplica la dosis eritematógena mínima, es decir, el tiempo en que la piel tarda en ponerse roja a consecuencia del sol, usando un fotoprotector frente a la exposición sin él. De tal modo que, si normalmente, sin crema solar, nos quemaríamos al sol en 10 minutos, con un FPS 20 tardaríamos 200 minutos para que nuestra piel se queme con la misma intensidad.

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