Resume que en 2022 ha habido “muy buenas declaraciones de intenciones”acerca del desarrollo de los medicamentos genéricos desde la Administración central y autonómica, pero“escasos o nulos resultados demedidas efectivasquenos ayudena salir del estancamiento”. Describe que, desde 2015, están estancados en una cuota demercado total del 41% en unidades, “que está muy lejos del 65% que se consigue a nivel europeo”. Añadeque, incluso si losmedimos únicamenteenel sector de losmedicamentos fuera depatente, mercadonatural de los genéricos, tan solo alcanzamos el 53% de participación. Por ello, todavía tienen un 47% de posibilidad de expansión. Reconoce que hay muy buena percepción sobre el valor de los medicamentos genéricos, del ahorroque aportanestos fármacos al Sistema Nacional de Salud (SNS) de 1.000millones de euros todos los años y la mejora que producen en el acceso a tratamientos de calidad, seguros y asequibles, a todos los ciudadanos. Una oportunidad Ve una oportunidad en la reforma de la Ley de Garantías para reivindicar unas medidas prioritarias para el sector, que actúen de manera positiva y de manera complementaria a las prioridades que puedan tener otros sectores. Le cuestionamos qué medidas concretas le piden a la Ley. “Somos un sectormuy industrial y de grandes valores. Producimos ahorro, favorecemos el acceso, pero también facilitamos el suministroy el abastecimiento de losmedicamentos apreciosmuy competitivos y coste-eficientes, como lohemosdemostradoen lapandemia, dondeel 70%de losmedicamentos esenciales declarados por la AEMPS tiene genérico y el 68% a un precio inferior a tres euros”, recuerda antes de abordar supropuesta, orientada en dos ejes. Uno está vinculado al incrementode precios.“Nosotros, como todos los sectores sociales, estamos sufriendo en los últimos tiempos un impacto en los costes de fabricación brutal por la subida de los precios de las energías, de los transportes y de las materias primas, que se han venido incrementando incluso en el último año por todo el conflicto de la guerra de Ucrania y la evolución del IPC desbocado en Europa y en España”, cuenta. Nos encontramos en un contexto en el que no parece que la escalada de precios vaya a parar a corto plazo y en el que la industria de los genéricos está sufriendo mucho en costes de fabricación. Undatoque arroja Rodríguez de la Cuerda es que el 50%de los genéricos en España está por debajo de 1,60 euros: “Ya eso es significativo. En valores absolutos, enmuchas ocasiones, el preciodeun tratamientopara un mes es inferior al de un café”. Además, “hay que tener en cuenta que 1,60 euros es el umbral mínimo de precios que se determinó en la Ley en 2014. Desde entonces, ese precio no se hamodificado, ni siquiera en base a la evolucióndel IPC, con lo cual estamos enuna situaciónmuy comprometida para el 50% de los genéricos”. Esto significa que hay productos con un umbral de mínimo de rentabilidad inasumible, y Rodríguez de la Cuerda tiene dudas de que se pueda seguir manteniendo la fabricación y suministro en un futuro, porque no le salen los números. ¿Qué le han transmitido al Ministerio?“Hemos pedidoun incrementode precios del 10% para todos los medicamentos por debajo de 1,60 euros, tantogenéricos comonogenéricos; yaque losmárgenes de rentabilidad, “HOY EN DÍA VIVIMOS DE PRODUCTOS ANTIGUOS CON PRECIOS MUY BAJOS Y EROSIONADOS” por el incremento de los costes que se han producido en los últimos años, están poniendo en riesgo el seguir suministrando el abastecimiento de estos medicamentos”, dice. Defiende que podrían aliviarse con una subida de precios. En el caso de los genéricos, los medicamentos por debajo de 1,60 euros representan 400millones de euros. Por ello, para laAdministración, un incrementodeprecios del 10%representaría, tan solo, un impacto económicode 40millones de euros, pero se aseguraría, sin embargo, el compromiso de la industria de seguir fabricando, suministrando y abasteciendoproductos deprimera necesidad costeeficientes que, “en caso de descontinuarse medicamentos de este tipo, se produciría un deslizamiento hacia tratamientos de precio superior, encareciendo la factura de medicamentos del SNS”. La otra propuesta prioritaria deAESEGpara 2023 es recuperar algunas de las medidas progenéricos, que había antes de 2015 y que ayudaron a impulsar al genérico, orientadas a incrementar el volumen de estos medicamentos. Rodríguez de la Cuerda advierte de que sería de manera complementaria a las prioridades de otros sectores de medicamentos. “Una política farmacéutica deseable sería aquella que atiende las prioridades de cadagrupodemedicamentoactuandodemanera complementaria. El medicamento innovador tiene sus prioridades, que difícilmente coincidirán con la de los genéricos. Los medicamentos biológicos tendrán otras. Los biosimilares, otras. Los huérfanos, otras. Y los genéricos tenemos el foco en estas dos prioridades”, reflexiona. Cita medidas progenéricos que marquen una diferencia frente a las marcas: recuperar esa preferencia en la dispensación de un genérico a igualdad de precio ante la prescripción por principio activo, que se vuelva a tener un plazo razonable hasta que se forme el conjunto de precios referencia con los grupos de homogeneidad cuando se lance un genérico. Cada vez que la patente de un medicamento de marca acaba, al día siguiente hay un genérico en el mercado. Lo que se ha ralentizado es la penetración. Antes, en el lanzamiento de un genérico en el primer año, se podía alcanzar una cuota de mercado del 50% y llegar a un 70% en el segundo año porque había diferencia de pecio frente a la marca. Ahora, en el primer año se llega sólo a un 12%, porque la Ley obliga a lamarca a igualar el precio del genérico desde el minuto uno. “Esta situación evidencia que realmente estamos viviendo de productos antiguos con precios muy bajos y erosionados. De los nuevos productos, que son los que tienen precios más altos, participamos mínimamente. ¿Qué incentivos tenemos para seguir invirtiendo en el lanzamiento de nuevos genéricos?”, lanza Rodríguez de la Cuerda como interrogante. Alerta a la Administración de que se está poniendo en peligro la continuidadde algunosmedicamentos genéricos como concepto. Esto es peligroso porque puedes perder un colaborador muy coste-eficiente, que contribuye al ahorro de 1.000 millones de euros y al acceso de medicamentos. Se correel riesgodequeno se tenga ánimopara seguir invirtiendo en nuevos genéricos y que los laboratorios inviertan en otras áreas de interés, como OTC o Health Care. Solamente, el año pasado, en productos nuevos, los genéricos ahorraron al sistema 170 millones. En 2023, la industria del genérico va a lanzar productos por importe de 132millones de euros, consiguiendo un ahorro de 53 millones (el 40%) para el SNS y de 100 millones más en los años 2024 y 2025. Después de 25 años de recorridoennuestropaís, la industria del genérico conlleva 40.000 empleos, entre directos indirectos. Invierte el 27% de sus beneficios en innovación y desarrollo, exporta cerca del 30%de su producción y dispone de 20 plantas de fabricación en España. De cadadiez genéricos que se consumenenEspaña, siete se fabricanenel país.“Somos un sectormuyproPIB”, concluye Rodríguez de la Cuerda.
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