102 NUTRICIÓN Y DIETÉTICA Escanea este código QR para descargarte la infografía No obstante, considera que la mayoría de los seres humanos actúa cuando ya existe el problema, “por lo que el tipo de pacientes quemás se preocupan por mejorar sus hábitos alimenticios son aquellos que han desarrollado una patología en la cual la alimentación juega un importante papel a la hora de su tratamiento”. Con todo, destaca que cada vez son más los pacientes que realizan consultas nutricionales para cuidarse y prevenir futuras complicaciones. Pero, ¿qué es una dieta saludable? Cepeda toma la definición de la AESAN e indica que “es aquella dietavariada, equilibradaymoderadaen laquepredominael consumodeproductos frescos yde temporada, especialmente frutas, hortalizas y legumbres, y se reduce la ingesta de alimentos procesados y ultra procesados con alto contenido en sal, azúcares añadidos y grasas saturadas” . Según la OMS, completa, “unadietasanaayudaaprotegernoscontralasformasdemalnutriciónyconstituyelabasede lasaludyel desarrollo. Tambiénayudaaprevenir enfermedadesno transmisibles, como ladiabetes, las enfermedadescardiovasculares, algunos tiposdecánceryotrasafeccionesvinculadasconlaobesidad”. Por lo tanto, la especialista resume que una dieta saludable es el conjunto de alimentos frescos, de temporada, poco procesados, bajos en grasas saturadas, sin azúcares añadidos y con poco contenido en sal, que ingiere un individuo para protegerse contra distintas formas de malnutrición y para prevenir el desarrollo de algunas enfermedades no transmisibles. “Esta debe ser lo más variada posible y aportarnos, al menos, el 80% de los valores de Ingesta diaria Recomendada (IDR) de los distintos nutrientes”. Laobesidad infantil, lapandemiapara laque no hay vacuna Sin embargo, citando al médico e investigador Francisco Grande Covián, el vocal de alimentación del CGCOF sostiene que “es más fácil cambiar de religión que de hábitos alimentarios”, por lo que seguimos arrastrando las mismas carencias desde hace tiempo. Hay un paulatino desafecto a nuestra tradicional dieta mediterránea, con el bajo consumo de legumbres, frutas, verduras, hortalizas, etc. Pero también el alto consumo de grasas, carnes rojas, productos ultra procesados, bebidas azucaradas, etc., acompañados de la baja actividad física y de hábitos de vida poco saludables, como el alcohol o el tabaco. Todos estos factores los considera “una lacra para la salud de la población”, haciendo hincapié en que estamos en los puestos de cabeza en cuanto a obesidad infantil. No solo eso, sino que los hábitos de vida de los niños y niñas españoles han empeorado a todos los niveles, además de en la alimentación: bienestar emocional, uso de pantallas, actividad física y horas de sueño. Según el estudio ‘PASOS 2022’, coordinado por la Gasol Foundation (Fundación de los hermanos Pau y Marc Gasol para prevenir la obesidad infantil), uno de cada tres niños, niñas y adolescentes de entre 8 y 16 años vive con obesidad o sobrepeso, concretamente un 33,4%. Hacer disminuir este porcentaje supone un gran reto y, en él, los farmacéuticos juegan un importante papel, aportando consejos y soluciones para mejorar los hábitos de los usuarios e incidiendo mucho en las carencias y excesos nutricionales que observan a diario. En este sentido, García Perea manifiesta que “el farmacéutico, además de ser el especialista en los medicamentos, es un técnico en alimentación al que la población confía también sus problemas nutricionales”. Tal es así que una de cada tres personas que entra a la farmacia lo hace para obtener algún consejo de salud, y como apunta el especialista, “buena parte de ellos son consejos nutricionales”.
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