ESPECIAL DERMOFARMACIA 18 posible, consensuada con el resto de los sanitarios”. Añade que “procedente de entidades reconocidas como son los colegios oficiales y sociedades científicas”. Desde SEFAC, ofrecen una gran oferta de cursos destinados tanto a farmacéuticos como a técnicos. En el presente, el servicio por excelencia en dermofarmacia y más demandado es el dermoanálisis, “pero, más allá del cuidado de la salud de la piel, debemos apostar por servicios encaminados a la prevención de patologías dermatológicas y aquellos que el paciente demande”. El más claro que ve González en estos momentos es el servicio de prevención y detección de cáncer de piel, ya que, insiste, es un problema que en los próximos años veremos incrementarse su prevalencia. Respecto al servicio de telederma, él lo tiene instaurado en su farmacia, orientado precisamente a la prevención y detección de cáncer de piel. La manera que tuvieron de implantarlo fue formando al equipo en materia de cáncer de piel y promoviendo una actitud proactiva, ya que el paciente, en la mayoría de los casos, no consulta por este tipo de problemas. Se ayudaron también de materiales de marketing y comunicación visual para darse a conocer. Por otro lado, recuerda que, cuando un dermatólogo diagnostica y prescribe un tratamiento, el farmacéutico tiene que acompañar al paciente a lo largo de esa farmacoterapia, asegurando la eficacia y seguridad, que no aparezcan los efectos secundarios o mitigándolos, favoreciendo la adherencia al tratamiento.“Es conocido que los problemas dermatológicos son de las patologías que más incumplimiento poseen, sobre todo cuando presentan un carácter crónico”, declara. Expone que muchas de las razones son por falta de comprensión o que el paciente no sabe interpretar las instrucciones, falta de conocimientos y actitudes sobre la enfermedad. EL PROTECTOR SOLAR, LA MEJOR HERRAMIENTA EN LA FARMACIA PARA LA PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE PIEL Augusto González no duda en que “el protector solar es el mejor producto que podamos emplear para evitar el fotoenvejecimiento”. Incluso, comenta que es “la mejor herramienta que se tiene en la farmacia para la prevención del cáncer de piel”. Es más, no lo considera un cosmético, sino un “medicamento” preventivo. Los limpiadores faciales los destaca también como muy importantes. “La piel tiene, entre sus funciones, la de capa protectora frente a agresiones externas y, para ello, requiere un equilibrio”, sostiene el coordinador del Grupo de Dermatología de SEFAC. Advierte de que una higiene deficiente puede llegar a alterar el equilibrio de la microbiota de nuestra piel. desarrollados en dermatitis atópica, rosácea, acné, psoriasis, hiperpigmentaciones y alopecia. Destaca que, últimamente, está tomando cada vez más relevancia el cáncer de piel, dado el aumento de su prevalencia. Las consultas que más llegan Las consultas sobre signos y síntomas dermatológicos son numerosas, pero hoy en día pocos estudios reportan datos acerca de ellas. Desde SEFAC, en 2014 realizaron el estudio ‘Indicación farmacéutica en patologías dermatológicas’, que desveló que la patología más consultada era la dermatitis atópica (27%), seguida de la alopecia (21%), el acné (15%) y la psoriasis (15%). Otro estudio, publicado en 2018, ‘Servicio de indicación farmacéutica en patologías dermatológicas’, apuntó que la dermatitis atópica y las micosis se daban en el 14% de las consultas, la psoriasis y procesos víricos en un 11%, picaduras en el 9%, alergias en un 21%, heridas un 4% y la sarna tan sólo en un 3%. “Actualmente, todos sabemos que, tras la pandemia sufrida recientemente, esta prevalencia, así como sus consultas, han aumentado”, matiza. Piensa que, por ello, se necesitan nuevos estudios. En cuanto a la coincidencia con las más prevalentes, dice que no del todo coincide, dado que, hoy por hoy, la prevalencia de situaciones precancerosas y cáncer de piel está en aumento y éstas, en cambio, no se ven reflejadas en las consultas en farmacia comunitaria. “Tal vez el motivo sea que la población no esté lo suficientemente concienciada, se considere que la presencia de cualquier mácula, mancha o pápula susceptible de desencadenar un cáncer sea meramente estético y no patológico, dado que, en muchas ocasiones, el visual suele ser el único signo o síntoma”, razona. ¿Hay un aumento de las consultas de dermo por la cronicidad, por las pluripatologías, por los efectos adversos de los medicamentos en la piel? González responde que es evidente que la esperanza de vida es mayor que la que era hace 50 años, cada vez vivimos más y ello acarrea la presencia de un mayor número de enfermedades crónicas y que estemos sometidos a largos tratamientos y a la polimedicación. Por este motivo, “puede existir un mayor riesgo de problemas relacionados con los medicamentos y posibles resultados negativos en la salud del paciente, no adecuado al objetivo de la farmacoterapia, asociado o que puede estar asociado a la utilización de esos medicamentos”. Además, en muchas ocasiones, en la piel se van a poder observar manifestaciones de enfermedades sistémicas que van a preceder y/o acompañar a éstas.“Son lesiones de la piel que están ligadas a estas patologías, que van a ser parte de la enfermedad o, en otros casos, son producto de ella”, sostiene. De acuerdo con sus palabras, son los casos de la dermopatía diabética y el mayor riesgo de infecciones en la diabetes, la ictericia en la cirrosis hepática, el prurito en la nefropatía, ictiosis e hiperqueratinización palmoplantar en el hipotiroidismo, la hiperpigmentación e hiperhidrosis en el hipertiroidismo o efectos adversos como el síndrome de Cushing en la corticoterapia, por poner algunos ejemplos más frecuentes. Remarca que el farmacéutico comunitario, como experto del medicamento y sanitario más cercano al paciente, juega un papel muy significativo en esta cronicidad, aportando su conocimiento, favoreciendo la adherencia terapéutica y realizando un seguimiento farmacoterapéutico de estos pacientes. Le preguntamos si las necesidades de formación en dermofarmacia están cubiertas. Puntualiza que no siempre: “En algunos de los casos ésta no es la más adecuada y, en ocasiones, proporcionamos a nuestros equipos formación con cierta inferencia y condicionantes comerciales. Es necesario potenciar formación independiente, con evidencia científica y contrastada y, en la medida de lo “LA DERMOFARMACIA HA LLEGADO A CONVERTIRSE EN UNA DE LAS CATEGORÍAS MÁS DEMANDADAS POR EL PACIENTE”
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