Necesidad de un marco Abordamos con Plaza el hecho de que la penetración de los genéricos enelmercadoespañol estáestancadadesde2015, enun41%enunidades vendidas. “Seguirá estancadamientras el Gobierno no desarrolle una legislación más favorable, mientras no se provoque un entorno en el que se vean beneficiados con respecto a lamarca”, analiza. Considera que, en nuestropaís, el Estadoseestábeneficiandode la igualdaddeprecioentre el genérico y lamarca:“Unavezquehaygenéricos, al finyal cabo, obtiene lo que quiere, que es la reducción de precios, pero también está logrando desanimar a muchísimas compañías que no van a seguir trayendo genéricos a España si nohaymanera de conseguir ningún tipo de penetración”. Puntualiza que Cipla no es la empresa que más se pueda beneficiar de esto, porque hace “un genérico un poco diferente”. Advierte de que, si el Gobierno quiere que el genérico continúe, y no incluso empiece a perder parte de esa participación, “tendría que hacer un marco legal que permita que ese genérico tenga ventajas con respecto a lamarca”. Asevera que, en farmacias, realmente se necesita un marco, en el que el genérico tenga alguna ventaja competitiva con respecto a la marca. “Puede ser que, durante una temporada, se le permita tener un precio más bajo. Pueden ser muchas cosas, pero, si no se hace algo, en muchos casos no merecerá la pena lanzarlo”, avisa. Dice que la prueba está, si comparamos el mercado de genéricos de farmacia con el de hospitales, que, en hospitales, el lanzamiento de un genérico implica automáticamente la desaparición de la marca. El precio cae de tal manera que la marca desaparece. El director general de Cipla en nuestro país está de acuerdo en que el medicamentogenérico seha convertido, enestos 25 años que lleva en el sistema sanitario español, enuna conquista social.“Hapermitidoque haya fondos atendiendo al paciente de lamanera adecuada por más de 20.000millonesdisponibles”, sostiene. Sinellos, esposibleque sehubiera roto la balanza, “porque hubiera sido imposible seguir manteniendo los tratamientos”. Como muestra, el omeprazol, un protector gástrico absolutamentebásico. En los últimos 20 años, hapasadode 30 eurosmás o menos por caja a dos euros por caja. “Si hubiera seguido costando 30 euros, seríaabsolutamente imposiblemantener solamenteeseproducto”, cree. En hospital, el hecho de que aparezca un genérico para una molécula, permite que el tratamiento por persona y año pueda reducirse de los 20.000 euros a los 500 y que no haya una limitación económica para utilizarlo. Por ende, “hay más pacientes tratados”. Con todo, loquepide a la reforma de la Ley deGarantías yUsoRacional de los Medicamentos y Productos Sanitarios es que“se centrenmucho más enel pacientede loque seestáncentrando”. Plaza tiene la impresión de que “se está olvidando en gran parte el paciente, que es el actor más importante”. Hace hincapié en que el paciente es lo más importante y que será negativo si la ley no se centra en el beneficio de éste. Para concluir, menciona que vivimos en un país con una Sanidad que nos acerca el medicamento y que hay que tomar consciencia de hacer un buen uso de los recursos, que los tenemos gracias a los impuestos que se pagan. ducto que pierde patente, estamos con él en cuanto ésta expira”, explica. En valor, su venta enhospitales esmuy superior a su venta en farmacia. Si bien, enunidades, suprimer productoes elmetotrexato.“Lo tenemos como vocación de servicio al país, porque su precio está prácticamente a nivel de costo, pero no podemos dejar de hacerlo porque no tendríamos otra compañía que lo pudiera hacer”, declara. En ese sentido, “la vocación de Cipla siempre ha sido de servicio, de cuidar la vida, no tanto del beneficio económico”. Cuentan con fábricas en diferentes partes del mundo, como EE. UU., Sudáfrica, Uganda o Marruecos. “Nosotros nos movemos por todo el mundo. La mayor parte de la producción está en India, pero el hindú no es nuestromayor mercado. EE. UU. e India están prácticamente parejos”, comentaPlaza. Repiteque loquebuscan, basándoseen suvocaciónde servicio, es llevar el medicamento a un precio al que se puede acceder en cualquier país del mundo. Recuerda que se les conoce por haber sido la compañía que hace 20 años lanzóel primer productopara sida enÁfrica, conunvalor dedólar por día y tratamiento cuando el tratamiento se encontraba en 20.000 dólares. Ahora mismo, 17 millones de personas en África se tratan con sus medicamentos para el sida, que incluso fabrican en África, en Sudáfrica y en Uganda. Le preguntamos por su apuesta por la investigación de los usos, combinaciones y reformulaciones de moléculas. Indica que, a nivel respiratorio, por ejemplo, ya son el segundo fabricante del mundo en devices. Para ello, han tenido que “investigar muchísimo, porque en los productos de respiratoriono es ungenériconormal”. No se puede copiar el aparato, que estánprotegidos por una serie de patentes. Loque hay que hacer es diseñar aparatos que permitan que la concentración del producto llegue al paciente de la forma necesaria. Matiza que “eso requiere una investigaciónmuy importante”. “LA PENETRACIÓN DE LOS GENÉRICOS SEGUIRÁ ESTANCADA MIENTRAS NO SE PROVOQUE UN ENTORNO EN EL QUE SEVEAN BENEFICIADOS CON RESPECTO A LAMARCA” La principal medida, la diferenciación de precio ¿Qué debería incluir el marco regulatorio exactamente? ¿Cuál es la principal medida para poder impulsar el genérico? “Probablemente sería una diferenciación de precio, pero una diferenciación de precio que se mantuviera siempre”, responde Manuel Plaza. En este punto, alude al margen de la farmacia. “EnEspaña, está sometidaauna serie de presiones importantes. Si nos diferenciamos de otros países europeos es en la calidad de la farmacia. Yparamantenerla, tendríaquemantener susmárgenes, que son pequeños si lo comparamos con el beneficio que aporta. Entonces, cualquier soluciónque sebuscaengenérico tieneque ser manteniendo el margen de la farmacia y permitiendo que parte del posible descuento del genérico fuera al Gobierno de alguna manera”, manifiesta. No defiende una subasta, “porque no sería la solución”, sino que el genérico tenga una diferencia con el producto de marca. Si nos limitamos a lanzar un genérico, la marca pone su precio y “es muy difícil pelear para que haya una penetración”. Informa de que se ha llegado a circunstancias de que, a lo mejor, hay diez o doce genéricos en el mercado y, entre todos, ni siquiera llegan a una penetración del 10%, lo que “no tiene ningún sentido”.
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